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Obama: el primer meandro
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Por L. Santiago Méndez Alpízar
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A los cien y pocos días de gobierno, Obama se encuentra el primer meandro, la primera enrevesada curva donde el cauce del río político, la posible normalización de relaciones con Cuba parece innavegable. A primera vista todo indica que los voceros del imposible tienen razón, nada hay que hacer con los Castro. El presidente y general Raúl Castro ha dicho por su parte, también, nada de gestos ni marumacas que tengan que ver con decisiones internas. Que si hay canje de presos será por los 5 espías condenados en EE. UU.
Habrá que dejar claro igualmente, que muchos hemos estado totalmente conscientes de que muy poco, o nada, haría el presidente cubano. Y en ello va un pequeño y sutil matiz; se notarán el desfase, el anacrónico discurso de nuestros caudillos. Se está notando, y mucho.
Y no es exagerado aseverar que por primera vez en estos últimos 50 años, el mensaje de amistad y respeto de un presidente norteamericano ha calado en las gentes en la isla. En Cuba Obama es bien recibido, a los mulatos y negros, que son mayoría, les ha dado confianza, orgullo. Le ha asegurado al pueblo cubano que podemos mantener otras relaciones, que ello es posible en libertad. Y claro que el general tirará de datos y prohibiciones, claro que cazoleteará y pondrá en firme hasta el último recluta. Claro que encontrará razones para hacerlo, también.
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Razones que ha brindado el vecino grande y prepotente que ha sido los EE. UU en su historia con nuestro país. Razones que hasta en la médula del exilio más duro, incluso, hallarán espacio. ¿Cuándo va a entregar Estados Unidos, devolver, el trozo de isla que es la Base Militar de Guantánamo?
Más que entrar, ahondar en el abismo, el señor Barak Hussein Obama, su gabinete de gobierno, debería profundizar en el posible diálogo. Los mejores embajadores que puedan mediar serán los más de dos millones de cubanos que viven en La Florida. En definitiva, de Obama seguimos esperando mucho los que entendemos que la reunificación familiar es la clave, la piedra angular para cualquier cambio en Cuba.
sí que llevas algo de razón, aunque noto cierta tendencia a dulcificar, chaguin
ResponderEliminarConcuerdo contigo la familia es la parte que más duele en ese meandro. Abrazooos Hablaneros
ResponderEliminarSaludos y gracias
ResponderEliminarMuy buen texto Chago, como todo lo tuyo. Qué viva el dialogo!
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