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“Sí es Miami un buen lugar para las artes”
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Entrevista a Lili Rentería
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Por L. Santiago Méndez Alpízar / Chago
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No hubo en la Cuba de los 80 ninguna otra actriz de su generación, ni de otra, que le hiciera sombra a nuestra entrevistada. De familia fundadora en las artes escénicas, dejó para siempre su peculiar dicción, su glamoroso decir y aquella pizca sensual que como venera el señor, o quien sea, dio para ella solamente.
Hija de un importante actor cubano, Pedro Rentería y de una importante actriz, Liliam Llerena, imagino que lo de actuar lo fue inoculando desde la lactancia. Con una muy reconocida carrera profesional, tiene fama de no dejarse seducir por el primer papel que le brindan para la TV., y de preferir el Teatro sobre todo lo demás. Madre, empresaria, fundadora de Arts & Mind Center, y directora del también suyo, Teatro Abanico, lleva casi dos décadas fuera de su natal barrio del Vedado habanero.
Gracias a la amabilidad de Lili Rentaría por consentir acercar mi curiosidad a ella, una referencia imborrable de la Cuba de los 80 y del exilio.
Usted trabajó con Teatro Irrumpe, fue la Actriz Principal de dicha agrupación que dirigía el maestro, Roberto Blanco. Aquí hay una etapa importante de su trabajo como actriz, también seguramente de desarrollo personal.
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¿Cuántos años estuvo en la agrupación y con quiénes compartía escenario?
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Fui una…de las actrices principales, no “La actriz principal”. Durante mi estancia en Irrumpe (que primero fue “Ocuje”) pasaron por delante de mis ojos, actuaciones magistrales de las cuales aprendí mucho y sigo aprendiendo hoy sólo con recordarlo. Esta bendición, ese tiempo, duró aproximadamente siete importantísimos años, ¿buen tiempo¿ no? El mejor de los tiempos, tiempos creativos, amigo, número cíclico. ¿ Te imaginas? La Yerma de Idalia Anreus, el Lumumba que de niña vi a Miguel Benavides, La monumental Mariantonia de Hilda Oates, El Julián de Samuel Claxton; Hasta que de tanto insistir me llegó la Mariana y con ella mi amigo Roberto Beltrán, quien regalaba noche tras noche un Lorca que casi nadie entendió, pero yo sí, con Alegrito incorporado, que cuando lo recuerdo me conmuevo. ¿Y Omar Valdez? Un Pedroza de premios. Susana Alonso, de quien aprendí la elegancia en escena y un decir el verso incorregiblemente. Y mi Lola, Dolores Pedro, sin ese ángel de la muerte que viajaba por los malos aires que aparecía y desaparecía pero siempre a mi derecha, yo no sé qué hubiera sido de mí sin la Lola… ¿Y el Perdomo? ¡Hay Roberto! Pasión contenida. Y María Elena Diarde con su irónica y única manera de decir ¡Hay Marianita Pineda, rosa y jazmín de Granada, que está esperando a su novio, pero su novio se tarda…
Fueron tantos momentos bellos, que ahora desde el horizonte del tiempo, valoro aún más. Ileana Wilson, Magaly Boxis, Alicia Mondeville, Juan Marcos Blanco, Sergio y José MariaVitier...En fin… ¡Que piquete!, ¿No?
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Me gustaría que husmeara en el tiempo, se vea y nos cuente de usted y de su amistad con el maestro Roberto Blanco. Nos aclare un poco sobre la fama de maldito y de tirano que tenía.
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No se para quiénes Roberto Blanco haya podido ser maldito y lo que está más lejos, dictador; Quizá para los mediocres, para seres sin imaginación y sin memoria, pues Roberto Blanco, por más de diez años estuvo parametrado por el gobierno patético que hemos tenido y no lo dejaron expresar su talento. Cuando por fin lo logró hacer, ya tenia la urgencia de los moribundos y un montón de proyectos que lo desbordaban.
Fui testigo de cómo se sentía sin poder crear, todo ese tiempo lo fue matando a plazos. Roberto fue y será (no sólo para mí) uno de los directores más grandes que ha tenido la escena Cubana, y latinoamericana también, porque premios obtuvo y de los mejores festivales de teatro que han existido. En Berlín (siendo Cubanísimo como lo fue) estuvo más de una vez, impartiendo charlas sobre Bertolt Brecht. No recuerdo otro director más genial que nuestro Roberto, hombre sólido intelectualmente, culto, claro en sus propósitos frente a la creación; exigente, eso sí. Sus propuestas desataban toda la fantasía, imaginación, y disposición que el actor tuviera, para así poder irrumpir, como decía él: quiero que de pronto sean. Quería a sus actores entrenados en todo lo que materia Arte se trataba, sin discriminar disciplinas, por eso nuestro entrenamiento diario, clases de ballet, moderno, folklore , música, voz, dicción… más un repertorio que mantuvo vivo por seis años; todo lo que sirviera para estar bien afinados con nuestro instrumento de trabajo, nuestros cuerpos. Los sutiles también. Recuerdo que para “Mariana”, nos pidió que estudiáramos expresionismo, ya que quería usar este lenguaje para los movimientos de la obra, no quería que le hiciéramos tesis del asunto, sólo que nos adentráramos en el universo de ese movimiento que por definición acentuaba o deformaba la realidad para conseguir expresar adecuadamente los valores que se pretenden poner en evidencia. Él tenia importantes teorías sobre cómo hacer una puesta en escena, en “Mariana” desarrolló una de ellas, “La obra que no se ve”, la que mueve las cosas, la que está por debajo, subrepticia, mágica, y que sostiene a la que está expuesta.
En fin…sé que esperas mi entrevista, y si sigo no alcanzarías a publicarla ni en el próximo quinquenio, pero me pregunto quién es dictador; ¿Un hombre que te da alas?
No lo creo.
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Algún momento que recuerde especialmente de su vida en Teatro Irrumpe. Mariana Pineda, tal vez…
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Mi vida en Irrumpe, la recuerdo toda, es como un Loup cinematográfico, que se me repite en mi memoria una y otra vez y de manera consciente, también en el mundo de los sueños, en la imaginaria; Irrumpe es mi escuela, es ya, parte esencial de mi ser.
Recuerdo que una vez en el teatro Terry en Cienfuegos, al final de “MARIANA”
(Sin Pineda, obra síntesis de la teoría Robertiana) cuando al final me ahorcaban y detrás estaba una luna llena que no había quien la apagara, la soga con la que me colgaban, ya desgastada por treinta años del uso, que sujetaba mi cuerpo, se rompió, y yo caí desde una altura como de dos veces mi estatura, y no me golpeé; caí intacta, estaba tan relajada, tan entregada al instante de morir o descansar, que sólo la voz de mi inolvidable Hilda Ouate, en uno de sus magistrales gritos, me hizo caer en cuenta y me devolvió al lugar, me paré del suelo y, éxtasis divino, correspondí en un saludo
al público que aplaudía sin parar.
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En el cine usted rodó con Tomás Gutiérrez Aléa, siendo muy jovencita en la cinta,
Los Sobrevivientes, y con Pastor Vega en Vidas Paralelas.
En la de Aléa estaban el grande de Reinaldo Miravalles, Germán Pinelli, Vicente Revuelta, Leonor Borrero, entre otros y otras muchas estrellas del cine, del teatro Cubano. En el filme, Vidas paralelas, más reciente (1993) que dirigiera Pastor Vega, estaban: Daisy Granados, Adolfo Llauradó, Isabel Moreno.
¿Qué recuerdos conserva de los rodajes de estos dos filmes, realizados con bastante tiempo uno del otro?
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Recuerdos vivos, ¿esto es posible? ¿Si? Al menos así lo experimento.
Recuerdo los ojos de Titón, mirándome por encima de los espejuelos (parecidos a los que hoy uso) y con finura de la buena, la de verdad, ésa que en extinción está. Casi con ternura, me pedía matices para la escena de la corredera por el jardín donde Patroclo (Patricio Wood) y yo nos escapábamos hasta tropezar, chocar con el muro, o reja (que no es lo mismo pero es igual) y así, anécdotas que no me alcanzaría el papel para mencionar. De Vidas Paralelas, que recién llegada a Caracas filme, es la culminación de un proceso de experiencias vividas en Cuba y una vez más grupal, donde pasó de todo, incluyendo el águila por el mar y la ciruela, que también es pasa.
En esos tiempos, Pastor, Daisy Granados, (una de mis ídolos como mujer, madre y actriz) junto a Zoé Valdez, (Poeta y amiga preferida), y el inolvidable para todos Adolfo Llauradó. Formábamos parte de un grupo de amigos que juntos imaginábamos proyectos (como lo fue también Amor en campo minado). Pero yo ya me había ido.
Esta película fue mi despedida de ése para entonces amado y doloroso mundo, creo que todos lo presentían, la única que lo sabía era Zoé, que es la escritora. Por eso esa carga que tiene el personaje que hice. Pero, yo ya no quería estar más allí, un tiempo se cumplía para mí en esa Isla. De la inocencia de Los sobrevivientes a la partida de Vidas paralelas. Y esto,¿ a quién le importa? ¿Le importa a alguien? Bue…a mí y ti que me preguntas.
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Esta pregunta seguramente no sea del todo comprendida por la generalidad del exilio, pues muchos de ellos no vieron como se las gastaba usted en la conducción del programa que tengo entendido a día de hoy continúa, A Capela, para la televisión cubana y que dirige y dirigía el crítico musical, Guille Vilar. Mi pregunta, de hecho, puede que ni siquiera esté bien dirigida, pues no es usted quien podría dar una respuesta real. Aún así, me gustaría preguntarle si tiene la TV de Miami un programa de tendencias, música, y arte con una conductora como usted, al estilo y semejanza y la calidad de A Capela.
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¡Ay mi Dios, cuánto tiempo…! No sé cómo continuará hoy “A Capella”, aunque con Guille allí, con el maestro Vidal, seguro que bien, (mira que saqué de lugar al Guille con mis cosas, lo asustaba) pero es que “A Capella” para mí, más que un proyecto, es espíritu, y digo es, porque en mí continúa; es una propuesta que no concluye, es una actitud, es música, es irreverencia, es desafío, es un ir en contra de lo que se anquilosa, es buscar, proponer, volcar entre col y temas musicales, una manera de criticar el entorno, lo establecido, jugando siempre y proponiendo nuevos y desconocidos valores. Por eso fue así, con todo esto de fondo presentaba y decía… Así….A Capella.
Te confieso que en este inxilio (la inventé para mí, sé que la palabra no existe) en que vivo ahora, llamado Teatro Abanico, no me deja tiempo para casi nada, te imaginarás que lo que me queda no está destinado a la TV, por tanto no puedo evaluar, y la verdad no sé.
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En algunos medios leo sobre su labor como fundadora y como productora de Arts & Mind Center. También he leído donde afirma las dificultades que se encuentra el Teatro en Miami, la he visto y escuchado decir sentirse Salmón en la Florida. Es sin embargo una ciudad, Miami, capaz de darle cobijo a importantes directores y un más notable volumen de actrices, actores, escritores, productores… ¿Por qué no es Miami un buen lugar para las artes, y particularmente para el Teatro?
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Sí es Miami un buen lugar para las artes, y para todo el que quiera iniciar, fundar, es terreno virgen aún. Al ser una ciudad que fue fundada en 1896, que apenas se mantuvo en condición de pueblito, balneario de los americanos huyendo del invierno, hasta que en 1959 que comenzamos los Cubanos a emigrar a la misma, y hacer de ésta su nueva patria, realmente la hace una ciudad muy joven aún, sin identidad ni desarrollo cultural. A penas tiene 50 años de historia, habitada actualmente por un montón de gente que está de paso y tienen más de dos trabajos para mantener a sus familias que los esperan en otros lugares. Por tanto es difícil que asistan con frecuencia y masividad al teatro.
La tendencia aquí un fin de semana es descansar. Los que asisten al teatro son la minoría. Te imaginarás que hacer teatro es casi una utopía que se está concretando y logrando, pero con muchas dificultades.
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¿En qué proyecto se encuentra trabajando ahora y para cuándo la podremos ver en un nuevo personaje de la gran pantalla?
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Acabo este año de actuar y coproducir una pincha con León Ichaso, llamada “Paraíso” para la gran pantalla. ¿Cuándo? No sabemos porque estamos en proceso de posproducción, edición, y distribución.
Y con Sergio Giral acabo de filmar como actriz, aquí en Miami también “Dos veces Ana “y también está en el mismo proceso.
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Le voy a mencionar a 5 personas, luego usted me dirá algo sobre cada una de ellas.*
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Daysi Granados: Diosa, madre, actriz de actrices, su fan.
Juan José Dalton: A Capella, memoria, juego, amistad.
Francisco Gattorno (Popy): Espontaneidad, autenticidad, locura, amor.
Carlos Otero: Buen comunicador, “Para Bailar”, socio.
Caridad Martínez: Creatividad, inteligencia, iniciadora.
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Muchas gracias por la posibilidad de esta charla. Si quiere agregar algo a los amigos lectores, esta es la ocasión. Por mi parte, voy corriendo a llamar a algunos para decirles, sencillamente, que he entrevistado a Lili Rentería.
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Que a pesar de la diáspora, seguiremos en contacto de cualquier modo, llámese virtual, real o imaginario. Gracias a ti por todo. ¡Ah! Y un beso, Lili.
monstruo
ResponderEliminartremenda entrevista
me divierte mucho tu memoria
cierto que desconciertas al personal
me ha gustado mucho la entrevista
Lili, como siempre, soberbia, genial
ashé
op
Don Chago, usted siempre me sorprende, aunque yo,quiera darle primero. Gracias por esta entrevista y no dejes de enviarsela al Billo Mesa que le va a interesar mucho. Sabes que cuando vivia aún en Matanzas Lili hizo de Carilda en una película que creo dirigió Yauradó y había una escena en el callejón de la Catedral que Lili aparecia desnuda, por la calle, bajo una lluvia simulada por dos carros de bomberos y nosotros fuimos de madrugada solo para ver a Lili Renteria como Dios la trajo al mundo con todos los privilegios posibles. Un abrazo fuerte de tu amigo, aristides vega.
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