"De la expulsión al rojo Yañez a un posible Camarioca"

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De la expulsión al rojo Yañez a un posible Camarioca
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Por L. Santiago Méndez Alpízar / Chago
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Vaya manotazo le ha regalado el General Raúl Castro, su gobierno, al simpático e ingenuo y bonachón Miguel Ángel Moratinos. Expulsar al señor Yañez, Diputado del Partido Socialista luego de haberle cobrado la Visa (todos los extranjeros que viajan a Cuba, pagan las tasas de visado incluidas en el billete) y no dejarle entrar en La Habana.
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¡Hostia! Dijo el rojo diputado, según una fuente me contó, ya con impotencia y viendo que a la parienta, su señora, sí la dejaban pasar a la derruida tentación habanera, solita.
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¡No! Dijo Yañez y agarró a su prenda, que la libertad de Cuba es cosa en definitiva de los cubanos. Y no es que ella, según la misma fuente, estuviera 100 % convencida, pero tampoco es que hubiera muchas opciones.
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Nada nuevo, digo yo, es que no les había tocado a éstos. Aunque Yañez estuvo a punto, pero no concretó el viaje anterior.
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De Cuba en estos últimos 50 años han expulsado a muchos que tú conoces. Igual fueran Nobel encantados con el dulzor de la metáfora revolucionaria, que prepotentes y célebres mafiosos, rusos, o poetas yumas con notoriedad, aullidos revolucionarios y demasía en plumas. ¡Fuera!
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Hay que tener en cuenta de una vez lo aprendido.
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Todo aquél que se tire el rollo de la democratización de la isla y el apoyo abiertamente a los disidentes en Cuba, será expulsado, no llegará.
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¿Por qué se sigue diciendo antes de hacer?
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El turismo puede acarrear a los cubanos también un mensaje transformador, de amigo. Una voz diferente, capaz de llevar información y una inevitable analogía. Nadie quiere vivir mal eternamente por propia voluntad. Tampoco los cubanos que en Cuba están.
Insistir en la necedad de una confrontación, creo ya lo he dicho, ¿no? Perdón entonces si me repito: es una estúpida e irresponsable manera de seguir obviando lo que importa. Y lo que importa más es que de una vez exista una fluída armonía entre esto que vivimos y lo que viven en la isla.
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Aunque se equivocan aquellos que presuponen la retirada del Ministro español, su esfuerzo por tocar el corazoncito de los Castro. De que comprendan.
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Ratón de Diplomacia, lleva muchos años en las oficinas de Exteriores. Conoce de sobra los caminos que pueden resultar más fáciles y seguros para presionar al gobierno cubano. Y estos caminos se verán más despejados con la inminente presidencia española de la Unión Europea. Un monstruo que pese a la poca vida que le vaticinaron, va sobre ruedas: con los conflictos de intereses propios de una variopinta congregación de países. Pero ha podido enfrentar a los dos grandes colosos de la economía global: EE.UU y China. ¡Como vienen esos narras fusiladores! ¡Cómo hay!
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Lo evidenció hace apenas unas pocas semanas, cuando el caso Aminatou Haidar. Él sabía, Moratinos, por supuesto, que una llamada, una simple llamada de nuestro monarca, Don Juan Carlos -le estoy encontrando un puntico a ser monárquico. Y da caché- Bueno, que con solamente Moratinos solicitar la participación de su majestad hubiera sido más que suficiente.
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Pero Moratinos se las vio canutas: aunque se sacó el As que siempre lleva, como el diplomático de pura cepa que es, debajo del sudado sobaco.
Y en últimas apeló a su otro yo: llamó al inefable Super-Sarkozy, en francés, pues el señor Moratinos maneja esa lengua fluidamente y practica a diario en casa con su señora francesa: no sabe ná el Ministro.
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Y no es la misma presión, ni la misma influencia en el reino magrebí. ¡Los franceses sí que fueron y son una super-potencia! Y en Marruecos, mucha África, el francés se habla naturalmente como un ejemplo vivo de transculturización. Y no es que lo diga yo, es que la señora Haidar, luego de la charla entre Mohamed VI y Sarkozy, enseguida regresó a su casa.
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Igual de importante fue el trabajo del ministro español cuando el secuestro del Alakrana, un barco de pesca Vasco. Con una oposición haciendo de un tema tan delicado la pachanga mediática que acostumbra, el señor Moratinos tuvo que pedir discreción en más de una ocasión. Aun así, y otra vez con mucha colaboración francesa y de Estados Unidos, logró traer de regreso a toda la tripulación, 35 hombres, salvos y sanos. ¡Y sin que el gobierno pagara ningún rescate!
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Pero sí sabe Moratinos que con Cuba no se juega, y si se hace es con cuidado. Por ello seguramente apelará a sus dotes de negociador. Y como mínimo, otros tantos podrán llegar a distantes riveras, al cerdo y a la celulitis: a luchar por la libertad de Cuba, que vi decir en un lamentable y muy triste vídeo hace muy poco.
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Quiero, para concluir, compartir una observación, lo mismo alguien que lea puede opinar, y estar mejor situado. Yo estoy notando, desde hace un buen rato coincidente con la llegada de la bloguería por cuenta propia a la isla, y agudizado con la presidencia de Mr. Obama. Que un velado anhelo porque se forme otro Maleconazo, algún Mariel o Camarioca con el que salir de una visible y creciente masa inconforme, insisto, cada vez más palmaria, se produzca. Un -otro- tubo higiénico por donde sacar de las prisiones cubanas, tan parecidas a las de África subsahariana por cierto. A otros cientos, miles de desdichados, hombres justos… y delincuentes.
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Esas turbas de pueblo enardecido arrollando a personas, halando moños, tirando manotazos, escupitajos, cercando casas: mismos insultos de tiempos bien conocidos. Mítines de repudio y en fin… la solución siempre fue la misma…
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Lo huelo como los perros satos a la lluvia: deseosos como siempre han vivido de la épica y el choque, los viejitos guerrilleros que gobiernan en Cuba, jamás, pero jamás, le darán la mano al vecino. Ni aunque por ello pierdan las suyas. Si algo aprendieron, es lo rentable del enfrentamiento. El pretexto añadido para meter en la cárcel a todo el que no esté de acuerdo con ellos, que automáticamente por óptica y morfología del espanto, recordando aquel inmenso adjetivador que fue, sigue siendo, el maestro Pablo de Rokha, pasa a ser cualquier persona de bien que llanamente no esté de acuerdo con tanta heroicidad revolucionaria.
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Aunque esto es una impresión personal, solamente eso.
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-Foto: Playa la Perla. Cayo Sta. María. Tomada de la Web.
Foto de Chago: Pablo Díaz.
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