jueves, 26 de junio de 2008

Carta de Octavio Armand (Dossier Armand) Final

---
-----
-----------------Carta de Octavio Armand
--- ---



-----

16 de junio, 2008, 1:02 pm

Santiago de Cuba:

Te tuteo por primera vez para que el verbo mismo muestre que te siento cerca, como ya te lo había dicho a raíz del poema que días atrás enviaste. Has sido muy atento y cariñoso conmigo, lo cual agradezco profundamente. Lo que haces ahora en tu blog, seguramente con la complicidad de dos queridos venezolanos, me sorprende y me honra. Para no volver a usar la palabra gracias, solo digo que ojalá pueda merecer siempre tu amistad y la de esos jóvenes venezolanos.

Celebro que intentes disipar nubarrones. A mí siempre me ha gustado tender puentes, ser un puente. Al cabo de los años, se suele perder espontaneidad y la voluntad, a veces ingenua, de deshacer nudos. Toda mi vida he sido espontáneo e ingenuo en este sentido. Así que alabarte por esto sería casi impúdico, pues oblicuamente me estaría alabando a mí mismo. Pero quiero que llegues a los cien años sin soledad y con el reconocimiento de quienes hayan cruzado tus puentes.

Ahora sé de dónde venían las inexactitudes. Las distorsiones de la memoria se deben al tiempo y a las conjeturas que uno se plantea en el vacío, conjeturas que uno luego supone y hasta jura que se basan en hechos. Han pasado casi cuatro décadas desde aquel día que vi a Kozer por primera vez. La zanja que se creó, como sostengo en la entrevista -- y cuyo contenido reitero -- no se debió a nada muy específico: sospecha de que aquellos jóvenes poetas eran comunistas, por ejemplo. Fue algo más difuso. ¿Una ambigüedad que percibí allí? ¿Un si es no es? No sé, algo en aquel ambiente a mí me resultó poco atractivo y me aparté. Eso fue todo lo que pasó. Es decir, nada.

Como se ve en la misma entrevista, yo he tenido amigos de todo tipo, entre ellos comunistas. Salvador y Carlos lo fueron; luego cambiaron, no por las muchas conversaciones conmigo sino porque eran capaces de afrontar contradicciones y tenían la entereza de reconocer errores y rectificar.

Celebro que José Kozer también esté desatando nudos. Pero tengo que referirme a unos detalles que resultan borrosos. Sobre todo un par de ellos que atañen a personas que ya no están entre nosotros. Ojalá se pueda pasar la página de una vez y por todas.

Cuando me alejé de Kozer aquel día, y esto se lo dije a él en Caracas, jamás hablé de él con nadie. Ni bien ni mal. En cierto sentido mi actitud fue mucho más tajante, tal vez más ofensiva que la suya: la indiferencia. Nunca hablé del asunto, aunque el transcurso de los años mostraba que mi persona suscitaba resentimientos por parte de alguna gente.

1) Cuento con varios amigos del entorno de Octavio Paz, aunque desde hace años no estoy en contacto con ellos. Jamás en nuestras conversaciones se mencionó a José Kozer. Jamás fue mencionado por Octavio Paz. Tampoco por mí. Si hubo tal actitud por parte de algunos mexicanos, no nació ni creció de una lengua viperina que nunca he tenido. Cuando tengo diferencias que me espolean, hablo de frente y en voz alta, lo cual me ha costado broncas y un par de puestos.

2) No sé quién sugirió al poeta Santos López que invitara a Kozer para un encuentro de la Casa de la Poesía caraqueña. Ni quién lo alertó de que esto pudiera provocar ronchas en Octavio Armand. Santos López es un amigo muy querido, con quien he hablado del paraíso y el infierno. Pregúntesele si yo jamás le hablé de Kozer antes de su presencia en Caracas o después. Cuando Santos, en mi casa, tuvo la gentileza de consultarme acerca de alguna objeción mía a la posible invitación, le dije que ninguna. En absoluto.

3) Yo estaba citado con un poeta mexicano el día que me encontré con Kozer por segunda vez en mi vida. Solo lo supe entonces: el mexicano era amigo de Kozer. El estaba sentado en la mesa del mexicano y sabía que me iba a aparecer. Yo no fui a verlo a él ni a aclarar la situación. El estaba ahí y yo también. Conversamos, tal cual lo relato en la entrevista. Y pasamos, lo afirmo yo también, unos momentos agradables.

4) Ultima aclaración. No creo haber hablado de mi padre con Kozer, aunque es posible porque mi padre siempre ha estado cerca de mí. En todo caso, no lo pude haber hecho en los términos que se señalan. Por dos motivos: (1) jamás utilizaría el nombre de mi padre como mampuesto para resolver un problema.mío; (2) mi padre no tenía odio al comunismo ni a nada ni a nadie. Era una persona muy apacible. No era político. Por lo tanto no era antinada. Sí profundamente cubano. Por elemental decencia, por dignidad, se opuso a la dictadura de Batista y luego a la de Castro.

Conjeturas, hipótesis, opiniones, valoraciones, corren por cuenta de cada quien. Los hechos, no. Por lo menos hay que evitar someterlos a distorsiones que solo enturbian un asunto que por lo visto todos queremos despejar.

Así sea.

Gracias a José Kozer por sus palabras. Que tome nota de lo que digo para que, si así lo desea, busque sus enemigos por otra parte. Anoto con beneplácito que ha asumido de manera franca su añeja y ahora superada hostilidad hacia mí.

Gracias a ti por el puente. Gracias a todos por todo.

Un abrazo,

Octavio Armand-----
------

Nota Efory Atocha de Agradecimiento:

Quede mi agradecimiento para todos los que han participado de este modesto acercamiento al escritor guatanamero, Octavio Armand. Hubiera sido casi imposible sin la complicidad de José Antonio Parra y Leonardo Rodríguez. Ellos me ayudaron a redondear la parte venezolana que inevitablemente lleva Armand. Gracias a Claudia H. Gaona, quien con brevedad y apuros de tiempo entregó en fecha señalada. Para el
samurai favorito de Octavio, Jorge Ferrer, quien además dio cobertura mediática, muchas gracias y quede claro que siempre estuvo dispuesto devolver su postal. Para la maga-Magally, quien sin quererlo me ayudaba a confirmar mis teorías culinarias a cerca de la poética Armand. Quien dio luz y salsa.
Para Victar Batista, por la generosidad y la rapidez en sus respuestas.
Gracias para maese José Kozer, el primero en entregar texto, creo no pasaron ni tres horas.
Muchas gracias a los que están en estos momentos escribiendo sobre Octavio Armand, los trabajos serán publicados más adelante.

A los que pasaron,los que llegarán: gracias.

Para Octavio Armand mi agradecimiento personal, los deseos de que su obra nos abunde.

--------L. Santiago Méndez Alpízar / Chago
En Madrid / 26 / 06 / 08. Atocha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario