martes, 9 de marzo de 2010

En favor de la vida, de la diferencia

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En favor de la vida, de la diferencia
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Por L. Santiago Méndez Alpízar / Chago
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Regresan los tópicos de los testaferros y limpiadores de imagen del gobierno de los Castro brother´s. Regresan, no, siempre han sido los mismos, de ahí que sean tópicos, claro. Es que ya hablar del tema, creérselo, cuesta lo suyo.
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Más si en par de folios tan mal escritos se reúnen las manidas ofensas e intento de desacreditar al oponente llamándole contrarrevolucionario, vendepatria, loco, gusano, agente al servicio de los Estados Unidos...llover sobre mojado.
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¿Cuál mercenario en la historia toda realizó un ejercicio suicida para exigir justicia, comprensión, respeto, dignidad?
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¿Quién que no fuera colocado en el extremo elige morir?
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No comparto el sacrificio de Fariñas ni el de nadie que valore menos su vida que la de algo tan poco afable como es la patria.
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La patria nuestra, por cierto, que cada cierto tiempo hay que brindarle algunos corazones humanos: filicidio para menguar la sed de sangre con ferocidad saturnina -saturniana- de la que puede presumir tamaña islita.
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Enfermo de nacionalismo el cubano.
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Viciado por una historia muy reciente repleta de épica, poca chicha.
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Otra vez pienso en los versos de Piñera y la juventud de nuestra patria como una certeza. La poesía, los poetas, a veces son realmente capaces de sellar un tiempo en muy pocas imágenes, palabras. La poesía lo es todo.
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La cruel atrofia politiquera que seguimos padeciendo, así, como propósito de acero cortante, fiero destino. Pero sin concesiones. Sin rumbo claro, casi a ciegas, pero armada hasta las cejas la patria toda: hambrienta de sus hijos tanto como ellos de filetes prohibidos.
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Sin hospitales en condiciones ni medicinas y con los médicos fuera del país.
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Lumbre de la esquina para tener los familiares apagones, la constante ecasez.
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Únicamente en los clichés tan cacareados como obsoletos se reconocen estos viejos guerrilleros y sus inefables articulistas. Tarde, sin embargo para enfrentar una dinámica peligrosa. Y con la que por primera vez se chocan, dicho sea de paso. Porque es ley de vida, y todo cambia.
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Continuar pensando que por la fuerza se controla la voluntad eternamente es tan peligroso como lo que genera la propia situación del individuo en cautiverio; ya comienzan a recoger el fruto de lo que han sembrado en cárceles inhumanas y con trato históricamente tan represivo. El nulo respeto por la diferencia que muestran las autoridades cubanas acarreará más temprano que tarde muy graves consecuencias, más.
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De cumplirse el deceso del periodista Fariñas, por desgracia muy probable, ya él mismo dijo que otros tomarían el relevo, hasta que fueran atendidas sus exigencias: la más complicada es justamente que los reconozcan como oposición, como verdaderos presos de conciencia que son muchos, y que como tal los traten. Algo que es tan evidente como poco posible a juzgar por las declaraciones del inefable Canciller cubano, tan alejado de cualquier posible analogía con la realidad del país.
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¿Qué harán las autoridades revolucionarias si se cumple con lo dicho por Orlando Zapata y continuado ahora, entre otros, por el periodista independiente Coco Fariñas?
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¿Cuántos muertos necesita el gobierno revolucionario de Raúl Castro para tener en cuenta a estas personas?
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¿Quién escribirá la próxima alharaca difamatoria contra el que siga el camino que ha hecho visible al mundo la confrontación vigente en Cuba?
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Sanguinario futuro y presente cruel; mira que llegar a morir para ser escuchado.
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3 comentarios:

  1. En cierto modo, me solidarizo con los huelguistas: pero eso no va aninguna parte. Y es muy posible que se mueran todos sin que el gobierno les escuche. Tu decias algo clave en el asunto, y se trata de la obligacion de no reconocer la decencia de estas personas. De lo contrario el mundo entenderia la situación real. No se, pero es complejo, y como bien dices, novedoso. No porque fuera de ahora lo de las huelgas, no. Si por el interes mediatico y la vejez de la revolucion y sus lideres revolucionarios.

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  2. De verdad, hermano, que me conmoviste. Es la prueba de que la poesía va de la mano del civismo. Cierto es que se hace duro ver a estos valiosos hombres inmolándose por la patria y su libertad, pero aunque el momento lo ordena, y quizás ellos han olfateado los tiempos, me parece excesivo y extremo, porque los necesitamos para los nuevos tiempos, sobre todo un Coco Fariñas, con esa lucidez y valentía, para asumir la crítica y contestarles a los castristas donde más les duele. Estamos frente a uno de los momentos de densidad patriótica más grande en Cuba, como aquellos días de 1868, en que los criollos se lanzaron a la manigua, y no aguantaron más. Me alegra leer un texto tan contenido y desbordado a la vez, con un lirismo civil y una fuerza impresionante, como lo que requerimos para que todos comprendan y se sumen a esta contienda por la libertad total. Abrazos y saludos, Josán Caballero.

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  3. Saludos amigo, gracias por tus comentarios.

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