martes, 5 de abril de 2011

David Lago-González: poemas

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Tres poemas (inéditos) de David Lago-González
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Institucionalizado
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"Yo estoy : ya no podría vivir fuera de aquí"

―dice el preso al otro, y se lo dice a sí mismo,

convencido de que una hoja que cae sobre el otoño eterno

puede más que la yema que se abre en la efímera primavera.

Tiene y no tiene razón.

Debajo de unas piedras, en un camino solitario,

se esconde una carta, unas señas, un código apenas sin palabras

que al oírlo, en medio del patio, años antes de encontrarla, le resulta incomprensible.

Demasiado tarde viene todo.

Él escribiría, como hizo Brooks, encima de su propio cuerpo colgante:

"Por aquí pasé yo".

Y yo también. Y otros pasarán,

y volverán a colgar como racimos de uvas picoteadas por los pájaros.

El mundo cambia fuera; el mundo cambia lejos de esta isla.

Pero en el patio de la prisión el mundo es siempre el mismo,

todos los días del año, sólo alterado por dos olores: el de la muerte

o el de la "carne fresca".

Es una vida dura, pero el hombre se acostumbra a todo, y se "institucionaliza";

y cuando llegas a esta verdad, casi tan absoluta como Dios para los creyentes,

sabes que ya nunca podrías vivir fuera de aquí, y que todo esfuerzo es vano.

La hoja del perpetuo otoño ha cubierto tu cuerpo mucho antes de llegar la primavera.

-o-

¡Oh Dios, si realmente esos guijarros escondieran la carta de la esperanza!...

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* "Cadena perpétua", filme dirigido por Tim Robbins.
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Las dos caras de la moneda
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Es una regla universal: la moneda, en todas partes, tiene dos caras.

Sobre una, el perfil de César; en la otra, el rostro con que el hombre dibujó a Dios.

Cuando al inicio del trashumar, alguien pone en la palma de tu mano una moneda,

nunca mires, muchacho, qué sorpresa te aguarda del lado que no ves.

Acepta la mirada de la cara que te ha tocado, ya sea de perfil o de frente.

Porque ―óyelo bien― a quienes nos ha tocado conocer las dos caras de la moneda,

no hemos salido por ello recompensados; más bien, todo lo contrario:

sabemos lo que oculta César y lo que oculta Dios,

y ese lamentable descubrimiento, esa falaz sabiduría, no nos hace mejores,

ni simplifica nuestra vida, ni nos proporciona ninguna alegría.

Sabiendo tanto sólo pierdes: pierdes el tiempo y pierdes la vida.

Y al final, siempre ganan los que han conocido solo una de las caras de la moneda.

Por eso, muchacho, cuando pongan en tu mano uno de esos doblones,

no importa en qué tiempo sea, nunca le des la vuelta.

Si así lo haces, si mi consejo sigues, siempre te quedará el recurso

de pensar que Dios o el César guardan para ti la justicia y la felicidad.

En cambio, si las circunstancias te obligan a sentir sobre ti las dos miradas,

date ya por muerto: serás sólo otra moneda que rueda por el bordillo de la calzada

hasta que encuentre un desagüe, caiga, y desaparezca,

haciendo compañía a otros desechos,

hasta la acequia donde las ciudades acumulan los sueños de los fracasados.

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El soldado
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Nada tan inútil como morir por un país.

Nada tan estúpido como perder la vida por un rey.

Nada tan falaz como dar la sangre defendiendo una raza.

Nada tan oscuro como matar en el nombre de un dios.

Nada tan absurdo como obcecarse con una idea.

Porque un país es uno de esos trozos de tierra que nunca llegan a ser nuestros

y del que pueden arrojarnos cuando menos lo pensamos.

Porque para el rey siempre seremos sus vasallos, siervos

sólo apreciados por el monto del tributo que pagamos,

y cuando mejor considerados, criados de su palacio.

Porque de la raza somos un jirón, pestaña de piel indeleble

que no nos roza el alma.

Porque un dios es una oscura y profundísima idea que llevamos dentro cada cual

y que nunca llegamos a vislumbrar con total claridad.

Porque una idea,

---------------------seguramente,

------------------------------------no será mañana lo que fue ayer,

ni siquiera lo que hoy pensamos que es.


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DLGonzález en Efory Atocha, Aquí.
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3 comentarios:

  1. Digo muy poco si afirmo que me gusta; es toda su poética que me habla y estremece, con un especial redoble por Las dos caras de la moneda, porque si, es certero, universal, redondo. Gracias.
    Gracias también a Chago por traerlos.

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  2. Gracias, Chago. No sabía que los publicabas.

    Gracias, Lamanga (¿del mar menor o del mar MAYOOOOOOOORRRRRR?)

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  3. Gracias a ti, David, igual a Lamanga (que puede ser de chupar, joba, filipina, del Caney...también, digo yo)

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