miércoles, 8 de abril de 2009

Arístides Vega Chapú: poemas

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Tres poemas (inéditos) de Arístides Vega Chapú

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-----SANTIAGO/PINAR

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En el festín del stadiums,

donde se sumergen

supuestamente a presenciar lo nunca visto

le vi hacer contacto con la bola.

A ras de su cabeza fluye el cielo

reconocido por todos

los que esperan contarles sus estrellas.

Tiembla su mano,

la que alcanzó la bola

a sabiendas de que la noche terminará.

Simulando secretas señales

lanzan sus corpulentos cuerpos hacia la nada

sólo por el placer

de observarse en los ojos del vencido.

Del otro lado del alambre

discurren palabras pronunciadas en sigilio

que cuentan del hijo en el stadium

bajo la luna apacible de Occidente.

Con sus latidos

mi corazón se resiste a la oscuridad

que la noche dispersa,

la noche salida del cielo estático sobre el stadium

Apoya tu cabeza,

te pido antes de colgar,

y todo lo que en mi pecho se ha estacionado

te pertenecerá,

incluso el goce por la victoria del juego.

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EXPERIENCIA DE VIDA O LO QUE SIGNIFICAS PARA MI

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Como si entrase en una batalla

el aire mueve la hojarasca

con el único propósito de hacerse sentir.

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Pero si por falta de precaución

se aloja en tu cuerpo,

digo el viento y no la hojarasca,

con el único sentido de hacerse sentir

estarás a salvo.

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TRANSCURRE LA NOCHE POR SOBRE EL ÁRBOL AL QUE ME ABRAZO

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Me acomodo al ritual

con que el árbol extiende su dominio.

Hasta la línea de luz

que advierte el término de su poder

los días se aproximan.

Puedo sentir la fragua de tu olor,

oír la voz que te alumbra la boca

como relámpagos

en cielo que semeja un globo

de luz parpadeante.

Ocupo sitio en la noche

que dialoga con el árbol

mientras penetra en su propia sombra

tan solo por reconocernos.

Como si fuese posible dominar la noche

y la luz desvanecida desde lo más alto del árbol

no pudiera disputarme el trono

hilvano recuerdos aparentemente inocentes

pero que desgarran.

Los sitios no aparecen en ellos:

Parque Colón o Vidal, Puente de Tirry,

el horizonte.

Como si mis ojos estuviesen lagrimosos por la luz

favorecida por el brillo de un ave que nos convida a seguirlo

llego hasta el relieve en que solo estamos tú y yo,

indiferentes ante el destino.

Afuera transcurre la noche

justo a la altura del árbol

bajo el que te retengo.

Devora su sombra

las atontadas hojas que caen

sin aparente destino,

presencio su caída

tan sólo por penetrar en los canales

que las conduce hasta el cielo.

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Otras colaboraciones de Arístides Vega Chapú en Efory Atocha, Aquí...

Imagen tomada de la web.

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