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Dos poemas (inéditos) de Luis Felipe Rojas
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EN LA GOLETA Y EN LA BALSA
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EN LA GOLETA Y EN LA BALSA
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El Mauritano traía la encomienda en bolsa de atrapar
el odio. Ya nunca tendrás la filosa podredumbre
para decirte que has llegado.
El Mauritano traía la encomienda en bolsa de atrapar
el odio. Ya nunca tendrás la filosa podredumbre
para decirte que has llegado.
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Tendrás al alcance de la mano el speed way que
montaron para ti. Una ruta hecha jirones, cabeza
dislocada que tuerce y no regresa. Aún no sabes la
importancia de un atajo a la escondida. El Mauritano
que vivía cerca de nosotros tuvo listos los mensajes,
la provechosa contracción de sus acciones; desliz de su herencia.
Como un advenedizo, pongo mis pies en la tibieza
del asfalto en la mañana.
Tendrás al alcance de la mano el speed way que
montaron para ti. Una ruta hecha jirones, cabeza
dislocada que tuerce y no regresa. Aún no sabes la
importancia de un atajo a la escondida. El Mauritano
que vivía cerca de nosotros tuvo listos los mensajes,
la provechosa contracción de sus acciones; desliz de su herencia.
Como un advenedizo, pongo mis pies en la tibieza
del asfalto en la mañana.
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Habrá un cuchillo en el hueco de la puerta. Hueco
en la mano. Sangre que barbulle.
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Sombra en el portón.
Habrá un cuchillo en el hueco de la puerta. Hueco
en la mano. Sangre que barbulle.
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Sombra en el portón.
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RAZA ABIERTA
RAZZIA ABIERTA
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RAZZIA ABIERTA
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Nos persigue esa mancha de carbón en la pared. El
barbitúrico abisinio importado en la cuaresma
empotrado en los muros del mesón vecino. Nos
persiguen brebajes para desarmar a una bestia
potencial que no seremos.
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He preguntado en el sondeo abierto la ración
de luz que me toca y no me dieron. Me pregunto
el trazo carbonero manchado en negro hecho
himno de seguir y perseguir y no responden. No
hay más luz que el redondel/agua/negra/negro
círculo de tiza clandestina/oscura ventilación
que me amordaza y sigue trazándole un
camino a la horda festinada sin la cabeza ofrecida
a la picota.
Nos persigue esa mancha de carbón en la pared. El
barbitúrico abisinio importado en la cuaresma
empotrado en los muros del mesón vecino. Nos
persiguen brebajes para desarmar a una bestia
potencial que no seremos.
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He preguntado en el sondeo abierto la ración
de luz que me toca y no me dieron. Me pregunto
el trazo carbonero manchado en negro hecho
himno de seguir y perseguir y no responden. No
hay más luz que el redondel/agua/negra/negro
círculo de tiza clandestina/oscura ventilación
que me amordaza y sigue trazándole un
camino a la horda festinada sin la cabeza ofrecida
a la picota.
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Brebaje de dormir y no callar.
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Sonido/ el agua oscura de mi cuerpo.
Brebaje de dormir y no callar.
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Sonido/ el agua oscura de mi cuerpo.
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Luis Felipe Rojas Rosabal, San Germán, 1971. Tiene publicados los cuadernos Secretos del Monje Louis, Edic. La luz-Edic. Holguín, 2001; Animal de alcantarilla, Edic. Ácana, Camagüey, 2005 y Anverso de la bestia amada, Col. Calendario 2006. En 1998 obtuvo el Premio de Poesía de la Revista Revolución y Cultura. Ha publicado en revistas nacionales y extranjeras, como Encuentro de la Cultura Cubana y La Gaceta de Cuba. Por su acción contestataria ha sido censurado y repudiado por las autoridades de su país. En la actualidad se mantiene como periodista independiente.
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Otros poemas de LFRojas, Aquí.
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la oscuridad dentro, el desamparo fuera, ¿dónde la luz, dónde el calor?
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