viernes, 27 de enero de 2012

lunes, 16 de enero de 2012

Karelyn Buenaño: poemas




Tres poemas (inéditos) de Karelyn Buenaño

Lakshmy


Reina de los portales sin bueyes
ánfora de gemas
e infortunios
serafina de los despojos
angelitico del urbe
corazón de suela
niña Jesusa
pobre
pobre
pobre
has de flotar con alas de cotufas
para sobrevivir
a la sangre por la sangre
al desamor de los cuerdos
a la desesperación de los dementes
tendrás los pasos en rosa y candelero
y los trajes del tiempo venturoso
tornearán el crecimiento
de tus días

El equinoccio de tus rizos largos
menguará los albergues de las horas malas

No habrá altivez
para olvidar a Lakshmi
no habrá silencio
para acallar las risas del que ama.


Cantigas a mi amigo


No me digas que también padeces tú
esa lavativa
de las estrías sentimentales
ya somos tres
y no encontré estación para acampar contigo
(el que se queda
para engarzar pabilos con alambres
será madeja arrancándose por dentro)

Cuando a uno le detectan
que padece las estrías sentimentales
(sólo un chismoso engulle bien lo que ello implica)
saltan airosos los tentáculos del pecho
y al fin pernoctan su avidez en aquel corazón deferente
echado a los cerdos
botado ayer en inhóspitos tugurios
por haber sido un nunca conveniente
        todo por el todo
            rufo como el día

Tesáturi

 Marco el compás de mi telar. La nube
yergue clandestina sus florecimientos;
van y ruedan muchos
marañando en tropa
hacia un lejano zaguán de confidencias
para los que agostan
y siguen septembreando
como por ver si
uno
de cada veinte eneros
podrán vivir un día transparente.

Las tejedoras
me habían contado esas cosas, sólo que estuvieron
muy peonza y pasatiempo
para seguir creyendo
en marzo y sus caleras.

Las tejedoras
se las bebieron conmigo
y nos tasamos las cuadrículas del hilo.
Me querían, se peinaban muy ausentes
como para nunca digerir consuelos.
Mis tejedoras me hicieron bordar baladas y edredones,
como los del accidente con la cometa de lechuza
rota y sin lazo que mutiló mi holganza.
También ala perdida, ave de otro hemisferio,
una grulla de barba abisagrada.
Igualmente advertían sobre tallos tiznados
y  los tordos cetrinos que picotean las plazas:
“desperézate
si un día
se te aparece un tordo nuevo en la vidriera”…

Pisadas de retorno. La borrasca
bajo mis pies es lenta y serpenteante.
Me salieron toboganes en la sangre
luego en la tómbola de los embargos
vine a perder arroyos vesperales.

Acontecieron muchas aguas bajo el techo,
agua en las cocinas,
agua entre los libros,
agua si dormía,
agua en las entradas,
agua a la salida,
agua mediodía
agua en las paredes,
agua indetenible
barriendo cartas, informes, promesas,
fotografías, enhebrados, nochedumbres.

Se salvó un estambre
bastidor de entrañas.

 La niebla teje trapos de largura.














KBuenaño en Efory Atocha, Aquí
En esta semana se publica "La condición del fuego" libro de KB en la Colección Atocha de literatura hispanoamericana que edita Efory Atocha ediciones.