miércoles, 23 de julio de 2008

Entrevista con Adrián Morales

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“Me cuesta ir a vacacionar o a cantar al mismo lugar donde me apretaron los huevos”

--------Entrevista* a Adrián Morales.
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-Por L. Santiago Méndez Alpízar / Chago

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Cualquier intro que pueda realizar para la entrevista que pretendo mostrarles puede ser causa de duelo, de los de verdad. Luego prefiero darla en su totalidad y advertir que vale el tempo del longo texto donde más de una pregunta lleva a una respuesta, cuando menos, provocadora, siempre inteligente. Nadie que se echa al camino trae poco que contar. Aquí un nómada por decisión propia. Adrián Morales, un artista renacentista cubano del/en siglo XXI.

- ¿Cuántos años fuera de Cuba lleva usted? ¿No ha regresado? ¿Por qué?

Mira Santiago, llevo más de 18 años ya fuera de Cuba y no he regresado jamás. Y las causas de todo ello son tan extensas y extremas que llenarían varias tesis de antropología a la vieja usanza -¡vaya!- que ni todos los círculos del infierno dantesco. Digamos someramente y para no cansar, que de allí salí muy, pero que muy quemado; así lo viví yo, unos me dirán exagerado, otros benevolente, pero lo que nadie puede alcanzar a saber es, cómo coño, yo lo viví específicamente -no tengo que jurarte que fue muy, muy difícil-, y eso cuando menos debe ser respetado. No creo que la culpa sea específica de nadie, (aunque podríamos volver sobre esa idea para matizarla). A propósito, Rubén Torres Llorca (artista plástico) que conocí hace muchísimo tiempo en La Habana, en un periodo bastante oscuro de la historia de ambos, acaba de lanzar un grito admirable en Nueva York: -En Cuba no habrá democracia mientras quede Un cubano vivo…-. En el Miami más naïf e ignorante lógicamente le aplauden pensando que se refiere al Uno, a quien tú sabes; y eso allí es políticamente correcto, pero desde mi punto de vista, “la ambigüedad”, digamos ambivalencia y sabiesa de tal frase cala aún más hondo en la profundidad de lo que somos…, se trata también, además, inclusive, no sólo del Uno, sino de uno, de nosotros; de lo que nos toca a cada uno, como (co)responsabilidad, como inteligencia compartida… es decir el resultado de nuestros procesos como entidad colectiva; de la que dudo y sospecho cada vez más. Te digo sinceramente que hasta ahora yo no creo en la democracia que los cubanos podamos inventar. Me hago cargo de lo incendiario que pueda sonar esto. Hay veces que las circunstancias y las historias se tuercen, y la estupidez colectiva llama al suicidio en masa, aupado por las mayorías histéricas y desaforadas (tanto de un lado como del otro) sujetas a procesos degradantes de sugestión general. Hay épocas donde las irrupciones de lo demoníaco en lo humano suceden no sólo de forma oculta como “raras” excepciones entre criminales y psicópatas, sino abiertamente y a lo grande; hacen política y arrastran a pueblos enteros. Ya argumentaba en una canción: …No puedo contar la historia ni habiéndola vivido, y si digo lo que pienso, me crucifican como a Cristo. Mi madre y entrañables amigos presos o muertos por pensar, opinar o ser distintos, precariedad institucional, siniestralidad y despotismos insoportables, obscenidad generalizada, intolerancia, incomunicación, incultura, desinformación, abusos inimaginables, traiciones gigantescas y otras abyecciones peores. Mejor corramos un tupido velo al respecto. Creo (aspiro) que habrá cosas bastantes más interesantes a ventilar en esta entrevista. Además, de que en mi vida, eso pasó hace ya mucho tiempo ¿verdad?, y siendo abogado del Diablo, la historia no es la que fue, sinó la que uno recuerda… Dejemos esa reflexión de gracia pendiente.

-¿Cuáles fueron los motivos que determinan su partida del país?

Creo que queda claro en la anterior respuesta. Pero añadiré que el único exilio que reconozco es la pérdida de la ignorancia. Esa fue/es la mayor de las causas y en consecuencia efecto. En todos lados cuecen habas y sigo cantando: …La patria es mi cuerpo pero cualquier lugar es pequeño… ¿Conoces ese tema mío? Se llama Permanezco.

Parafrasear a Martin Niemöller es tan íntimo como exultante, creo que reflexione a tiempo sobre el tema: …un día vinieron por los capitalistas, y como yo no soy capitalista, no dije nada. Luego apresaron a los socialcristianos, a los socialdemócratas y hasta a los comunistas ortodoxos, y como yo nunca he militado en ningún partido político, también guardé silencio. Otro día vinieron por los homosexuales, y como yo no soy homosexual, miré hacia otro lado… Hoy vinieron por mí… y ya nada puedo hacer…ya no quedaba nadie que pudiera protestar…

- Me gustaría preguntarle, ¿cómo “ve” usted ahora a Cuba en el mundo? ¿Cómo se ve Cuba desde Barcelona?

Ja, ja, ja… Como un juego al gato y el ratón. ¡Menuda película de Mickey Mouse!, -con perdón de Mickey-, claro. Bromas aparte, ver, no es el verbo indicado… sinó sensibilizar. A veces miro y no veo, o veo para/en/hacia otro lado aguantando la nausea. Me procuro una saludable aristocracia de la sensibilidad, antes de la eufemística democracia de los sentidos, la razón, la militancia, el compromiso y el orden, invariablemente castrante y despoetizante. Me repliego a un goce indiferenciado que me regale la posibilidad de estar absolutamente equivocado, lo que defino cercano a un racionalismo transfuga, listo para el fracaso, que en frase de Theodor Adorno, sería: una dialéctica de la negatividad.

Tal parece que para los cubanos el mayor de sus problemas es la supervivencia y su propio país… y eso en ningún otro lado es absoluto, ni definitivamente así. Me procuro bastante higiene y asepsia mental, y trato de ver de lejos… muy lejos, quitando los testículos del centro de la mesa y sobre todo posándome con prudencia y respeto, desde cuantos (otros) lados me sean posibles… pues la herida infecta hiede y supura vaya a donde vaya. Más que opinar, prefiero escuchar y pensar. Censuras por ello he recibido tanto en Miami como en La Habana, incluso en Barcelona. Subsisten socialdemocracias y mentalidades de corte izquierdosamente estalinista y/o espantosamente nazis y conservadoras, tanto en Europa como en cualquier otro sitio, que tampoco toleran que se les toque a su Cubita la bella o la bestia (y ni lo uno ni lo otro, según sea el caso), fuera de los patrones arquetípicos esperables. Yo prefiero antes de argumentarte mi opinión y meter más baza al asunto, parar la oreja, empinar el corazón, contemplar, y ver como está el patio, sin más juicios que la mirada deslizándose sobre las cosas, sin perder el afecto, ni la capacidad de indignarme, sorprenderme y azorarme. Si la naturaleza nos dio dos orejas y una sola boca, en ciertos casos, deberíamos aprender a escuchar más de lo que hablamos. La realidad por sí sola, tiene infinidad de cosas que alegar(nos).

Te cuento una anécdota, que para mí es esclarecedora de lo que me preguntas: En el Kalachakra que hace varios años se celebró en Barcelona, donde vino el Dalai Lama acompañado por un montón de sacerdotes budistas, presencié una conversa pública con un Lama muy viejo, que había estado preso y torturado en tiempos de “la revolución cultural” (vaya nombrete perverso de corrupción del lenguaje, lo que se puede llegar a hacer en nombre de cualquier cosa) y la invasión China al Tibet; y a la pregunta lógica sobre el karma, los sankaras a depurar, el miedo, y la pérdida de la fe, frente a todo aquello, el Lama respondió: sí, tuve mucho miedo por mí, porque en medio de las inmensas e interminables sesiones de tortura, sentí, comprendí lo fácil que era perder la compasión.

Hoy por hoy, hayamos pasado lo que hayamos pasado, una actitud, una respuesta así, para mí significó toda una revelación; una embestida brutal de ola santa y sanadora. Aún escucho resonar dentro de mi cabeza aquellas iluminadas palabras. Tengo poco que argumentar al respecto, me quedo mudo, autista, quizás con la fe en que eso responda a cabalidad tú pregunta, -digo-, ¡esta carta, de dignidad, conciencia, responsabilidad y respeto por si/uno mismo, le escribo a todas las disidencias, desobediencias (filias-fobias) y visiones posibles!

- Me consta, compré algún casete suyo a finales de los 80, cinta que conservo, que fue de los primeros en realizar y promover producciones independientes en Cuba. Además de compartir espacio artístico con creadores (amigos) como el escritor Leonardo Eiriz y el músico José Raúl en el Museo de Artes Decorativas de La Habana.

¿Cómo recuerda esa etapa, llamémosle así, y por qué dejó de hacerse la Peña en el Museo?

Fue suspendida como casi todo en ese país, en semejante circunstancia; La Habana estaba eclosionando por todos los sitios, se puso sabrosa e inquieta; aparecían pintadas en las paredes, reuniones ilegales, manifiestos, grupúsculos (como solía llamarles la nomenclatura para minimizarles), cualquiera en cualquier sitio ponía un tinglado y hacía un performance para expresar lo que le diera la gana; lo mismo pasó con 23 y G, cuestión que se les iba de las manos, y eso había que atajarlo. Creo que nunca antes se había dado una situación tan divertida, tan rica y tan creativa en la ciudad, por lo menos de la que tuviésemos conciencia nosotros, generación que no vivimos intelectual y culturalmente los años sesenta. Un día apareció por fin la seguridad del estado, con armas largas y todo (luego dirán que me lo invento), y san se acabó; (lo veíamos venir, lo estábamos esperando). Ya en las últimas casi trabajábamos para eso, y duró lo que duró; poco después de un performance bien incendiario, donde jugábamos con la palabra ¡Ordene! (pura candela al arquetipo, contra la fraseología del discurso oficialista: -¡Comandante en jefe, Ordene!, para lo que sea, donde sea, como sea- y toda esa mierda, que siempre entendimos sumisión, entrega, cesión absoluta de nuestras libertades y autodeterminación). Un ¡Ordene! pintado miles de veces en un mural tipo pizarra escolar, que repetido hasta el cansancio, el agotamiento, y el hartazgo conseguía la histeria colectiva de los ya no tan pacientes espectadores, soliviantados por nuestra intencional reiteración e inútil insistencia minimalista consecutiva… sólo ¡Ordene!, ¡Ordene!, ¡Ordene! y así, hasta la catarsis, hasta llenar toda la pizarra totalmente escrita de lo mismo sobre lo único, que rompíamos al final en la propia escena, en medio de la desesperación colectiva y los estertores de aquel caricaturesco personaje musculado en función de rígido profesor de escuela, que terminaba en el suelo entre convulsiones, incluso espuma por la boca, destruyendo el pizarrón repintado hasta la saciedad por el ¡Ordene!, para que apareciera debajo la palabra ¡PIENSA! en mayúsculas, saliendo como un grito de la boca de un monstruo pintado previamente, pero escondido debajo de todo esto y reservado para sorpresa final… reto, increpación y arenga al personal, (tipo exorcismo colectivo), digamos, “acto” de cierta ingenuidad, pero de una contundencia directa y medular, que terminó en una catarata de aplausos de complicidad aterrorizada, histeria colectiva y corretaje del público. Sé que muchos informantes de la seguridad (siempre había unos cuantos por allí controlándonos, que incluso sabíamos quienes eran) presentes en la sala, cuando vieron esto, salieron corriendo a chivatear nuestra última jugarreta. Esto ya rozaba la propaganda enemiga, la contrarrevolución (entendiendo revolución como el concepto estratificado del poder Castrista) y no se trataba de simple diversionismo, sino de una deliberada y conciente subversión (del) personal. Este performance ideado por mí, lo hacia Jesús, un físico constructivista de cuerpo muy currado al que le decíamos El Mito… de Mitológico. ¡Vaya!, tal como Andy Warhol, también nosotros teníamos nuestro personal Arnold Schwarzenegger, salvando las distancias, en versión no menos impresionante de mulato caribeño, ja, ja, ja… Esa fue la última que nos toleraron. Luego con el Museo cerrado, la gente continuó yendo durante muchísimos lunes (día en que habitualmente lo hacíamos) aunque estuviese clausurado, a sentarse en la acera del propio Museo, casi en obra de actitud, incluso para hacer nada (nunca mejor dicho). Largo tiempo fuimos por solidaridad, y nos sentábamos allí junto al público que venia. Como es lógico, de tanto en tanto, la policía se acercaba por el conglomerado de gente reunida en un sitio público sin hacer nada y se le contaba amigablemente (no fuera a ser que la emprendieran con nosotros, porque eso era lo que buscaban, pero de nuestra parte nunca hubo la más mínima provocación). Luego, poco a poco, por cansancio la gente dejó de ir y paulatinamente se dispersó todo. En realidad La Peña de los Lunes del Cuento (porque así le llamamos) jamás la volvimos a hacer, ni aquí, ni en ningún otro sitio en Cuba. Se fueron cerrando uno a uno casi todos los espacios. Toda esa etapa la recuerdo generalmente con un salto en el estómago, eran tiempos nerviosos, sobre ello ya decía en mi canción, Descubriéndote, primer track del Cd. Nómada: la Juventud es un deseo en peligro...

- Su nombre es incluido, por el crítico J. Borges Triana, en lo que él mismo bautizó como: “La Generación de Los Topos”. ¿Cómo ve usted a ese “supuesto grupo generacional” a día de hoy? Y también, si se siente parte de él.

Lo de Los Topos es/fue un eufemismo, bien hábil, generoso y discreto de parte de Joaquín, intentando quitarle (o ponerle según se mire) hierro al asunto, siempre con ese espíritu suyo tan delicado, inteligente y comunicador, autor de un respeto y una prudencia extrema, al que me une profunda estima, admiración y al que le debemos en gran parte nuestra visibilidad pública. A estas alturas y vertiéndole un poco de humor al tema, creo que debió llamarnos la generación Kraken, Golem, Dibbouk, Dagon o directamente los Ultratumba. Underground me resultaría muy blando, cursi, y sobado… cobijo para demasiada protesta vendida, disidencia presupuestada y modernillo colaboracionismo consciente del confusionismo general… argumento o término que me produce sólo náuseas, (luego volveré sobre esto). Me refería a algún tipo de animal mitológico que se retorcía en el horno de las entrañas de la tierra, hasta reventarnos a todos en pleno rostro como Los Mitos de Cthulhu o Los Perros del Tindalo parafraseando a Lovecraft, ja, ja, ja… Un campo minado cuya amenaza no percibimos, y muchos ni calcularon. La imagen del Topo, a la que me une hoy por igual un sentimiento ambiguo de nostalgia y tristeza, sabemos que funcionó de manera tremendamente eficaz para la época, -sin duda la gente se quedó con el mensaje-. Y por si éramos pocos, parió la abuela: no sólo nos sentíamos así, sino que además nos nombra, nos señala, nos clasifica, nos connota…, orinar el territorio está/estuvo bien, sobre todo viviendo aquellos (por entonces) aires de contienda, -quise decir jodienda…-. Fue como establecer una pauta, un estertor, una reafirmación de la diferencia. Símil de(l) animalito obstinado: ¿condescendiente? y ¿feliz?, algo aparentemente ¿inofensivo?, cercano a la ternura del conejito pero sin ella, y con los dientes y las zarpas bastante más poderosas y grandes, listo pa’ roer hasta las maderas más rígidas, -entiendase por igual de estrictas, duras, huecas, impermeables, intolerantes, inflexibles y cuadradas, como las cabezas de muchos directivos-. Igualmente vive bajo tierra, aunque algo más ¿torpe? y ¿bruto?, más gordito, malgenioso, marrón y relativamente traSubidor, (válgame el neologismo, en lugar de traBajador). Respecto a lo de los dientecitos más largos, se intuía que su ¿único? pecado era el roer los árboles y “sembrados” por/de ¿otros? y por/de él mismo ¡claro! (pero por igual también las malas hierbas, cosa bastante más útil) y horadar el territorio; cualquiera bajo nuestro pies, que remueve y fertiliza, pero que así mismo socava y agujerea. Luego pas(ó)a lo que pas(ó)a, el resto de la historia ya la sabes, -tierra trágame-, y ¿a qué más?, ja, ja, ja…

Más allá de lo que yo pueda sentir, pues para mi eso es lo de menos en este análisis, la pregunta que aún nadie me ha podido responder es: ¿Cómo, por qué, para qué, y si es que, ese (que no es) grupo, policéfalo, descentrado, disperso y de carreras bien irregulares e inconstantes, me siente “suyo”, digo, pertenecedor? Por otro lado nadie me preguntó si yo quise/quiero estar ahí; es algo que se asume y cada cual lo llevó como pudo, con mayor soberbia y menor gratitud, ¡alerta!, disculpando mi versión de animal de extraño pelaje, que en medio de todo eso, invariablemente se sacude el polvo del camino una vez andados pocos pasos dentro del matorral, -parafraseando a Castaneda-.

Mi admiración, lealtad y respeto hacia Joaquín Borges Triana, sigue siendo total, incuestionable e incondicional. Él es un tipo histórico. - Artistas cubanos que viven en Europa o América, que incluso tienen una “obra cuestionadora”, van y realizan multitudinarios conciertos en Cuba. ¿Le han propuesto alguna vez a usted dar algún concierto en La Habana? ¿Lo aceptaría?

Sí, me lo han propuesto, en varias oportunidades y no sólo cubanos, intentando limar asperezas y procurando reconciliar en lo posible muchas cosas, actitud que lejos de deplorar, alabo; incluso representantes españoles y norteamericanos, que mantienen ciertas “relaciones” con instituciones culturales cubanas, (bajo licencias que se dicen y se creen muy progres e igual de cuestionadoras; que no pongo en duda, ni su integridad, ni su deseo de que las cosas cambien); pero sinceramente me cuesta ir a vacacionar o a cantar (y mucho menos gratis) al mismo lugar donde me apretaron los huevos. No me da la gana tampoco tener que pagarme una visa para entrar en el país que me vio nacer (rapto y robo consentido que toleran relativa y tácitamente todos los cubanos que vuelven, sosteniendo así ese aparato de poder vigente. Uno de cada tres cubanos, mantiene a los otros dos que quedan en la isla, grillete afectivo y filial que utilizan como arrojadiza arma en La Cultura del Rehén, sobre todo económico, ver mi texto: Del exilio de terciopelo al colaboracionismo consciente. Reflexiones o desvaríos a la cubana: ni mucho menos aguantar la jerga migratorio-consular que a priori te da estatus (nombretico) de emigrante, (connotando exclusiva y peyorativamente la condición de buscavidas económico); porque exiliado sería admitir la condición política que de ninguna manera están dispuestos a aceptar. Repara en cómo el término está totalmente prohibido en todas las embajadas cubanas del Mundo. Entrando al tajo: no creo en los exilios de terciopelo, no entiendo como muchas personas que salieron huyendo y hablando pestes de allá, consienten regresar. El antiguo gusano, ahora mariposa, vuelve a restregarle su síndrome de “estatus” relativo, en el rostro a sus coetáneos, (quiéralo o no)… ahora ellos viajan, los otros no; ahora ellos pueden tener acceso a ciertas cosas en su propio país, que los otros no… ahora pese a todo, ya somos distintos, vemos distinto, sentimos distinto. No nos engañemos, Cuba desde ese prisma es muy fácil. No sólo que me parece bochornoso y ridículo, sino por amor propio, por eticidad, por respeto; para mi sería inaguantable y degradante de ambas partes.

Me parece profundamente inmoral, eso de pasarse la vida hablando pestes del sistema aquél y después ir a cantarle ¡gratis! en sus espacios, utilizando sus instituciones, sus infraestructuras… Cuando sabemos que en Cuba no hay alternativa, mientras exista un sólo dueño, una sola ideología, una sola patria, una sola revolución, un solo líder, una sola política, una sola cartilla de racionamiento (sin paliativos ni alternatividad, y no la falacia del abastecimiento que siguen creyéndose los cubanos). No, no lameré la misma bota que me pateaba entonces. Porque aunque quieran matizar el asunto, de que las cosas ya no son así, o de que en Cuba ahora todo es muy distinto; (siempre ha sido, está siendo, es, va a ser distinto, siempre será distinto) démonos cuenta de que se trata sólo de un cambio morfológico del poder, adaptándose a los nuevos tiempos, la serpiente que se retuerce para mudar de piel, pero no la esencia. En los sesenta muchos sufrieron cárcel por oír a los Beatles, ahora John Lennon tiene incluso dedicado un parque en el centro de la ciudad, en mi generación te metían preso siendo hombre por vestirte diferente, llevar aretes o el pelo largo, ahora “ya no”; ahora son otras las causas, siempre habrá otras… el poder muda de formas, de representación, para sostenerse a toda costa, pero la esencia y su toxicidad sigue siendo la misma. Forma parte de sus estrategias de resistencia. Sólo hay que tocar los puntos neurálgicos del momento para que notes como se recrudece instantáneamente la cuestión; y si no que se lo digan a Las Damas de Blanco. Si Habana Abierta y Carlitos Valera te parecen calentitos y contestatarios, sugiéreles que en algún concierto suyo les den espacio público a Las Damas de Blanco, tal como Sting, inglés, extranjero y además coincidentemente justo después de las Malvinas hizo en Argentina en uno de sus conciertos, con las análogas Madres de Plaza de Mayo, cuestión que ni la supuesta “comunista” coleccionista de diamantes Mercedes Sosa, ni ningún Argentino famosillo de entonces se atrevió a hacer. Eso lo sabe hoy todo el mundo. La abuela de mi ex-mujer Andrea estaba allí, avergonzada por la cantidad de veces que se lo pidieron a la negra Sosa y a muchísimos otros artistas nacionales (hoy vacas sagradas del establishment) ¡y tuvo que ser el inglesito guapo y popero! (además de hacerle una canción específica a los desaparecidos, cantada a dúo con Rubén Blades, -menuda lección-, que movilizó al Mundo). ¡Qué Dios le bendiga! Porque de frivolidad nada. Chapeau por Sting, que desde entonces lo tengo en un pedestal; compositor excepcional, como se ha demostrado en toda su trayectoria, de una verticalidad incuestionable.

El día que pase algo así, hablaremos entonces y veremos como se revuelve el monstruo contra ellos, pues cada momento tiene su llaga para poner el dedo. Alcohol lejos de la herida no arde y esa es la trampa, el engaño. La gente se queda con que es alcohol solamente, y dice: -¡Uy, que inflamable!- pero no sabe que se vierte a kilómetros de donde esta la llaga actual.

Hago sólo una excepción con un fenómeno que connoto como el nacimiento del Punk nacional, que no se si luego musicalmente trascenderá de otra manera buscando hacerse más interesante (artísticamente hablando, como músico, como creador) y hablo de Gorki y Porno para Ricardo… menuda fuerza testicular para hacer lo que hace y largar lo que suelta por esa boca inmunda, reivindicadora y sin concesiones desde dentro del monstruo mismo. Creo que es de los pocos, yo diría el único artista que desde Cuba, de verdad no le está haciendo el juego a nadie, sino a si mismo, al voto de una libertad de expresión inexistente y donde te va la vida en ello. Así lo paga con cárcel y demás (he sabido)… mientras el resto por miedo gira la cara. No creo que ningún artista mismo de los que participaron en la película de Habana Blues de Benito Zambrano, haya ido a verle o llevarle alguna (java) esperanza en su reclusión… fuera por lo que fuera, es un creador respetable y que quiere y necesita decir las cosas desde allí, (el contexto para él es muy importante). Luego es una obra que no sé si tendrá mucho sentido si cambiaran las cosas de repente; (apertura “democrática” y todo eso, -ya sabes-)… pero es lo de menos, ahí hay tiranía pa’ rato y parece que la habrá en cualquier lugar del Mundo… (fíjate aquí mismo en el comportamiento de la corporaciones y el mercado, sin dudas -el peor de los totalitarismos- de cómo sustituyen la ideología por el dinero, el capital y la acumulación y se creen amparados por el engañabobos de la corrección política, el eufemismo de la democracia y el simulacro de la libertad)… Aunque su trabajo esté absolutamente ligado a sus circunstancias, está haciendo una labor monumental para desgarrar cosas, proponer nuevas vías… Elogio a los creadores que nos devuelven la sangre de frente, que nos salpican con sus viseras en la cara, (invariablemente usurpada por siglos de asepsia, orden y control político); zanja abierta y supurante… dijera Antonin Artaud: -¡sin herida no hay arte!-. Además es una sangre ritualizada, por eso no es tan grave, sobre todo porque es como el dolor… alerta pero no cura; para eso ya ¿estará? el poder y otras sandeces, al menos en el terreno del simulacro. Hasta que volvamos a darnos cuenta de que tampoco cura nada, de que sólo son parches, chivos expiatorios, aunque nos lo hayamos creído por épocas… de que la existencia misma es una enfermedad terminal, una empresa en crisis, sin solución, ni paliativos, y es cuanto nos enseña, la madures es dolor bien gestionado… más que en la transformación que uno puede hacer de si mismo.

Lógico de esa violencia consecutiva de los discursos y las supervivencias enfrentándose, de tanto en tanto se limpia la isla de gente que piensa distinto, no hay memoria histórica que cuente ciertas cosas del pasado que serían reveladoras, cada discurso excluye al otro, Miami dice que La Habana no, La Habana dice que Miami tampoco. La reacción de uno prepara la reciprocidad del otro. Por ejemplo: En los sesenta los homosexuales iban a la UMAP, terribles e inhumanos campos de concentración y trabajos forzados… ahora se les tolera relativamente, como personajillos graciosos relacionados siempre e indiscutiblemente con el “arte”, (y no con otra función social, -válgame algún ideólogo del partido confesarse así-) divertidos y hasta tienen sus protagónicos en cine y televisión. Formando parte, e ¿integrándose? sospechosamente a los procesos tan tardíos de “asimilación” y/o “regularización” internacional que el supuesto mundo “civilizado” ha comenzado a realizar tan tibiamente y nunca de manera rotunda, ni homogénea a esas élites borders, por no decir marginales o de visibilidad social imposible, donde cada cual sigue metiendo la pata como puede… legitimando a los que hasta hace poquísimos años eran escoria, porquería, tratados como enfermos, degenerados, políticamente incorrectos, condenados a la invisibilidad y las cloacas de las sociedades del control. En fin, lo que tú llamas “cuestionador”, hay que matizarlo, pues si los disidentes o disconformes aprenden sobre sus estrategias y las cambian, (volviéndose más cínicos, más paradójicos y más lascivos) también el poder muda al respecto. Podríamos entender que desde siempre hubo dos tipos de “disidencia”, tal como en España hoy. Por ejemplo, hablamos de Eugenio Trias y Rafael Argullol, ellos publican, son profesores universitarios y están legitimados dentro del sistema como disidentes, críticos y políticamente incorrectos, pero sin duda tolerados por la maquinaria. En cambio hay otros, muchos como Agustín García Calvo por ejemplo, que relativamente ni pueden publicar, y si se conocen, es aún por auto-edición, en alguna rara y arriesgada editorial; ver aquella de nombre Virus, asediada por todo tipo de inclemencias, políticas, económicas y peores presiones que ni te cuento… Esperpento que alcanza el colmo de la siniestralidad, con la reciente censura y secuestro editorial de la Revista Jueves y su caricatura del Principito y la Leti ¿trabajando?, muy a propósito de la limosnera ley gubernamental de los 2500 € de ayuda a neonatos, quise decir singando, y pariendo (ellos) a saco, a costa del contribuyente, y a fondo perdido. El monárquico y conservador PPdefendiendo entonces la libertad de expresión, y luego los liberales del (Perico quise decir) PSOE, no sólo acusando a la revista y a los caricaturistas, sino imponiéndole penas de multas y/o cárceles exorbitantes. (No sé a dónde vamos a llegar con estos procesos de confusionismo general. Bueno, se confunde sólo el que quiere, todo está bien claro). En Cuba pasaba y pasa algo similar. Aprendo a detectar las analogías, las cortinas de humo y las fracturas internas del sistema. Muchas veces se trata (reitero) de disidencia presupuestada, de protesta vendida, de grito dudoso y con permiso… alcanzando cuotas de una desfachatez y un cinismo mayúsculo; y será ruptura pero no muy avant-garde, simulacro pero no demasiado postmoderno, experimental pero no demasiado sucio, un poco político pero permitido por las instituciones (izquierdas del allá y el aquí e incluye el mercado, otra ideología despótica), un poco conceptual pero no demasiado denso, un poco exótica pero no demasiado nacional, y así de una ¿concesión?, -quise decir- de una estrategia intencional en otra. Y te puedo citar muchos nombres sin pelos en la lengua, desde Carlitos Varela a Pepe Bedia en su Momento, (aunque -el segundo-, ahora vaya de furibundo anticastrista en Miami) llorándole y mendigándole su limosna al ministerio de cultura o a esos ministros sin cartera que significan Silvio, Pablo… Marcia Leiseca (por entonces) o Llilian Llanes, (respectivamente); el mismo caso de Kcho, ahora, (su última vedette, -pues va por cosechas; cada generación tiene los suyos-). El poder sabe a quien elige para ese juego. Pero además sabe que hay obras y actitudes que no lo permiten, por el contrario, se repelen como sustancias incompatibles.

Así esas vedettes desde ese coqueteo pudieron hacer currículos enormes, tomarles los viajecitos e instalarse (o no), paulatinamente en el extranjero, pero igualmente gozar del estatus que tal actitud aventaja, (de igual manera la nueva mano de obra barata, para productores y programadores “culturales” occidentales que siguen prefiriendo ir a Cuba a buscar negritos, en lugar de tener el coraje de darle espacio real y verdaderamente público a los que ya están aquí, cuyo valor competitivo de igual a igual y en el ámbito, tendrían que enfrentar-pagar y no porque sean más caros, que lo son sin duda, pues ya están medianamente insertados en ese otro totalitarismo, el mercado -o cuando menos con conciencia de él- y no out-side; que volviendo al hilo, resulta indignante e irrisorios primero los precios económicos y luego el peaje político que pagan y negocian a conciencia en Cuba; que entiendo debería estar incluso penado por ley. Se trata de una esclavitud consentida, sin protección ni amparo. Muchos aún creen tener bastante con viajar y salir de aquel obstinamiento de vez en cuando, -como una carta de “libertad” o vacaciones temporales, a veces incluso se sienten pagados con eso-, pues saben que ya regresarán sea como sea, distintos) con todo el average que conlleva, reconocimiento sobre la media de la fama para el contexto cubano, relativa resonancia internacional (si cabe y si le ha ido muy “bien”, en su limitada incursión extranjera, cuestión bastante relativa); y en el mismo orden, lavado de imagen de todos los bandos interesados, etc., frente a otros, que intentando infringir dignidad y decoro a estas relaciones profesionales, no toleramos semejante cosa… Cuando sólo gracias a ello, a esa resistencia (allá primero, y luego desde aquí, aunque de distinta manera) de hecho y de actitud se condiciona(ba) un diálogo del poder o del mercado con el resto, que les pone a elegir entre (a raras excepciones) el ominoso destino, (que no acepta ni limosnas ni coqueteo), o el colaboracionismo comprado y corrupto que no sólo toleran, sino que además incentivan y sustentan. Es decir en términos pragmáticos: pagar su permiso para entrar y salir de Cuba y otras prebendas al uso.

¡Claro!, pero lo cierto es que muchísimos de ellos no terminan de creerse todo aquello de verdad y en general los que pueden, (que no son todos los que viajan, pues además de viajar, deben experimentar cierta seguridad dentro de lo incierto de lo que hacen fuera de Cuba) van preparando su exilio lento y sin los traumatismos, que otros han tenido que enfrentar irremediablemente, con valor y arrojo, de ruptura radical y sin vuelta atrás, del todo o nada, desarraigo e intemperie.

Todo esto a su vez era/es generador de un sutil límite ambiguo y serpeante entre unos y otros; a veces incluso a los tolerados se les ponía del otro lado y viceversa, escarmentando al personal, pues cuando el poder te enseña el hacha no lo hace de broma; luego tú haces o no, la reverencia. Creo que hay un momento ya sea dentro o fuera de Cuba donde eso se decide, y entonces está echada la suerte del resto de lo que haces, aquí, allá y donde sea.

Quiero decir, y comprende mi rodeo: no, no lo aceptaría... a no ser que mi elegwa me lo exigiese, y lo digo sin rubor, aunque parezca risible y naïf, -y a mucha honra-, pero hay cosas para mí, que ahora mismo son bastante más importante que cualquier decisión política. A estas alturas creo que me lo pensaría dos veces, aún me lo pienso todos los días. Mi destino es Ácrata. Creo que sería de un sacrificio enorme y tendría que prepararme mentalmente mucho para eso, para estar a la altura. Se trata de no prestarnos a ese juego de interés(es) (inter)nacional de lavado de imagen de la Cuba de hoy, pero tampoco de este nuevo orden victimario sentimental, del empresario “progre”, del colonialismo humanitario y la solidaridad intervencionista, vaya contrasentido. ¿Cómo puede haber un capital altruista?, y no me corto: Robert Redford, Danny Glover, García Márquez, Oliver Stone, Peter Ludwig, entre otros.

Casos como esos sirven para que todo el resto se pregunte, ¿pero como dicen que no hay democracia?, si mira la obra que se está haciendo desde allí mismo y que se exporta y “funciona”, mira las cosas que se están diciendo delante de tropecientasmil personas en el corazón de La Habana mismo (que comparativamente en nuestra época, tan sólo por la mitad de todo ello, nos hubiesen encerrado sin dudarlo). Pues sí, porque en nuestra época aún tenía sentido, aún ciertas cosas eran peligrosas, conflictivas, realmente cuestionadoras (utilizando tu término), costaba atreverse de verdad, porque hurgabas en el borde, en el filo mismo del hacha, ahora ya no, muchos se limitan a repetir o a decir en voz alta lo que esta pensando todo el mundo y eso ya no es novedad por electrizante que parezca. Pronto me di cuenta de que se trataba de cambios morfológicos en las estrategias del poder, que iban a ser lapidarios, irreversibles y decisivos (por no decir definitivos) con respecto a muchas actitudes y voluntades auténticamente libertarias. El poder aprende y sabe comprender cada vez más lo que verdaderamente le mella y lo que no, (aunque siempre haya cosas, revulsivos repentinos e inesperables no controlados que le hagan estremecerse, pues no se trata de un estamento eterno e infalible, -nada lo es-) pero rápido asume, hacer la vista gorda con aquello que ya (re)conoce, aceptando(lo), integrando(lo), “tolerando” con verdadero control eficaz, encaminado a dar una ilusión (“real”) de “libertad” (vigilada), en la que muchos (internacional o nacionalmente) se embarcan confuso, algunos de colaboracionistas conscientes e inconscientes, otros de testigos mudos, el resto de borregos o cómplices tácitos.

Desde entonces sospechaba, que llegaría el momento en que uno podría gritar en medio de un discurso de Fidel en la plaza -¡Abajo la Revolución!-; y la gente se reiría de ti, seguiría conversando o atendiendo al pan con lechón y al pullovito que vende el chiringuito (reclamo-engatuse para la asistencia masiva)… y Fidel o el que le sucediese en el speech, seguiría en su línea, -habla que te habla-; sin interrupción y sin que nada pasase; ni siquiera el reprochable linchamiento típico de mi generación, ni los agotadores y humillantes actos de repudio que tanto enaltecieron la inmoralidad nacional… nada de nada, tranquilidad absoluta; quizás sólo interrumpida por algún borracho, que en un arrebato de extrema sinceridad lanzare un rotundo: -¡no pierdas el tiempo!-, tras la continua carcajada plural.

Una asepsia anodina, una absoluta apatía anatematizada, recorre cada vez más, el insípido horizonte de las perversiones del lenguaje y los modos de representación de ese poder en relación con la masa. Lo que me temía es que eso ya estuviese pasando y sin duda está comenzando a suceder, (ejemplos abundan al respecto), se trata del aquí y el ahora, cuestión que está cumpliéndose.

Entendamos como incomprensiblemente todos, (incluso los disidentes y los recalcitrantes anti-castristas de Miami) juntos, van/vamos cumpliendo el designio imperturbable de la hierática, lapidaria e inamovible “revolución” cubana. Parecerá increíble o me dirán que me he vuelto loco y que ¿cómo puedo decir semejante cosa?, pero siento que todos hemos sido manipulados como marionetas de Fidel, (aunque no todos a su servicio, claro está, -sería el colmo-) de un lado y del otro. Y reflexionar sobre todo ello sin prejuicios, ni polaridad, ni parálisis, me parece cuando menos, útil y sano. Pues resulta un modo de no contribuir más a la barbarie, por causa y/o efecto, por activo y por pasivo. Nada puede sanar de repente el estado actual de la cuestión, pero algo habrá que comenzar a hacer fuera del marco maximalista de cada perspectiva, e ir desenmarañando la madeja. Un hilo de agua no tumba el/un/este muro, el bloque inmenso de represa (sin represalias), pero sin duda comienza a hacerlo, inicia un proceso… Alguien debe empezar.

Interesante aquella canción de Pedro Luís Ferrer, (discúlpame que no cito textual, ni siquiera de memoria, es sólo el espíritu brillante de la reflexión que el tema me dejó, cuando lo escuché por primera y única vez, y no me acuerdo siquiera de como se llama) que rezaba algo así: la Cuba de Fidel, el dinero de Fidel, el pueblo de Fidel, la patria de Fidel, pero y por igual el Miami de Fidel, la disidencia de Fidel, la contra de Fidel, los dólares de Fidel, etc., etc… al final todo sucumbiendo bajo ese imperio de la homologación, la ignorancia y la estupidez colectiva. En la que también me hallo querámoslo o no, hablando; insistiendo en todo esto, por resistencia que se intente, -y por qué no decirlo- a la larga, siempre somos/seremos más viejos y más tontos hagamos lo que hagamos. Todo eso va robándonos la vida.

Creo que no estoy preparado para semejante consecuencia, -ya no-.

Primero necesito ver y conocer muchísimas otras cosas. El Mundo que no (me) es (el) extranjero, ni el resto, ni lo demás, sino el centro, el yo universo que resulta tan fascinante, desconcertante como asombroso. De Epicúreos en lugar de Estoicos, como versa un texto de Marielena Cruz Varela, presentación de uno de mis Cds, el Ruta sobre Ruinas: homo ludens más que homo sapiens, pues el agotamiento idelogético jubila, se impone y vence al obsoleto canon de los estoicos. Ni imaginamos la cantidad de cosas hermosas, que nos harían inmensamente felices que estamos perdiéndonos los cubanos con este absurdo debate. Pero bueno, ahí vamos, erre que erre. Otra cosa es que estemos listos para eso. A veces he llegado a pensar que nosotros los cubanos no estamos preparados para la felicidad, la nobleza, la gratitud, la generosidad, la lealtad, ni la compasión. Estamos llenos de ampulosidades, de altos contrastes, de resentimiento, de brocha gorda, de necesidad de venganza, de arribismos, de rencor, de falta de sutilezas, de miedos defensivos-ofensivos y un largísimo, etc. Ya te comentaba antes, sobre lo que yo creo de los procesos de inteligencia colectiva, asociación y voluntad de conglomerado de una cultura, una sociedad o una civilización, -mi opinión al respecto, es que estamos en CERO de tal coeficiente-. Y trato con mi vida, de quitarme esa razón que a todas luces me induce a pensar así, hasta aspirar, procurar, desear, necesitar estar completamente equivocado. Cada cual hace lo suyo, lo que sabe, lo que puede, lo que consigue, lo que (se) es. Esta es mi experiencia y siendo optimistas, con certeza no le sirve a nadie. -Más vale que no-

- Ha de ser usted de los artistas cubanos más polivalente. Concilia, entre otras artes, la música y la plástica con aciertos reconocidos. ¿Cuál de “los artistas” es predominante? O, hay que dar por bueno lo dicho alguna vez sobre su “espíritu renacentista”. Hábleme (brevemente) de lo que usted define como: “Música-Visual”.

Sí, sin dudas, lo del espíritu renacentista lo acuñó un crítico que no desmiento. Como antecedente, me reconozco heredero de la ácida obra del trovador santiaguero Pepe Sánchez, luego del multinstrumentista y también excelentísimo pintor, compositor e intérprete Boby Carcasés (padre), e internacionalmente cercano a Laurie Anderson o Brian Eno, por citar algunos ejemplos; aunque formalmente mi obra e investigación vaya por otros derroteros, distinto a lo que se entiende como trova tradicional, jazz latino y la electrónica radical, en el sentido más estricto, respectivamente.

Ya en mi libro monográfico HisPánico, que obra en tu poder, de una manera bastante más personal, sugerida, y sin la estridencia de los titulares, ni las grandilocuencias de los ensayos y la crítica especializada, lo definía como una especie de perspectiva oblicua o cierta trasnversalidad sincrética en los modos de representación u operatividad en el arte, cuyas consecuencias no se circunscribe a una disciplina, ni a un marco, ni siquiera a un lenguaje, ni al arte en exclusiva. Y me atrevo a sugerirte textualmente la introducción crítica del flyer de presentación de mi último espectáculo, pues le viene al pelo a tú indague:

“…Una obra de matices combinatorios, una especie de Teatro del Sonido, (recordemos este concepto también como nombre del grupo del que fue voz líder a finales de los 80 en Cuba, junto a Juan Antonio Leyva -uno de los músico compositores de la banda sonora de la conocida película Habana Blues- generación a la que pertenece como importante protagonista), donde lo experimental adquiere enfoques interdisciplinarios. La dramaturgia nos conduce en un viaje mental planeando sobre las sombras. Desenterrando por igual pasiones y sentimientos sublimes… Música y texto que evocan a instantes, estados alterados (de conciencia), y nos regalan desde el minimalismo ancestral de los monjes budistas del Monasterio de Namgyal en el Tibet, al canto resonante del didgeridoo aborigen Australiano, del rock-industrial a los samplers habituales del ruidismo y la electrónica; de los Cánticos del Éxtasis de la sabia compositora centroeuropea medieval Hildegard Von Bingen, a la pasión de los grooves africanos, armonía mundi. Proceso simpático global, transterritorial y combinatorio; presentación ya del cuarto álbum Pilgrim Souvenir (Souvenir Peregrino). Hablamos de una experiencia Meta-Teatral, cercana a la Música de las esferas, que nos cuentan que el arte no es fin, sino (un) medio, para arribar a otros límites (de lo real). Un diálogo-encuentro de civilizaciones, intercambio y cruces de tradiciones, porque todo es centro en esta rueda fundacional de la vida. Y si rara alquimia fuera poca, se hace acompañar por un set de cinco pantallas de proyección simultánea, que sumergen al espectador en una experiencia Túnel de Arte-Total, inmerso sensorialmente en pleno corazón de la acción. AdriáNomada intercambia sin prejuicios, pero también sin mimetismos influencias y tradiciones mixtas aparentemente inconexas, tratándolas desde una vertiente sincrética, descubriéndonos cuanta comunión hay entre el oriente y el occidente, (antiguo y moderno). Lo que en frase de McLuhan sería una consciencia global. Dialogando con equidad atemporal, alugar a modo de amellioration… moirés sónicos les llama. Disolviendo fronteras entre los lenguajes, la música se continúa en el cine, la danza, el teatro, la plástica, validados desde una reconciliación con la ciencia, la mística, la sociología, la politología, o lo filosófico.

Este show multimedia es el resultado de infinidad de pesquisas de este investigador alrededor del Mundo. Sincréticas idas y venidas, transustanciando y (de)construyendo, su deliberada muestra de auténtica creatividad, (todos los temas, el arte y la concepción íntegra del show son creación original, propia del artista) que abraza referencias de la World Music a modo de arqueología sónica y antropología cultural.”

Y en su propia voz alude: -“...miro por encontrar una Consciencia Continua. ¿Qué buscamos en realidad con la Linterna de Diógenes? La Revolucionaria Psicología Transpersonal y la Antigua Philokalia afirman que mediante la curiosidad y un esfuerzo especial se puede Despertar la Conciencia, y hacerla continua y controlable (…) un acceso, un acercamiento Tántrico al arte, es decir una expansión mental…Así mismo Carl G. Jung asegura que: “…La visión llega a ser clara cuando uno puede mirarse el corazón. El que mira hacia afuera, sueña; el que mira hacia dentro, despierta...”-.

Es decir, no se trata del histrión que eclipsa al músico, ni del músico que solapa al artista visual o al teórico, -según el maniqueísmo amurallado de ciertas visiones “especializadas”, fundamentalistas disciplinarios- sino de una apertura sin límites a lo creativo, no como consecuencia, sino como causa, origen y esencia. Pensar en cierta predominancia, -en la que indagas y aludes- sería empobrecer todo el caudal de la real magnitud. Me siento un funambulista que intentando caer hacia todos lados, no cae hacia ninguno, -y no cae-. El arte no pretende la obra, el lenguaje, las disciplina, ni el estilo, ni siquiera el objeto, la idea, la cosa, la acción, ni el sonido sino la Libertad. Un sortear las cárceles, (evitar esos barros, dijera Duchamp) zafar nudos, compromisos y vínculos, porque ya de hecho los tenemos querámoslo o no, (somos seres de la muerte, -ya se sabe-, pero ¿acaso por igual no podríamos ser de la nada?) y esos son (mis) cardinales inevitables, como aquella hermosa paráfrasis de Rabindranath Tagore que nos regala: …el árbol, siempre tiene a sus pájaros seguros en sus ramas, porque no ata, en cambio ofrece…

- Le voy a mencionar 5 nombres, (sin importancia de orden) y usted me va a decir algo sobre cada uno de ellos.

- Leonardo Eiriz.

Un buen alacrán, nacido bajo el embrujo de un noviembre de cenizas. Analítico, soberbio, generoso y múltiple. De los más grandes amigos que tuve nunca. De él (me) aprendí muchísimo. Alguien a quien se le odia y se le quiere en la misma medida, y que se extraña de todas maneras. Vive (creo) en Cáceres, España. Hace tres años (lo último que supe de él) me regaló un cuento, una reflexión estupenda a partir de una experiencia anecdótica nuestra por las calles de La Habana, (después de alguno de los innumerables shows que hacíamos juntos en el Museo de Artes Decorativas) caminando y robando flores por aquellos jardines… Para mí, uno de los últimos románticos que he conocido, todo un verdadero ilustrado. Una bella persona, a la que me une integridad y afecto.

- Evaristo Machado.

El Negro caramba… Tremenda persona también. El vive en Canadá (felicísimo con su pareja), hace relativamente poco tiempo estuvo acá en mi casa en Barcelona, cenamos y hablamos largo y tendido sobre pasado y presente. Sigue componiendo y produciendo música como un loco. El en Cuba era más jazzero y baladoso, pero al irse fue uno de los que se reencontró con sus raíces, algo que se intuía desde entonces, por la línea de su obra (y que sanamente envidio, pues por mi lado, yo no lo he sentido así, mi búsqueda es otra), eso fue más o menos vertebral en la obra de cada cual, de cualquier modo no le doy ninguna importancia. Él incluso ha comenzado a hacer salsa, y de la buena, con una elegancia tremenda. Buenos textos, linda presencia, nada de timba agresiva, ni despelote, ni vulgaridad… De pronto y de confesión en voz baja, se le echa en falta algún tema que exorcice o madure muchas de sus concientes y deliberadas elecciones de vida, que ventile, o airee con desenfado, audacia y valentía lo que se es y se siente sea como sea, (desplantando la guapería tradicional y el sigilo implacable del machismo testosterórico latino, con sus lecturas rústicas y primitivas de nuestras cuatro seudo-verdades exportables: sol, son, ron y pingón) y a buen entendedor con pocas palabras basta, cuestión tabú por entonces, siquiera de hablarlas con amigos, -ninguno de nosotros se enteraba…- pero que hoy son consabidas, incluso a veces no para mejor, políticamente correctas. Vaya, algo de menos miedo al atreverse a componer, sobre cuestiones de si mismo, -que él vive-, tema que creo bastante más interesante, arriesgado, actual y menos tópico… por deshacerse de las “típicas” cancioncitas de sí: -“ella” me quiere o no me quiere-, que cada vez se las creo menos. Lo digo en clave discretísima y respetuosa, porque seguro él entenderá mi mensaje. En general: ¡Me encanta su trabajo! y en como ha ido creciendo. Buen tipo.

- José Raúl García.

Un gran amigo, compositor excepcional, alguien con el que por mucho tiempo compartí filias y fobias en esta escuela de la vida. Alguien que constituyó mi familia cuando la propia me faltó. Un Brother in Arms… Cuando muchos por miedo levantaron el pie de mi casa, en el peor de los periodos de hostigamiento y censura, el continuó mostrándome una lealtad que ante mis ojos hoy todavía le honra. Eso jamás lo olvidaré.

- María Antonieta (La cantante pop cubana).

¡Oh! Vaya memoria la tuya… ¡Qué mujer más bella, noble y generosa! A diferencia de toda la imagen de “frivolidad” y “leona” que proyectaba en sus shows ochenteros, con aquellos pelos y su temperamento explosivo en escena, en la vida íntima era de una maternalidad y una sensibilidad extrema. Hubo un momento, donde ella, nos cuidó, nos mimó y nos dio de comer a todos. Aparte de su belleza física indiscutible (al menos así lo veo yo) su espiritualidad y entrega eran como una lámpara. Fue una mujer a la que quise mucho, y que nos enamoró a todos (los amigos de entonces) a pesar de venir de un Mundo tan distinto, alcanzándome física y espiritualmente. Con ella pensamos hacer mil cosas, más allá de que luego se torcieran o no.

Para mí, muy a pesar de lo que pueda decirse, sobre la música ligera y el pop nacional, ella lideró en aquella década, de cierto modo, nuestra propia versión del Glam tropical. Salvando las distancias, podríamos asociarla a una suerte de precursora de Mónica Naranjo, las Azúcar Moreno e incluso, relativa a la época más hortera de Desireless, Annie Lennox o el propio David Bowie. Muy acorde con los tiempos y la moda internacional del momento; acostumbraba a erizarse los cabellos de forma aleonada y transgredir sus puestas en escena con vestuarios de un erotismo hasta entonces inusual. Eran muy singulares sus performances, diríase que jugaba con el kitscht, y un arrojo manifiestamente andrógino, muy en consonancia con la época. En el cenit de su reconocimiento y popularidad en los ochenta, nos conocemos y vivimos juntos una época apasionadamente creativa, a pesar de lo diferente que eran nuestros modos de entender la música, la canción y el compromiso. Tony Carrera (por entonces sonidista del compositor y teclista José María Vitier) y yo, compusimos y arreglamos varios temas para ella, abriéndonos versátilmente a otras posibilidades desprejuiciadas de entender la creación. Entre dichos trabajos se encontraba una versión de la canción Amor difícil, original del cantautor habanero Amaury Pérez Vidal, que estrena en televisión en franja de máxima audiencia vestida de hombre (cuello y corbata), rapada y teñida de rubio platino a lo Blade Runner. Ella procuraba romper una y otra vez con su imagen, reafirmándose como musa o ídolo (no declarado) para el mundo gay de la ciudad, en versión subliminal, pues esos temas entonces eran tabú… continuadora y a su vez transgresora, porque en todo momento se desmarcaba de lo que típicamente su público esperaba, de un linaje de vedettes, cantantes femeninas cubanas, que comenzara más o menos con Rosita Fornés, La Lupe y se continuó con figuras como Fara María, Mirta Medina y Ania Linares entre otras, bastante más trilladas y de comportamientos más predecibles.

En el fondo en esa época todos andábamos bien enfermos del afecto, psicotizados y frustrados por miles de circunstancias que hoy ya sabemos, y no merece la pena recalcar; es decir; a veces éramos incapaces de darnos la más mínima muestra de cuan importante fuimos los unos para con los otros, en ámbitos tan diversos de la vida, envueltos en aquella atmósfera tan enrarecida de las circunstancias. Creo que se me quedaron cosas por darle, y darme. Le guardo con la mayor de las bellezas en mi corazón.

- Juan Enrique González (Juan-Si).

Para mí, Juan-Si, es un verdadero visionario de mi generación, (aún lo sigue siendo); un gran ideólogo. Ahora mismo, en los Estados Unidos, sigue sufriendo censura, haciendo una obra igualmente comprometida, tan ácida como coherente. Una persona extremadamente valiente y cabal. Capaz de sostener en los más difíciles momentos, la eticidad suficiente y sobre todo, un componente moral a prueba de bombas.

Con él mantuve y mantengo todo el feed-back. De hecho, alma pater fundador de lo que fue el proyecto 23 y G y Ritual-ArDE junto a Jorge Crespo y Marcos Abad, le creo un verdadero profeta de nuestra generación, con aquellos reivindicativos happenings y dos cortos ya antológicos de nuestro cine de “ficción”, Ritual para una Identidad, y Ritual para un viejo Lenguaje. Hermano almado, en las ideas, las imágenes, las actitudes y las búsquedas; cuyos derroteros nos mantiene hoy, después de tantos años, en complicidad y sintonía total. Para mí, es de los más grandes artistas que he llegado a conocer, quizás del que más he aprendido y admirado. De él en la plástica y de Julio Fowler en lo musical, (dos obras que admiro por igual, de manera rotunda, sin reparos y me quedo corto). Intelectuales, ambiciosos, cultos, pluridisciplinares, intensos creadores, bellas personas, con las que no dejo de tener una relación difícil, inquieta y a veces llena de hechizadas tiranteces.

- Para concluir, si cree posible una democracia en Cuba, con los hermanos Castro en el poder, y si cree usted que el pueblo de la isla está preparado para el supuesto cambio a ella.

No, no lo creo, -ya te dije-, de ninguna manera, ni con Castro, ni sin él… Mi opinión es que ni desde La Habana, -Cuba-, ni desde el exilio; desde ninguna de las perspectivas, “el cubano” y lo que yo entiendo como tal, esté preparado o ni siquiera haciendo lo posible, para lo que se suele llamar y entender como búsqueda de la democracia, que como Borges la entiendo: una tiranía de las mayorías aborregadas; donde tú voto inteligente, conciente y capaz, (si lo es, cuando lo es) vale lo mismo que el de un imbécil o el de un neo-nazi.

Creo que los cubanos no lo estamos haciendo nada bien en esa dirección, y por otro lado, tampoco estoy seguro, acaso, de que sea esa la dirección correcta, ni la indicada a proponer como “meta” (no hay meta; toda meta es un espejismo, no somos corredores de fondo sino paseantes, la vida no es esa sucesión de actos, feudalismo, capitalismo, imperialismo, comunismo, sino el lugar de prueba, donde cada individuo viene a conocerse a sí mismo, a aprehender-se y así comunicar-se con sus semejantes-desemejantes). Apelo al igual que Agustín García Calvo, cuando menos, a un manifiesto, a una enérgica denuncia que arranque de una vez las vendas de los ojos, en contra de esta paz incivil y esta democracia real corrompida e inmoral, de la que participamos ¿todos? aparente y tácitamente; hagamos lo que hagamos, y vayamos, a donde vayamos; queramos venderla o no, como supuesto “éxito” exportable de la luz eléctrica, la revolución industrial y el apocalipsis, del que ya nadie se vanagloria, ni promete mañanas radiantes; tal está el efecto invernadero y el eufemismo encubridor (de las masacres mas abominables) el “primer” mundo. Lo que Jean Baudrillard denomina fundamentalismos del “bien-estar” power inferno y que Guy Debord en los albores del mayo del 68 parisino, vislumbra y define lúcidamente como La Sociedad del Espectáculo.

- ¿Para cuándo el próximo concierto, la próxima exposición?

Ahora mismo trabajo en varias cosas a la vez, ¡qué raro!, ¿verdad? ja, ja, ja. Preparo una gira extensa en el marco de la siguiente itinerancia del proyecto Sobredalí o La Metástasis del Inconsciente, que viene rodando desde el 2004, año Dalí en Barcelona. Luego inauguro en diciembre un proyecto personal en la feria de Art-Basel, en Miami y en Barcelona en la galería con que trabajo ahora, respectivamente. Termino dos producciones discográficas una mía y la otra de una talentosa pianista Conxita Bentz. Además del primer texto ensayo monográfico abundante y pormenorizado sobre mi trabajo: El Arte no persigue la Obra sino la Libertad, que prepara a mi entender unos de los pilares teóricos en el terreno de la crítica musical de la generación de los ochenta, nuestro común amigo Joaquín Borges Triana; texto de casi 400 páginas sobre mi trabajo, (que se ha retrasado muchísimo por conflictos promocionales, de litigios plurales y que por fin ahora, retómole riendas personalmente, reconduciéndolo, pero esta vez controlando no sólo los derechos, sino también la responsabilidad editorial), al que le preparo un DVD de 90 minutos de documental concentrando por fin, en contenido anexo a la publicación, una cantidad bien importante de bibliografía, y demás misceláneas sobre mi trabajo, que hasta ahora habían permanecido dispersas en otras ediciones. Ya sabes, sigo con mi onda sinestésica. ConFusión de los sentidos y lo perceptivo, en una experiencia circular. ¿Qué tal de Resonancia?

Foto tomada de Internet.

*Esta entrevista fue publicada en el blog que tenía alojado en el portal del Diario Cubaencuentro.

Adrián Morales Rodríguez

(La Habana, Cuba, 1965).

www.adrianomada.com

Estudia Ingeniería Mecánica y Estética. Investigador, curator, artista plástico y músico (compositor y multinstrumentista). Se mueve en el terreno de la música visual performance, un proyecto que comienza casi simultáneamente combinando exposiciones de artes plásticas y conciertos desde el año 1985. Entre otras publicaciones y ensayos suyos constan: PsicoManualDigital. La rte del Pincel o La Prehistoria de la Infografía. Revista, Temas para el debate Nº 21-22. Madrid. 1996, Arqueología del Silencio. Contenido sin Continente, para la artista Alemana Hildegard Hahn, Edt. Centro de Arte La Regenta, Viceconsejería de Cultura y Deporte del Gobierno de Canarias, 1997, el monográfico sobre su trabajo visual HisPÁNICO. Entre la Simulación y el Éxtasis, Edt. NomadArt Barcelona. 2002; SobreDalí o La Metástasis del Inconsciente (Libro y DVD) Edt. Fundación Joan Abelló, 2005 y los Cds. Nómada, Ventilador Edt.1996; Ruta sobre Ruinas, Ventilador Edt. 1999; Shampoo.Un Alto en el Camino. NomadART Producciones. 2006; y recientemente comienza Pilgrim Souvenir su último trabajo discográfico para Animamusic y NomadART, respectivamente. Reside y trabaja entre Barcelona y los Estados Unidos.

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6 comentarios:

  1. ¡TOMA TU SPAM!
    Bueno, leído..., por suerte, raro en mí, me había bebido, antes, ya dos Alhambras mezcladas con zumo, jugo de mandarina... (11:00 AM) Siempre digo que no funciono con "gasolina especial"; he llegado al final, como diría Rosario, (la madre de Esperanza, la niña de Ariel/ "Yagruma...", "el cubillas", el amigo) "tiene mérito". ¡Cojooooones, y perdón a todas, vaya densidad, qué metraaaaalla…!
    En el cine todo listo, entra peli nueva, “X Files”. Después dicen que Ciro… ¿Zero?
    Yo creo que sí, hay opción, alternativa; para empezar, una buena manera de apostar, aportar, sería escuchar, escuchar más. “Ruly, Tranquilo…”. He estado conectado, atento en todo momento con la retórica, mis respetos; me reitero, MIS RESPETOS.
    Cuando deje de mediar la voluntad, las pantallas ya no sean el medio, y nos obligue la mente y el "puerto" de moda, la conexión añorada, estaremos jodidos, pero hasta entonces, puedo decidir, decir, lo he entendido, me piro...
    Ni Varadero, ni preguntas- respuestas, sólo pedía pista, “¡Qué revista…¡”
    Abrazos. Muchas Gracias, personal.
    Perdón, es el ALCOHOL, no soy yo.
    Me piraba, ¿no?
    Eso, pan con QUESO, MUCHO QUESO.

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  2. Ciro en estado Alhambra con mandarina. Ciro puro. Pronto contigo, aviso y saludo.

    Ch.

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  3. Genial la entrevista, densa pero clara, pienso que es el sentir de muchos(pocos) cubanos que estamos fuera por razones que no vienen al caso y que prefiero olvidar, pues mi lema es "Carpe diem",. Adrián es un "monstruo" del espectaculo y tuve la suerte(desgracia) de poder conocerlo en breve tiempo y su trabajo es genial, me encandiló su "Savoir faire" con tanta intensidad, talento, fuerza interior y emociones contenidas; lo entiendo, pues pasé por eso de diferente forma o sitio, pero tened en cuenta que somos de la época de "Los malitos", pero, Adrián, yo soy más optimista, pienso que si se puede hacer algo y pienso que parte de ese pueblo cubano al que ambos pertenecemos no como patría y ni siquiera sangre, si no por principios y así "Lo vendimos" siempre tenemos el deber y la obligación de confiar, de luchar y de seguir adelante, como dice un buen amigo "aunque sea por curiosidad".

    Saludos,

    Jorge

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  4. ¡Plagio! No hay que subestimar jamás a los lectores:

    "No creo en una humanidad 'mejor', yo no creo que sea nunca mejor o peor, es siempre igual. Pero las irrupciones de lo demoníaco en lo humano suceden en algunas épocas, no sólo ocultas entre criminales y psicópatas, sino que a veces abiertamente y a lo grande, hacen política y arrasan a pueblos enteros."
    Hermann Hesse

    Se necesitaba de una mínima humildad para agregar "como dijo Hermann Hesse". Qué fea que es la vanidad.

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  5. EXPECTACULAR ENTREVISTA!!!!.....

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  6. Anonymous: No creo que sea vanidad, se trata de info. de baja velocidad, entrevista no ensayo, habla y responde supongo de memoria y no con los libros al lado, (que bueno que te hayas molestado en buscar, algún aliciente te brindó) no creo en que tenga afán de ocultamiento ninguno, le sobra talento, lo que dice son verdades como puños, gústele a quien le guste y si quieres quedarte del Sol con las manchas así lo harás. El apropiacionismo es tan lícito como posible en esta era del collage, la interferencia, el feedback, la hipertextualidad y las lógicas paralelas. ¿De quién son las palabras? y la nauseabunda expresión de alguna autoridad sobre ellas... dice Hesse, que dijo Nietzsche, que dijo Shopenhauer, que dice Maltus, que dice Demócrito que dice Sócrates, que dijo Hermes la ausencia de ocultar la ausencia del origen...

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