sábado, 8 de noviembre de 2008

Alberto Lauro: poema

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Un poema (inédito) de Alberto Lauro

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CON TODOS LOS DEMONIOS DESATADOS

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---------------------------A Chago, por su libro

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Primero cenan algo frugal en una fonda de la Cava Baja

-¿o era en el barrio chino de La Habana?-

Donde Quevedo viene a emborracharse

Con Virgilio Piñera y José Mario.

Gastón Baquero exhorta no juntarnos con ellos

Sin que le obedezcamos.

Ya ebrios los tres se marchan

A una tasca en la calle Segovia.

Antes de llegar aquí han sido echados a la calle

Por, con sus traseros al aire,

Burlarse de Dios y de los hombres,

Bailando e improvisando el Rockasón de Chago,

Letra que nadie puede aprenderse:

Constantemente cambia y donde dijo vacío

Ahora es estrella; donde vino, fango; donde risa, esputo, abanico o aceituna...

Toda la culpa la tiene el dueño de esta taberna que frecuentan

Y de otras de la misma calaña por truhanes, nobles y gitanos

Donde Chago se mueve como

Pedro / perro por su casa.

Y del Conde de Villamediana,

El hijo de la Condesa Revilla Camargo

Y, el más perverso de todos:

el Gran Tío-Duque de Luxemburgo que nos consiente.

En una coctelera Chago prepara un brebaje alucinógeno

Cuya fórmula sin su permiso hago pública:

Una pizca de un poema de Lezama,

Tres gotas de una naranja de H.D.,

Trozos de hielo con versos de Ginsberg,

Medio litro de aguardiente extraído de un cañaveral

Citado por Lorenzo García Vega,

Una gota de sangre de un cilicio de Santa Teresa,

Dos jazmines de un huerto de San Juan de la Cruz,

Una lágrima de Sor Juana,

Seis de César Vallejo,

Tres de semen de Julián Casal, tres de Rubén Darío

Y una de leche de un pezón de La Avellaneda;

Un trozo de cutícula de Cernuda,

Seis gramos de tierra de la fosa donde enterraron a Lorca

Y otro tanto de huesos de Juan Clemente Zenea.

Agregar seis flores de campanas cultivadas por la señora del Dr. Zambrana.

Se completa hasta rellenar con el rocío

Evaporado del jardín destruido de los Loynaz.

El vate bate –no con el bate sino con la coctelera- y bate

(¿También el chocolate? Ah, y la batea, cómo se menea...)

Y sólo yo lo he visto -se lo arrancó sin que nadie lo notara-

Que dentro arrojó su corazón

Mal herido por uñas lujuriosas de mujer.

Bate y sigue batiendo mientras afirma

Qué extraña es la muerte

Y la ternura es un pájaro que hace años voló.

Pero yo le digo que ya el pájaro canta sin plumas,

Las plumas vuelan sin el pájaro

Y el canto prescinde de pájaro, plumas y vuelo.

Ya no se posa – ¿por qué iba a hacerlo?- en el árbol sino en la ceniza.

Su hambre es de cieno y su sed de sangre,

Volando sobre la sombra del recuerdo de un país

Que nos persigue como dulce maldición

Con todos sus demonios desatados.

El cóctel de Chago embriaga y es gratificante.

(Gastón Baquero reza porque ni lo probemos

Pero sus plegarias nunca fueron atendidas)

Y a medianoche aquí estamos bebiendo

-Como los aqueos en Áulide

Por culpa de una furcia llamada Helena,

En espera de que la triste Ifigenia se convierta en ciervo

Para sacrificarla y así aplacar la furia implacable de los dioses-

Con él todos atrapados entre la histeria y la historia,

Torpes inocentes leyendo lo que él ha escrito

Sobre la arena de una playa maldita:

¿Y entonces, qué?

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Alberto Lauro nació en Hoguín (Cuba) en 1959. Poeta, escritor y periodista. Licenciado en Filología por la Universidad de La Habana y la Autónoma de Madrid, dirigió el Taller Literario “Pablo de la Torriente” en Holguín desde 1981 a 1986. Ha trabajado como guionista de radio y televisión, en el Archivo Nacional de Cuba y en el Museo de La Ciudad. Ha obtenido numerosos premios y menciones en concursos literarios de Cuba, entre ellos el David, el Caimán Barbudo, el Mirta Aguirre, Literatura 86, La Edad de Oro y el Premio de la Ciudad de Holguín. Autor del poemario Con la misma furia de la primavera (1987) y de los libros para niños Los tesoros del duende (1987) y Acuarelas (1990), todos premiados en Cuba. Además de los poemarios Parábolas y otros poemas (Ed. Rondas,1977), El errante (Ed. Jábega, 1994), Cuaderno de Antinoo (Ed. Betania, 1994) y de varias plaquettes y libros de arte, aparece en numerosas antologías en Cuba: Como jamás tan vivo (1987), Andará Nicaragua (1987), Mi madre teje el humo de los días (1990). Y fuera de Cuba en: Un grupo avanza silencioso (UNAM, México, 1990), Poesía cubana: la isla entera (Betania, Madrid, 1995) y Poemas cubanos del siglo XX (Hiperión, Madrid, 2002). En el año 2004 fue galardonado en España con el VI Premio Odisea de Literatura por su novela En brazos de Caín. Colabora con crítica literaria, ensayos de arte, reseñas y notas en distintas revistas literarias de España. Vive exiliado en España desde 1993.

5 comentarios:

  1. vaya chago no te puedes quejar
    precioso poema, muy de alberto
    en el borde de la erudicción y el vacilón
    me alegra que haya regresado efory
    ashé
    op

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  2. vaya chago no te puedes quejar
    precioso poema, muy de alberto
    en el borde de la erudicción y el vacilón
    me alegra que haya regresado efory
    ashé
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  3. Chagín, acabo de descubrir el poema de Lauro. Me alegra tener amigos tan buenos como ustedes. Os quiero y admiro.

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