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Una mujer palestina lava ropa en un barreño en un centro de ayuda de Naciones Unidas | ||
La población de Gaza, atacada a diario, sobrevive bajo mínimos
-Trabajadores humanitarios, residentes y personal médico dibujan un panorama sombrío de la supervivencia en la franja de Gaza, con los aviones de combate israelíes bombardeando a diario y una población que teme ser invadida en cualquier momento.
Las aguas residuales se estancan en las calles de Gaza, el precio del pan se ha triplicado en la última semana y los médicos temen operar por si hay cortes de luz y nunca saben si tendrán anestesia para la próxima intervención.
Max Gaylard, coordinador de un programa humanitario de la ONU en los territorios palestinos, describe una situación de emergencia: "Las escuelas están cerradas, la población se queda en casa, faltan alimentos... los hospitales y clínicas están absolutamente colapsados". "De media hay un ataque aéreo cada 20 minutos y se intensifican de noche", añade Gaylard, quien precisa que los lanzamientos de cohetes palestinos a Israel "es indiscriminado y van en aumento".
La mayoría de las casas sólo tienen agua corriente una o dos horas cada cinco días y la electricidad es aún más escasa puesto que a la única central eléctrica que existe en la franja ya no le queda combustible.
La ONU denunció que no quedan alimentos en los mercados. "La situación actual en Gaza es espantosa y escasean numerosos alimentos básicos", aseguró Christine van Nieuwenhuyse, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU en los territorios palestinos. Se necesitan unos 9 millones de dólares (6,4 millones de euros) para "responder a las necesidades alimentarias" básicas, calculó la funcionaria en un comunicado divulgado en Roma, sede del PMA.
"Para aliviar el sufrimiento de las familias que viven cerca a las zonas afectadas por los conflictos", la agencia onusiana dispuso "un programa de distribución urgente de pan en Beit Hanun" para 3.000 familias.
"Ahora es desesperante. Las canalizaciones fueron voladas y hay todo tipo de residuos por las calles. Hoy hubo un funeral y llevaron el cuerpo por las calles que desprendían un olor muy desagradable", explica a la AFP Hatem al-Aynun, residente en Beit Hanun.
Esta ciudad de más de 20.000 personas, próxima a la frontera donde las fuerzas israelíes se han concentrado en masa, ha sido objeto de repetidos bombardeos. Israel considera que desde ella se lanzan muchos cohetes hacia el territorio hebreo.
Según un informe publicado el viernes por la ONU, las principales cañerías de agua y aguas residuales en Beit Hanun fueron bombardeadas cinco veces en las últimas 48 horas y siete pozos fueron "gravemente dañados y no pueden reconstruirse por la continuación de los bombardeos".
En la franja de Gaza hay 1,5 millones de personas, el 80% de las cuales depende ahora de la ayuda alimentaria. Menos de una veintena de panaderías continúan abiertas, aunque casi no pueden producir por la falta de harina y gas. Pese a las recomendaciones de Hamas, algunos comerciantes aprovechan los ataques para aumentar los precios. Algunos pagan por el pan hasta el triple de lo que costaba hace una semana.
"Hay colas de hasta tres horas para conseguir pan, pero si falta la harina, la gente se queda sin nada", asegura Parek Babra, que trabaja para la ONG Relief International. "Muchas personas están ahora almacenando alimentos: latas de conserva, aceite y cualquier cosa que pueda ser necesaria en caso de invasión (terrestre por parte de Israel), aunque personalmente creo que no va a suceder", opina. "No ha habido gas de cocina durante dos meses. En el mercado negro cuesta 10 veces su precio normal", denuncia.
"Hay mucha gente que no puede comer todos los días", declara por su parte a la AFP Mohamed Ali, trabajador de la organización Oxfam.
La media docena de hospitales de Gaza no puede hacer frente a la avalancha de pacientes y los cadáveres desbordan las salas habituales y se amontonan en los pasillos. En el principal hospital de Ciudad Gaza se producen cortes de energía de al menos 20 horas cada día. Los quirófanos funcionan con la ayuda de generadores eléctricos de emergencia. "Aunque nos han llegado medicamentos en los últimos días, no hay suficiente anestesia", asegura un médico bajo el anonimato del hospital de Shifa.
La ONU calcula que un millar de aparatos médicos han quedado inutilizables en los hospitales de Gaza en el último año y medio debido al bloqueo israelí y a los ataques aéreos de la última semana.
Parek Babra resume la situación de los habitantes de Gaza: "No tenemos nada, necesitamos de todo".
Un Reportaje de AFP, Aquí.
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