«El olor del monte me falta»
Alain Pérez, considerado el artista cubano que más ha aportado al flamenco, cuenta parte de su recorrido por la música.
Santiago Méndez Alpízar, Madrid
miércoles 5 de julio de 2006. (Entrevista publicada en el diario cubaencuentro)
Para cualquier amante o sencillamente aficionado al jazz que busque en la noche madrileña, obligatoriamente chocará con algunos nombres propios: Javier Masó Caramelo, Antonio Serrano, Pepe Rivero, Román Filiú, Alain Pérez, entre otros, pueden ser una buena referencia.
Sin duda, es este último uno de los nombres importantes en el panorama musical español actual.
Nacido en Manaca-Iznaga, en el centro de la Isla, Alain Pérez encarna la imagen del virtuosismo y derrocha cubanía por dondequiera que pasa.
Ganador del Premio Internacional a la Mejor Composición en el Festival de Jazz de La Habana (el premio lo concede la SGAE), en el año 2002, y con una labor de productor intensa (el último disco de la banda Habana Abierta fue producido por él), estas impresiones fueron compartidas después de verle durante incontables noches. Después de tener el privilegio de conocerle y admirarle.
Considerado el "músico cubano que más ha aportado a la música flamenca" y muy admirado por las nuevas generaciones, Alain Pérez cuenta parte de su recorrido por la música y nos invita a escuchar su último trabajo discográfico: En el Aire.
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Alain Pérez, considerado el artista cubano que más ha aportado al flamenco, cuenta parte de su recorrido por la música.
Santiago Méndez Alpízar, Madrid
miércoles 5 de julio de 2006. (Entrevista publicada en el diario cubaencuentro)
Para cualquier amante o sencillamente aficionado al jazz que busque en la noche madrileña, obligatoriamente chocará con algunos nombres propios: Javier Masó Caramelo, Antonio Serrano, Pepe Rivero, Román Filiú, Alain Pérez, entre otros, pueden ser una buena referencia.
Sin duda, es este último uno de los nombres importantes en el panorama musical español actual.
Nacido en Manaca-Iznaga, en el centro de la Isla, Alain Pérez encarna la imagen del virtuosismo y derrocha cubanía por dondequiera que pasa.
Ganador del Premio Internacional a la Mejor Composición en el Festival de Jazz de La Habana (el premio lo concede la SGAE), en el año 2002, y con una labor de productor intensa (el último disco de la banda Habana Abierta fue producido por él), estas impresiones fueron compartidas después de verle durante incontables noches. Después de tener el privilegio de conocerle y admirarle.
Considerado el "músico cubano que más ha aportado a la música flamenca" y muy admirado por las nuevas generaciones, Alain Pérez cuenta parte de su recorrido por la música y nos invita a escuchar su último trabajo discográfico: En el Aire.
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"Llegué en el año 1998 como director musical de la banda de Isaac Delgado, después de cuatro años viajando por Europa, América y un poco de Asia, pisando los mejores festivales de jazz y salsa de estos circuitos. Finalmente nos quedamos en España produciendo el disco La Primera Noche, siendo esta la experiencia más interesante que había tenido hasta el momento como arreglista en la dirección musical de un disco.
Tocar el bajo fue la oportunidad que tuve en ese momento para establecerme en La Habana y echar pa'lante, como un tren", comenta el músico de sus comienzos.
"Estudié guitarra clásica (en la Escuela Nacional de Arte) y me gradué. En numerosas ocasiones era el bajista en las descargas de la escuela. Los comienzos fueron duros. Soy de Manaca-Iznaga. Aprender a tocar el punto guajiro con mi primo Reguar, mi papá y mi abuelo no me costó tanto como llegar a Cienfuegos con 9 años y separarme de mi familia para cumplir aquel sueño. Tengo mucho que contar".
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Alain es de la generación que le tocó lidiar con la escasez y la lejanía. El llamado Período Especial y la "promesa" de encallar en la "Opción Cero" dejaba prácticamente en fuera de juego al país completo.
Tocar el bajo fue la oportunidad que tuve en ese momento para establecerme en La Habana y echar pa'lante, como un tren", comenta el músico de sus comienzos.
"Estudié guitarra clásica (en la Escuela Nacional de Arte) y me gradué. En numerosas ocasiones era el bajista en las descargas de la escuela. Los comienzos fueron duros. Soy de Manaca-Iznaga. Aprender a tocar el punto guajiro con mi primo Reguar, mi papá y mi abuelo no me costó tanto como llegar a Cienfuegos con 9 años y separarme de mi familia para cumplir aquel sueño. Tengo mucho que contar".
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Alain es de la generación que le tocó lidiar con la escasez y la lejanía. El llamado Período Especial y la "promesa" de encallar en la "Opción Cero" dejaba prácticamente en fuera de juego al país completo.
"En pleno Período Especial, unas cuantas veces tuve que dormir con maletín y guitarra en terminales y en carreteras a la hora que te quedabas 'botao'. Con hambre… pero nada de eso me apartó del camino. ¡Tenía bien claro lo que quería! Estudié el nivel elemental en el conservatorio Manuel Saumell, de Cienfuegos, y en la Escuela Vocacional de Arte Olga Alonso, de Santa Clara. En segundo año de nivel medio de la Escuela Nacional de Arte, Chucho Valdés me recluta para el volcán del caribe (Irakere) el sueño se me hizo realidad pero realidad virtual… ¡Imagina qué compromiso con 16 años! Ahí empecé a hacerme hombre".
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Desde su llegada, Alain Pérez se ha vinculado al mundo flamenco. Esto, que antes ya habían hecho otros músicos cubanos (Machadito, Pavel Urquiza, Gema Corredera, Luis Alberto Barbería, José Mestre, Caramelo, Fernando Favier), es lo que va a llamar la atención de los especialistas musicales en España. Tanto, como para ser considerado por la crítica especializada en el género "entre los mejores bajistas de música flamenca de todos los tiempos". El Niño Josele, La Tana, Enrique Morente, Paco de Lucía, son algunos artistas con los que ha trabajado y trabaja.
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Desde su llegada, Alain Pérez se ha vinculado al mundo flamenco. Esto, que antes ya habían hecho otros músicos cubanos (Machadito, Pavel Urquiza, Gema Corredera, Luis Alberto Barbería, José Mestre, Caramelo, Fernando Favier), es lo que va a llamar la atención de los especialistas musicales en España. Tanto, como para ser considerado por la crítica especializada en el género "entre los mejores bajistas de música flamenca de todos los tiempos". El Niño Josele, La Tana, Enrique Morente, Paco de Lucía, son algunos artistas con los que ha trabajado y trabaja.
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"Mi primera colaboración con un flamenco fue la de El Niño Josele. Grabé un tango y parece que gustó el ritmo del cubano. El flamenco cautivó mi sentido rítmico, los reflejos de la intuición y la expresión sincera del folklore. Como soy guajiro, sé qué cosa es tocar de 'guataca', es decir, de oído. También el lenguaje de los flamencos me resultó familiar. El Piraña (percusionista de Paco de Lucía) me enseñó el compás y desde entonces no he 'parao' de buscar el aire de este vacilón"
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"Demostrar respeto y transparencia a estos grandes me ha dado crédito en su música. La Tana, Montse Cortes, Enrique Morente, Paco de Lucía suenan flamenco cubano".
Con Paco de Lucía recién terminó la gira por toda la península y grabó el disco Cositas Buenas, donde tiene, además, un tema propio y un solo de bajo que acaparó comentarios.
"Paco tiene una personalidad fuerte pero no deja de ser una gente sencilla, humilde, que inspira confianza. Nos conocimos mediante Javier Limón, en su estudio para grabar Cositas Buenas. La primera impresión no fue fácil. Pero fue cogiendo color el asunto y terminé haciendo un solo en el disco y él (Paco) tocándome la clave cubana. Parece que le gustó porque ya vamos para tres años de gira por el mundo".
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Con el desparpajo que le caracteriza, Alain se reinventa (versiona) temas de sobra conocidos y los revitaliza. Así, En el Aire, su segundo trabajo discográfico, incluye un arreglo trepidante, sorprendente, de la Donna Lee de Charlie Parker, y se recrea con aire, cadencia envejecida, cantando un bolero inmortal: Convergencia, de Bienvenido Julián Gutiérrez y Marcelino Guerra.
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Las diferencias entre El Desafío, su primer disco, y, En el Aire, son notables:
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"Demostrar respeto y transparencia a estos grandes me ha dado crédito en su música. La Tana, Montse Cortes, Enrique Morente, Paco de Lucía suenan flamenco cubano".
Con Paco de Lucía recién terminó la gira por toda la península y grabó el disco Cositas Buenas, donde tiene, además, un tema propio y un solo de bajo que acaparó comentarios.
"Paco tiene una personalidad fuerte pero no deja de ser una gente sencilla, humilde, que inspira confianza. Nos conocimos mediante Javier Limón, en su estudio para grabar Cositas Buenas. La primera impresión no fue fácil. Pero fue cogiendo color el asunto y terminé haciendo un solo en el disco y él (Paco) tocándome la clave cubana. Parece que le gustó porque ya vamos para tres años de gira por el mundo".
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Con el desparpajo que le caracteriza, Alain se reinventa (versiona) temas de sobra conocidos y los revitaliza. Así, En el Aire, su segundo trabajo discográfico, incluye un arreglo trepidante, sorprendente, de la Donna Lee de Charlie Parker, y se recrea con aire, cadencia envejecida, cantando un bolero inmortal: Convergencia, de Bienvenido Julián Gutiérrez y Marcelino Guerra.
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Las diferencias entre El Desafío, su primer disco, y, En el Aire, son notables:
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"Es sencillo. La discográfica que produce El Desafío me firma para hacer ese tipo de música. Eso no quiere decir que a mí me guste tanto o más que cualquier otra… Estoy contento de haber hecho ese disco. Fue una ilusión tremenda cantar las canciones de mi papá, Graudelio Pérez, no porque sea su hijo, sino por el talento que tiene".
La diferencia de aquel disco con En el Aire es clara: uno es música cubana bailable y el otro latin jazz del que tú sabes. Son lenguajes diferentes sin dejar de coincidir en el fondo las raíces".
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La diferencia de aquel disco con En el Aire es clara: uno es música cubana bailable y el otro latin jazz del que tú sabes. Son lenguajes diferentes sin dejar de coincidir en el fondo las raíces".
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Rodeado de músicos con los que trabaja habitualmente: Javier Masó (Caramelo), Román Filiú, Pepe Espinosa, Kiki Ferrer, Geovanis Pico, Inoidel González, Pepe Rivero, Iván Lewis (Melón) y el más joven, Charly Sarduy —todos cubanos, "todos estrellas"—, En el Aire, es además, un vigoroso testimonio musical de un grupo de jóvenes radicados en España. Un aporte (a mi modesto entender) importante para la música cubana.
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"Quería en un momento del disco poner los pies en la tierra, tierra cubana. Con el propósito de defender y alimentar la historia. No es más que un homenaje a Miguelito Cuní, Chapotín, Arsenio, Benny Moré. Donna Lee es otro homenaje al inmortal Jaco Pastorius, el cual tiene un significado especial para mí",
En resumen: lo más importante de todos estos músicos es que, primero, estudiamos juntos en la ENA. Hemos compartido momentos buenos y malos. Somos un grupo de amigos que nos encontramos en este país y tenemos en común un millón de música. ¡Gracias a todos por estar unidos y apoyarnos como hermanos!".
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Como todo el que sabe que el camino no es llano, Alain Pérez continúa sin descanso. Atrás han quedado "los buenos y malos momentos". Hay que salir a por más. Su relación de ahijado de Celia Cruz le dio impulso para seguir fuera de casa. Tiene un disco nuevo de "funky con guaguancó y jazz" (así define En el Aire) y el "maldito" Andrés Calamaro le reclama para su gira española.
Con el mismo entusiasmo de siempre está listo para esperar su momento. Momento que inevitablemente llegará. Está llegando. Sin aspiraciones baladíes y sin desespero, Alain Pérez lo tiene claro:
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Como todo el que sabe que el camino no es llano, Alain Pérez continúa sin descanso. Atrás han quedado "los buenos y malos momentos". Hay que salir a por más. Su relación de ahijado de Celia Cruz le dio impulso para seguir fuera de casa. Tiene un disco nuevo de "funky con guaguancó y jazz" (así define En el Aire) y el "maldito" Andrés Calamaro le reclama para su gira española.
Con el mismo entusiasmo de siempre está listo para esperar su momento. Momento que inevitablemente llegará. Está llegando. Sin aspiraciones baladíes y sin desespero, Alain Pérez lo tiene claro:
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"El mercado español: no sé decirte, pero de los españoles: ¡tampoco! Mentira. Aquí, aunque parezca que no, cada vez hay más afición y público para esta música. Yo estoy muy contento a pesar de no entrar en 'Los Cuarenta Principales'. Es una condena estar fuera de casa, de mi familia, de mi gente, el barrio. El olor del monte me falta y a veces lloro para no ahogarme por dentro. Disimulamos y seguimos esperando que el mundo sea diferente y cambie".
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