Mientras Fariñas es nutrido

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Mientras Fariñas es nutrido

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Por L. Santiago Méndez Alpízar / Chago

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Ya casi me resulta imposible dejar a un lado algunos sucesos que nos agobian, día a día, como destino cortante: culpa a pagar por haber nacido en una isla en el Caribe en determinado tiempo.

Yo que pensaba que poniendo un poco de mar por medio ganaría para dejar a un lado en la memoria las carencias vividas, la vendita Cola del olvido, que nunca fue así. Menuda ingenuidad!!

Y de pronto te ves con la isla a cuesta: si alguno es capaz de empujarla, yo llevo la mía, sin barniz y con acento natural, origen.

De Perogrullo que eso destila en nostalgia y abunda en malestares, dolores. Tendrás que esforzarte por sacar -entonces- tiempo, poner pausa, reposo; hallar una nueva salida de la isla partida de donde un día partiste.

Llevo días pendiente del conflicto entre el señor Guillermo Fariñas y el gobierno, su presidente Raúl Castro. A la par del ayuno de Fariñas vinieron las marchas, golpiza...a las Damas de Blanco. Vinieron otros huelguistas y también terminaron con la inanición. Pero Guillermo Fariñas a día de hoy sigue siendo alimentado de manera asistida, no bebe, no come: y eso, digan lo que digan, pasa factura, alta.

Vino la famosa Carta que todavía usted puede firmar, y tantos ilustres ya han rubricado. -Yo, no. Yo no firmo más ninguna: al final siempre hay un rato de misterio con las autorías. Y como no soy muy creyente de la importancia de la autoría múltiple-fantasmal, sí de las ideas propias y asumidas, pues me ausento. Con la garantía por demás que no soy relevante ni ná.

Y porque no deja de ser curioso: para exigir el levantamiento del embargo, ahí sí que hay que poner condiciones, algunos peros, antes de firmar nada. O para reiterar la urgencia de una respuesta legal a las personas enjauladas en una base militar norteamericana en tierra cubana.

Igual para revisar determinados pasajes de la historia reciente, cuando aquello de la guerra fría, que ya comienza a quedarnos lejos a muchos, por suerte para otros. Sobre todo para aquellos a los que resulta incómodo contestar determinadas preguntas. O más singular aún: a ver si me explica alguien cómo se come el asunto. Sospecho que no hay político en la ciudad de Miami -ni en el exilio en pleno- que sea capaz de una convocatoria tan brutal como la de la señora de Emilio Estefan.

No comprendí si era una reunión de grupis de los señores Estefan, o los futuros Senadores de la Florida realizaban una de esas maniobras simbólicas, con el objetivo de dejar bien claro dónde está el power.

Y por primera vez sentí que Damas de Blanco puede ser una Marca Registrada. Como los pulóver de Orlando Zapata...

Sentí, que daño y que sucio la manipulación de los gestos valientes. De mujeres que llevan tiempo reclamando justicia para los suyos, caminando las calles de La Habana y ahora se les montan en sus destinos el manojo de oportunistas que están al acecho, desde hace ratón y queso.

¡Y mal hacen si no desprecian con rotundidad cualquier proximidad con personajes de la calaña de Posada Carriles! Mal hacen si su autonomía se ve mellada por ridículos envíos que manichean los camajanes que desde la otra orilla sí que saben cómo sacar lasca al asunto del dolor ajeno. (Cada vez que recuerdo que Obama negó una solicitud de 40. 000 000 de dólares para ayudar a la disidencia me dan ganas de llorar)

De pronto reverdece un discurso de sobra conocido, siempre a punto de extinguirse, pero duro como el Jiquí, más. Aquello donde nada de lo vivido fue importante, nada de lo aprendido, nada de lo que alguna vez nos hizo como personas.

Ya no la negación; ahora lo que se impone es la introducción a una supuesta "apertura liberal": un regreso de los poderosos a la isla. Un acomodamiento de alfombras y para ello salen rápidamente los tarugos, no los pejes gordos; esos se reservan para cenas con artistas mediáticos y presidentes verdaderamente importantes. A esos no los vemos a penas, pero son determinantes.

Una avalancha de prosperidad que llegará a la isla gracias a personas altruistas y millonarias que retornaran y en 6 meses reconstruirán el país. Más o menos así. Los burgueses cubensis tornarán de las manos bien intencionadas del capital made in USA, y, ¿a qué más?

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Foto tomada de la Web.

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