viernes, 16 de septiembre de 2011

Ana Margarita Mireles: poemas

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Tres poemas (inéditos) de Ana Margarita Mireles
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La circunstancia
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Un hombre venido del paisaje

de negros caracoles coronado

soplaba las cenizas al costado

de la mujer que le medía el viaje

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Tras un sempiterno cortinaje

un pájaro vencido lo espiaba

a modo de sinsonte lo anillaba

mientras le hendía su furor de encaje

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Y la mujer que no cantaba nunca

trocaba su silencio en alfileres

que tórrido follaje similaban

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Y el pájaro, en su alevosía trunca

cegaba de tantos misereres

Los ojos de una bruja se incendiaban

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El juego del vacío
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El vacío provoca la mano. La mano despierta la piel

La piel desata un desfile de tejedoras

que chocan unas con otras sus agujas

iluminando el cielo con una ardor metálico

El cielo engendra monedas de agua

que recrean rostros desconocidos

Los desconocidos ríen

mientras predican un camino vedado a los árboles

Los árboles reclaman un corazón alucinado

El corazón repleta su boca y brinda por un nombre

El nombre peligra tiernamente sobre un saltamontes oscuro

El saltamontes retrocede sobre una cuerda

La cuerda se tensa y lanza una piedra

La piedra viaja hacia la luz

La luz presupone el vacío

El vacío provoca la mano...

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Nocturno Elizabeth
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Porque yo…

el mundo llega de noche

con sus tres bondades empíricas

¿dónde, cuándo, por qué? Tin tin

sigue lloviendo. Estoy enamorada por la espalda

Diversamente, entre el silbido y la manzana

Alcibiades nostálgico perfecciona la incomprensión

después de todo la farsa es una

deliciosa mansión contra el aburrimiento

y luego otra vez al agua

Bendita piscina de neón, antro fantástico

La mala fama del artífice se ordena

sin contradicciones

Este es mi regalo de amante

La exacta bailarina almendra un corazón en la balanza

Un personaje sueña su lado mágico cuando le traen juguetes

Va bien, va bien, se alquila un ajedrecista

Un músico de mal humor escapa del teatro

“Oh, mi flauta, los ángeles no se despiertan”

Le están cosiendo el rostro a la mujer noctívaga

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AMMireles en Efory Atocha, Aquí
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4 comentarios:

  1. Anita...¿no te has adelantado un poco a las navidades?...Vaya regalo de versos¡¡¡. Ya te lo he dicho antes y algunas veces, tu imaginería es única...Gracias por hacernos accesibles los versos de otro mundo, gracias por traerlos a este reino.
    Te abrazo
    JULIO FOWLER

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  2. Claro, ella toca su flauta y los ángeles no se despiertan, si es que su belleza toca su flauta y los adormece... Saludos. Aberto Lauro

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  3. gracias por la lectura, un regalo de Ana y Efory Chago.
    JC Recio

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  4. desde gongora en lorca, la herencia cuantica del verbo elige sus profetas, siguiendo el linaje de esta sangre, cada cierto timpo alguien se ofrece al sacrificio...bajo la cruz tegida de palabras, lloro y me alegro siguiendo el rictus avefenico del poeta, y esto, tocandome de cerca, rompe mis tristes resistencias.

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