martes, 29 de noviembre de 2011

Elena Tamargo (La Habana,1957-Miami, 2011) poemas

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Tres poemas (inéditos) de Elena Tamargo
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El último poema del año del alma

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------Soy sólo un trueno de voz sagrada
------Stefan George
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El año en que amaba

alguien tenía mis ojos

los llevaba en las manos como anillos

como pedazos de zafiros

los cuidaba desde que se habían cerrado.

Él ganaba y perdía, pero no se asomaba a las ventanas

guardaba lo demás como mis ojos

las actas, su nombre, la peor de sus horas.

Los tulipanes en Moscú lo habían decapitado

y desde entonces bebíamos juntos leche negra del alba.

Bebíamos y bebíamos

del cántaro y del cráter

y también de mi mano,

mas lo que ahora se hunde, a quién le pertenece

rosa de quién si nadie me moldea,

fuimos serenos floreciendo y ya

rosa de nadie.

Quiero mejor ser leña de un hogar

y calentar la leche de los niños,

porque esos ojos míos del ochenta y siete

que él cuidaba

están bajos

llorando

cansados de no poder dormir en las camas donde nos acostamos

ellos y yo

a vivir del esplendor

cuando la luz se enciende

o cuando se derriten los corazones de oro

de los niños

que beben la leche negra del alba.

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Poeta sin tumba

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---------Me levanté y regrsé a casa, a la palabra

--------Hilde Domin

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Las plegarias no sirven

el dios rehúsa

ve morir a los hombres

y va labrando su sueño.

El poeta camina cargado de dolores

suavemente murmura: no me olviden.

Tenía como todos sus días ya vacíos

un dolor profundo y suyo

mas no palidecía.

Oyó lo que la tierra sorda dice.

No sabía rezar.

Había bebido la sangre

y la imagen que había en la sangre.

Reza, Señor, reza tú, --solía decir--, estamos cerca.

Iba al abrevadero

y derramaba sangre.

Había días para la vida baja

el murmullo de amor como un lamento

y lectores asesinos de hombres y elefantes

que esperaban de él, tranquilamente, el balbuceo

una amarga fatiga de palabras

porque también jugó tranquilo a las palabras.

Se agitó como el fuego que raja las montañas

y se fue.

Febrero por la tarde ahora es hace tiempo.

Está ahí con las flores.

Cavamos él y yo una tumba en el aire.

Caven el aire más profundo, y canten –gritaba--

canten con más tristeza los violines, y suban como
humo a la tumba en las nubes
que se ha muerto un poeta

inasilado- inarchivado- inasistido

sin lápida- sin tumba- sin ciprés.

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La muerta

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Teníamos en común algunas cosas: comíamos la sobra de los pájaros;
compartimos el vino y las almohadas;
escogimos el nombre de Nazim y el aire para poner las tumbas;
él no creía en dios porque ya lo había visto;
teníamos amuletos: las palabras;
ahora yo soy la muerta y él escribe estos versos.

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ELENA TAMARGO: La Habana, Cuba. Premio de Poesía de la Universidad de La Habana, 1984; Premio Nacional de Poesía “Julián del Casal”, de la UNEAC, 1987. Germanista y Filóloga; Doctora en Letras Modernas. Académica, ensayista y poeta. Traductora de la obra de F. Hölderlin. Entre sus libros de encuentran: Sobre un papel mis trenos, Habana tú, El caballo de la palabra, El año del alma, Poesía de la sombra de la memoria y Bolero, clave del corazón. Después de una estancia en Rusia y otra en México, ahora vive en Miami.

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Otros textos de Elena Tamargo en Efory Atocha, Aquí

Foto y ficha tomadas de la Web.

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-Publicado aquí el 13/05/09.

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