miércoles, 30 de abril de 2008
Para la semana entrante ya creo que podré retomar las publicaciones y de paso quedar bien con más de un colaborador, de esos que tanto honor me hacen al dejarse caer por los humos de mi Efory Atocha. Hasta pronto.
Santiago Méndez / Chago
jueves, 24 de abril de 2008
"Ramón Fernández Larrea: Poemas e Invitación"
Tres poemas inéditos de Ramón Fernández Larrea, (Bayamo, 1958)
-----SALUTACIÓN DE OCHOSI
-----la palabra palíndrome la más sangrienta contubernio
la palabra poder que huele a lejanía
la que cercena y se posa en las ramas
otra que me dijeron al borde del mar
la palabra imposible oreja no respires
la que te aprieta en un zapato marrón
la palabra enemigo la malapalabra enemigo
la dolorosa palabra enemigo
como una lanza un dardo en la oscuridad del planeta
el bisturí que poda tus razones
y con ella
el nido de ave libre que te ampara
la palabra distancia con su costado enfermo
la palabrita carta que no llega
o llega balbuceando con el amor ya viejo
la palabra peligro esa que pone cepos
alambradas enormes ante el sol
y renuncia y confianza y dignidad
como vestidos de una rancia tela
despedazada humeante por la ciénaga
de quien la pone en vientre ajeno
la palabra jamás
que debe ser tachada
de la garganta de los reptiles
la palabra sudario la palabra extranjero
cuando hay caminos que llevan al hombre
y si no llevan la ilusión alcanza
la palabra vecino la palabra alcatraz
que sobrevuela a los marinos
la palabra traidor esa grotesca navaja
la palabra estoy solo la palabreja adiós
hierbas de cruel incendio malparidas
y las otras que inventa la muerte
y esta mañana no las sé
encerrado en mi selva
con una luna que gotea.
-----
-----NO EBRIOS
-----se ruega a los hombres que dejen de arder
se les conmina a lanzar su memoria
lejos de los tizones y si en esos recuerdos
vienen mujeres o dolor no entren
se le ordena a ese andrajo que se ha lanzado a zigzaguear
que pare en firme y se quite las alas
las carreteras no son para el vuelo
las mesas están preparadas para la tristeza
es allí solamente que se permite llorar
junto a un vaso el cenicero una luz azul que muerde el corazón
el gobierno se compromete a mantener la penumbra
a amenizar los desgarramientos con tangos y boleros
a romperle las cartas que no indiquen precisamente desamor
se indica en los carteles que la felicidad ha de cumplir normas y horarios
inscriba en esta planilla su amor perdido
su hijo lejano su madre casi muerta
el número de algo realmente imposible
llámese hambre o cielo nómbrese del tamaño que sea
tenemos una oferta bastante especial para cadáveres que no cesan
las pasiones de infancia irán aparte cuidamos la clientela
favor no mezclar recuerdos y deudas
se nos hace difícil clasificar penas y olores
sugerimos que no se llegue al extravío
nuestra misión es que pueda sufrir con absoluta tranquilidad
siempre en ligeras dosis siempre dejando un hueco al prójimo
se sugiere con absoluta convicción
que admitimos sólo a quienes cumplan lo previsto
la desesperanza ha de tener un orden lógico
beodos hijos de la noche hombres tristes
ligeramente desgarrados
prohibido protestar cuando cerremos
el patrón les regala esta ronda
se ordena que regresen mañana o pasado
con un desgarramiento mejor.
-----
-----MINIMALISMO
-----yo te quería
tú ponías de tu parte
escribí cosas sobre tu cuerpo
incluso
apuntes de un domingo desenfrenado
tú sonreíste en silencio
la noche era tu territorio
a mí la luna me espantaba
amabas los teléfonos
el cenicero de barro
sentir los duendes del romero
mi país son las puertas
el cadáver que cuelga
al final de mi infancia
el rechinar de una carreta negra
veo demonios en el agua
un sello de correos
Hoy se presenta: "Nunca canté en Broadwey", antología de poemas de Ramón Fernández Larrea. Muchas felicidades para el amigo poeta. Dejo con mucho gusto la invitación.-------
Otros poemas de Ramón Fernández Larrea en Efory Atocha, Aquí.
miércoles, 23 de abril de 2008
Tres poemas inéditos de Jorge Alejandro Camacho
Tres poemas inéditos de Jorge Alejandro Camacho, (La Habana, 1964)
--------------------I
el corazón es una puta que se embriaga
que se embriaga para soportar
o soportarse
es una piedra que duele y hace rabia
es la rabia misma más su espuma
ah qué mar de inmenso un corazón
espacio pequeño y tan de malas
esclavo resabiando sus achaques
resabiando la manera de ser cómplice
traidor aun de la sangre que lo inunda
dueño de nada o de la vida
una noche un día una noche
un latir otro latir otro latir
qué cosa tan mediocre un corazón si no se infarta
o hace una arritmia en sí bemol o no
sencillamente no el no de un corazón ha de valer
ha de valer siquiera el cambio
el cambio las monedas chilinguiando su devuelta
el corazón es un mártir sin espinas
es un bandido con puñal y mucha sombra
es
dios sabe que un corazón es
y es más que un cuento
---------aunque soporte igual que los cristales de ventana.
---------------IV
---
rocas
-------arrastradas
----------------------río
--------------------------abajo
rocas
-------despeñadas
----------------------sin piedad
----
fueron muros, paredes infranqueables
inmunes al tiempo, al olvido, al viento norte
y a la penetrante mirada del viajero-- muros, paredes--
sitios donde el cuerpo va a estrellarse
piedras de sacrificio espacio para la pequeñez
de quien escala.
---
Moles
----devastadas
--por
----------------------------simples
------------------------------------gotas
-----------------------------------------de
--------------------------------------------agua
--------------El viajero
lleva consigo las mutaciones,
y no es
sino una huella.
Más que dos pies
es un deseo,
es a un mismo tiempo lo que sobra
y lo que falta.
Un caminante es la desgracia de sus hijos
O tal vez un anticipo
de la tumba que lo aguarda.
Jorge Alejandro Camacho reside en Colombia. Tiene varios libros de poemas publicados.
lunes, 21 de abril de 2008
"Fragmentos", un inédito de José Antonio Parra, (Caracas, 1969)
--------------
-----------.Por José Antonio Parra
Usted recorre con suavidad la avenida que lo conduce de uno a otro sitio sin saber que en el trayecto pedazos suyos van quedando desperdigados y que hay un montón más que le siguen mientras camina por pasillos en split, mira mundos que se abren, seduce con suavidad y mientras tanto practica el vacío, sigue por la avenida, el rostro extraviado de los viandantes, las conjeturas de las personas conglomeradas en la esquina, el cielo azul, cielo terracota que te diviertes con nuestros dramas y platicas al azar.
Ondulante: va y viene y está y no está, carece de forma aparente y de unidad definida, no le puedes asir porque así te lo recuerda el pensamiento pitagórico y camina contra la ventisca imaginaria, los convidados muy sorprendidos sonríen intermitentes, las gradaciones de color se van con suavidad de un extremo a otro, de tal suerte que lo que antes era verde se torna en un rojo saturado, intervención inefable del tiempo, un tiempo que la hace, que le permite establecer matices y vibrar sobre cualquier plano o superficie corporal. Dimensión de la coexistencia que se refleja en mundos vecinos, y mientras tanto el ser cuya existencia referimos se ha vaciado en el no ser; el contenido sin continente.
Vibración: intervención practicada sobre la atmósfera de tal manera que ésta se desplaza con rapidez de un universo psíquico a otro, en un movimiento corto, aun más impreciso que el de lo ondulante, y nos vemos cerca y lejos y así es el ritmo de nuestras metáforas, uno que pareciera estar destinado a mundos que no comprendo tanto como desconozco este desde el que te hablo.
Hombre sagrado: estado que consiste en un fuera de sí absoluto. Carencia plena del deseo. Uno se vuelve lo otro, una realidad simbólica e inconsciente. Nada existe y nada escapa al tambor creciente de la mañana, a su ascenso, a su mirada extraviada y a la vez penetrante, nada escapa a este estado, su plenitud es fácil y simple. Su retorno a lo Uno ya ha tomado lugar en un plano imaginario. Al adquirir conciencia real de que se es parte de lo Uno, su contenido se vacía en lo otro, quedando sólo la forma animada, esto es la imagen, en multiplicidad de mundos, en este mundo infalible, en tu mirada perpleja.
Singularidad: en términos de lo que puede ocurrir, es lo menos esperable, un grado dentro de la realidad insólita. No obstante, aparte de todas las significaciones que a ésta se le pudiere dar, bien como la singularidad Dios dentro del acontecer universal o, el propio momento del estallido primigenio no dudamos en afirmar que no hay nada improbable. Sin embargo para los comensales debo aclarar que en este caso se debió a ella este revuelo en el lugar de los encuentros, en el momento que silbó contra un cielo esmeralda y sus ojos miran.
Salvaje: momento en el que me condenso en esta silla de la cual emano y me convierto en signo, uno que nos une en diversos planos, experiencia que trasciende los límites de la temporalidad, de la vida y la muerte. Estado de escritura que se asume y se contesta y se tacha y se repite, estado en el cual huyo hacia corredores interminables, entonces la paradoja se transforma en laberinto, momento para decir que éstos son los días.
viernes, 18 de abril de 2008
Elegir la patria. Chago y las poéticas del cuerpo
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Elegir la patria
Chago y las poéticas del cuerpo
---------Por Luis Manuel García
El título de una antología es siempre un reto a la imaginación. Si atiende al contenido, suele derrochar el encanto de una guía telefónica. Si se atreve a veleidades poéticas, requiere prótesis de subtítulos para que no confundamos una selección de poetas paraguayos con un catálogo de piezas para la industria siderúrgica. Pero la antología personal ¿Entonces, qué? ha conseguido sortear el peligro desde el título. Un título inquietante, provocador, que es toda una declaración de intenciones: Hay más preguntas que respuestas, más dudas que certezas en esta poesía arriesgada, inquietante,que se va construyendo, como el cuerpo de los seres vivos, con los materiales disponibles en un entorno por momentos caótico. Materiales puros e impuros, contaminados y prístinos.
Según Ricardo Alberto Pérez, en la primera poesía de Chago
…los puntos han perdido su capacidad de absoluto. Cuando se dice negro se miente, se debe entender lugar de camuflaje, zona confusa que propicia una numerosa actividad microscópica. (…) Por el paso inferior está el camino más recto hacia los vertederos y las cloacas; se goza de haber aprendido el motivo de ser cínico, legitimación de un nuevo carnaval, júbilo y artificio de la descomposición. (…) Chago gusta a intervalos, de ser cronista de la fractura, la pérdida, de lo que siempre va a impedir que el organismo logre restaurarse nuevamente.
Y Jorge Luis Arcos nos habla de “un barroquismo de lo visceral”, la “marginalia de la realidad”, de una poesía “auténtica, rota, inacabada, con un ritmo interior antiguo, casi salvaje”.
Lo cierto es que desde “Punto negro” hasta “Efory Atocha”, pasando por “Flashback”, se podría trazar una ruta que va de lo visceral, reconcentrado, lo íntimo intentando quebrar las fronteras, hasta un desparrame de la sensibilidad, que fluye hacia nuevos confines (geográficos, existenciales, pero, sobre todo, nuevos confines de la percepción). Si en sus primeros poemas hay una apelación más frecuente a lo metatextual, a la referencia literaria, y a suplir con lecturas una dotación de vivencias insuficiente o íntima que no se puede (o no se quiere) convertir en sustancia poética, a medida que cursamos el libro hacia el presente, los textos denotan que “hay que coger la realidad, manosearla, como si fuera una mezcla de todos los sentidos: los alimentos terrestres”, según afirma Jorge Luis Arcos. En suma, hay unacarnalización de sus poéticas (y hablo de poéticas, porque no percibo una poética en jefe, sino una sinuosa hibridación de poéticas mestizas, atentas a los reclamos de cada discurso), una “desintelectualización”, para apelar a la experiencia directa, inmediata, a la metáfora de la carne y de la sangre.
En “Punto negro” se percibe una angustia, una ira contenida (o no, o a veces) que deja paso en los siguientes libros a un juego mucho más complejo y rico de sensaciones: asombro, júbilo, dolor, tristeza, rebeldía, incluso una percepción renovada del paisaje, como de quien observa con ojos nuevos el árbol, la casa, el pájaro, la sombra. Hay una suerte de depuración de la ira en la mirada, desde ese enfoque asombrado, que no sabe bien a dónde mirar, hasta un enfoque más preciso, una mejor definición del objeto poético emergiendo de aquella niebla fantasmal. Quizás por eso tenemos que llegar a “Flashback” para encontrar un poema a mi juicio antológico de lo que se podría definir como “desarraigo eufórico”, un desarraigo que no viene en tiempo de bolero y nostalgia, sino con playback de músicas mestizas y alborotadas. En “Poética martiana” dice Chago:
He partido de todo
/ ahora sólo queda hacerse un hueco /
/ no hay un lugar para echar raíces…
no basta una Casa/
Estos que te mojan son mis mares
He partido de todo para llegar a ellos
estoy a salvo de una Patria
Es cuando el poeta descubre que “vivir sin la patria es vivir”. Y no porque (aunque también), como decía Henry George, “¿Cómo se puede decir a un hombre que tiene una patria cuando no tiene derecho a una pulgada de su suelo?”. Pero, más allá de lo meramente territorial, el poeta se libera de la patria como deber, obligación, yugo, cadena, no de la patria como vocación o registro de la memoria, como amante. Ciertamente, como decía Ricardo Alberto Pérez
…una isla es la antinomia de una úlcera, una protuberancia (…) Aquí aparecen en una situación de transgresión (…) la úlcera de Chago y la Isla en peso de Piñera pretendiendo copular.
Pero ¿está, realmente, Chago, a salvo de una Patria? ¿O lo acosa en la memoria y no puede (o no quiere) librarse, como en “Poema de familia”, “Flashback” y “Flor de isla”? A esa pregunta, Chago me respondió que
Posiblemente no llegue a estarfuera de un sentimiento patético-patriótico (…) Pero no se trata de intentar olvidar, excluir nada. Todo lo contrario. La patria tiene que dejar de ser un peso. (…) Soy cubano por los cuatro costados. (…) se nota, incluso, aunque no me lo proponga. Ahora bien, yo elijo la patria.
Chago no es “el Hombre Viejo”, que traía el pecado original, ni mucho menos el cacareado “Hombre Nuevo”, sino, como dice Jorge Luis Arcos, “el pre o el pos, la víspera o la postrimería, de ese Hombre Nuevo”. Es decir, el hombre posnacional de un exilio devenido diáspora, de una nación transterritorial, ciudadano de una patria portátil y electiva. Michael Dear, en «Ciudad y ciudadanos del siglo XXI,» ya habló de ciudades de frontera portátil, «dónde la frontera como tal, tanto a nivel de ciudad como de país, ha dejado de tener sentido». Es allí donde habita Chago, esbozo de ciudadano de esa sociedad que nos revela Jürgen Habermas. Y en ese ciudadano posnacional percibo un intento de negar ciertas emboscadas de la nostalgia, negarlas sin desconocerlas
paseando la dejadez a golpe de salitre y lejanía
a leves toques de recuerdo
Aunque, al mismo tiempo, asiste apesadumbrado (¿resignado? ¿expectante?) a una nueva dimensión de sí mismo, cuando
Definitivamente me hago a las buenas costumbres
Costumbre antigua
Vergonzosa.
¿Entonces, qué? ¿Se prefigura un nuevo giro en su poesía de hoy, de mañana? ¿Anuncio de nuevos asombros? De momento, este libro nos sirve de bitácora para navegantes. Estaremos atentos a los nuevos rumbos.
Texto leído por el autor en Casa de América, Madrid, el 8 de Abril de 2008, en la presentación de, "¿Entonces, qué?".
Tres poemas de, ¿Entonces, qué?----------------CUARTO POEMA SIN TÍTULO
En el estanque
/ noches de andar de noche en noche /
Lady Ortega
encontró su cuerpo en el estanque
Las luces de neón son culpables
de su falta
Lady Ortega
encontró su trazo en el estanque
FIN DE LA CITA
La poesía en su soporte halla el límite
Lady Ortega alguna vez creyó que la
Ciudad estaba lejos que los marinos seguían
siendo barbudos y tatuados hombres bronceados
por el sabor de las ostras Lady Ortega pudo ser
la presidenta pero
el sueño en su soporte encuentra el límite
Lady Ortega (Batey de Jinaguayabo 1971) hija única de un matrimonio de campesinos. Se desconoce el motivo del poema. Todo indica que existió “algún lazo amoroso”. Tanto en el poema como en la cita se respira cierto “aire malintencionado” pese que a la hora de escribir el poeta escoge un discurso muy respetuoso. La única prueba que se ha encontrado (en caso de que dichos lazos sean ciertos) es que con la llegada del turismo Lady Ortega fue la primera mujer de su pueblo en casarse con un extranjero.
----------------ALGUNOS POCOS…
--------..................................--------Para Sigfredo.
La luz
Siempre la luz
Línea que enmarca las formas
Cenicienta
casi blanca
augura la imagen y
sea la sombra
rastro de la luz
… siempre la luz
----------------CUARTO POEMA FUERA DE LIBRO
---------------------------------------Con Omar Rodríguez - el Conde –
-------------------------------------------------------------------------------el Poeta.
Un intento más
y voy a dar a otro espacio
El recuerdo viene a ser la ingravidez
Ironía un País sin estaciones
El Otoño
Culpa del Otoño
Si al menos fuera Otoño
Ironía un País sin estaciones
Un intento más
y voy a dar a otra tardanza
Memorándum
Usted puede solicitar, ¿Entonces, qué?, a: La Casa del Libro, La Central, Editorial Verbum.
Agradecimiento
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Gracias a los amigos que me acompañaron en la presentación de, ¿Entonces, qué?, en la Casa de América de Madrid. Para el poeta, editor del libro, Pío E. Serrano, para el poeta y ensayista José Luis Corazón Ardura, para el poeta y narrador Luis Manuel García Méndez, muchas gracias por haberme acompañado en tarde tan importante para mi.
Para los músicos y compañeros de viaje y de tantos años, Julio Fowler y Alejandro Gutiérrez, gracias amigos.
Para los que asistieron bajo lluvia y me hicieron compaña, muchas gracias. Para Anna María y Julia Escobar en la Casa de América, gracias.
jueves, 17 de abril de 2008
José Luis Corazón Ardura: De la realidad y el deseo en la poética de Santiago Méndez, entonces Chago
"De la realidad y el deseo en la poética de Santiago Méndez, entonces Chago".
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Por José Luis Corazón Ardura
Marcados, entonces
Se nos convoca a presentar un libro antológico de Santiago Méndez, a quien todos reconocemos como Chago, titulado como una pregunta desafiante que comienza, literalmente, en un punto negro: entonces. Semejante a aquella consideración de Nietzsche cuando afirma que la carencia de sombra está ligada a una insolación, la sombra breve del mediodía es apenas el recinto de un cuerpo erguido. Esa suspensión pautada, sin rechazar el silencio, viene a ser prueba de una estancia en algún lugar de lo poético. Entonces, in illo tempore, los poemas son espacios cuyo origen es noche, conscientes de su maleficio y la transformación simbólica que postergan los poemas sedientos y sedicentes. Entonces, ¿qué? Porque entonces es una palabra extraña que señala hacia un momento determinado, ya sea destinado a apropiarse del tiempo o de su desaparición en el espacio de lo otro. El entonces entonces deviene entonación y ocasión: se trata de alcanzar una conclusión de una manera consecuente tras el planteamiento propiciado por una pauta lógica: si ocurriera lo poético, entonces, ¿qué? Entonces, como escribe Chago en este libro, corre mi sangre/ y no soy más que cenizas. Corre la suerte/ y la sangre ya se escucha. Lo entonces aparece como una brecha entre lo real y lo poético, una experiencia de la escritura que marca y pauta el silencio, sin puntos suspensivos, comas personales o puntuaciones de cualquier otra especie.
El poeta romántico
Existe un romanticismo literario a veces poco visible en lo castellano, en el español. Una tradición de supuesta raigambre europea, situada en la bruma inglesa o en el claro del bosque germánico, en las calles de la ciudad bohemia parisina o en el modernismo panamericano. En este sentido, la poesía de Chago oscila entre la medida fascinación por la literatura beat y sus orígenes románticos. Aparece en la poesía de Coleridge –a quien se debe el título de esta antología-, pero también se encuentra en las concepciones inspiradas en otros británicos como Tennyson o Keats. Esto es, una poética basada en el encuentro griego de la luz, el mar y la soledad, eso sí, en ciudades y lagos. También en la diferencia inexcusable entre el poeta como versificador o iluminado y su distancia pavorosa con lo poético. Entonces, como señalara Keats, el poeta se convierte en la cosa menos poética del mundo. Romanticismo estético que, por otro lado, también ejerció su influjo en César Vallejo, quien realizó una tesis breve –dicho sea de paso, en una facultad de Filosofía- dedicada al romanticismo en la poesía castellana. Todo un mundo de color y mito basado en el genio motivado por el humor que, ya sea bueno o malo, Gotfried Benn se encargó de analizar comparativamente al considerar los rasgos que hacen a un poema cancelar su entrada en la modernidad: la aparición de dos objetos –la naturaleza y su transición hacia el autor-, la utilización indiscriminada del como si, la aparición de lo seráfico y la explosión colorista. Se trata, en el caso de la poética de Chago -que cabe señalar como moderna porque en ella apenas aparecen dichas dificultades-, de indicar hacia la importancia de la forma, composición y estructura que definen si algo es o no un poema.
La cuestión técnica
En su poética comparece un automatismo propiamente poético cuyos orígenes, más allá del surrealismo, cabe situar en Lautrèamont o Rimbaud, después Vallejo. Si el poema es cuestión de ritmo oculto, no exactamente la sonoridad, entonces el murmullo de una imposibilidad presente en ese trato con el silencio, lo imposible y la nada presente, interrumpidamente, es lo que se viene a decir en estas líneas de Chago: imposible es llamarme por el nombre/ he cambiado el nombre/ de cambiar las cosas. ¿Qué ocurre en esa estructura de sensibilidad y conocimiento que se sabe sumida en la nada de la muerte? ¿Cómo se construiría un poema cuyos signos de puntuación parecen haber sido borrados por el silencio? Chago ha hecho una referencia irónica a una poética martiana, quien también sentía esa influencia de Keats y que de algún modo casi podríamos decir marxiana. Y es que, como recordara el diseñador William Morris, el marxismo es así porque El capital fue escrito en Londres y no en París, Moscú o Berlín. Esta pervivencia de la influencia inglesa en lo poético, sea desde parámetros vinculados a lo metafísico-simbólico y lacustre o bien desde regiones lezamalimáticas, poundianas o vallejianas, es ya una pauta de la que hablábamos entonces, destinada a iluminar los puntales de un edificio poético donde habitan músicas malévolas o descripciones automáticas y metafóricas. Y en esa punctuación de Chago se desliza el sentido de lo propiamente poético: la pausa comprendida desde el origen de los límites y un control de la palabra que recuerda una tradición donde la poesía ha escapado de sus palabras para encontrarse -como quería Platón- consigo misma. Entonces, viene un diálogo con el amor, la muerte o el sexo, descansando silenciosamente: Ahora es como el silencio de los poemas/ esos que cada cual interpreta/ que los poetas olvidan.
La busca de lo real
En un sentido vital Chago ha pasado por destierros elegidos a la busca de una ebriedad entreverada con un hedonismo que conduce al escepticismo propio de lo poético. Como el asno de Buridán muriendo de hambre y de sed por no haber sabido elegir a tiempo, a veces el poeta no sabe optar por lo real o por lo imaginario. En esta abstracta experiencia de Chago cabe señalar su capacidad proteica y metamórfica ante la sed de islas, archipiélagos y tierras aún por descubrir. Esta es una de las pautas que marcan su peculiar corriente subterránea, la preocupación por componer y medir partiendo de una revisión de lo histórico, bien sea relativo a su propia biografía o al itinerario seguido por una poesía capaz de llegar a lo universal por lo particular. Máxime proviniendo de una cultura cubana claramente influida por el don de la ebriedad y la generosidad del vitalismo. Si la persecución del ideal poético desde Novalis se identificó con la busca de la singular flor azul, no cabe duda de que Chago no se resigna a buscar en otra sinestesia provocada por la acción de otra flor. En ese sentido, esa capacidad para la contemplación de lo cotidiano se transforma en una huida existencial, como quería Baudelaire cuando trataba de buscar en cualquier sitio, con tal de que fuera en otro mundo. Un paraíso artificial que no se sabe si corresponde a la ebriedad provocada por flores verdes o a la fuerza de una realidad capaz de ser aprehendida, siquiera como ausencia o nostalgia de una presencia de lo extraño.
Mas en la poética de Chago se puede precisar que nada es silencio. Porque no hay palabras sin ritmo, ni mutismo sin decir: La plenitud de las aves culmina siempre en el encontronazo con la tierra/ el universo final del cielo/ toda presunción de infinitud/ será esclava de lo próximo/ vista hace fe. En esa extraña conjunción de lo que se dice en cómo se dice sobreviene Chago, entonces. Un anuncio silencioso de lo que ocurre, cuando uno arriesga, en sus pautas, la posibilidad de llegar a lo que asola a la palabra: Aseguraré/ el silencio cuando es de los poemas / Esos / que los poetas olvidan/ que cada cual interpreta.
Hemos venido a hacer presente de la poesía de Chago, a hacer presente que no hay más poesía que la que se atreve a mantener un diálogo consigo misma y hoy, como en una invitación al viaje, esperando a que hable para cada uno, entonces.
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Texto leído por el autor en Casa de América, Madrid, el 8 de Abril de 2008, en la presentación de, "¿Entonces, qué?".
Tres poemas de, ¿Entonces, qué?
--------------UMBRA
Como si no hubiera nada
/ extendido en tarro de cristal
presa inmóvil / dentro
sueñas el sabor de las alcaparras /
reservas para el “amanezco” una de esas “pataditas” /
Discreto de Dios
Pies distróficos
Gozón de avisar su lejanía
***
--------------FILANTRÓPICO
Paso los días dándole de comer a las fieras
Llegaran de dos en dos /
Anchos los lomos /
Así como luengos cansancios que acumulan los
asfixiantes apegos / cariños en guardavela
Yo les dejo la piel /
Les digo dónde
En la cocina las hornillas de fuego filetean los índigos
Pongo las manos / reparto de uno en uno los dedos en su punto
Crujientes dedos de mis manos
Paso los días dándole de comer a las fieras
Aun cuando apetecía la paja del asceta
el “intimo” mohín para el reposo /
--------------RESUMEN DE DIAGNÓSTICO
--------------/Tercer Poema fuera de Libro/
-----------------------------------Para Eva Santafe. en España.
1
Ella no cree que sea capaz de matar
De arrancarle las tripas a un tipo
y luego leer este poema
Ella no quiere creer
que soy un hombre bajo
y con pocos escrúpulos
Que he vivido
gracias a Dios y a ese instinto
a esa forma de trampear
Ella dice
que mi salto en el estómago
es una metáfora
y que nada tiene que ver con la mierda
Ella me hace historias
sobre mí
Dice que no tengo otro remedio
y suelta la palabra ternura
2
Quiero que sepan
que ya no duermo a su lado
Soy demasiado bueno
para una mujer enfermamiércoles, 16 de abril de 2008
Un e-mail de Pedro Luis Ferrer
Iba a guardar silencio; pero en mi mente aflora el viejo refrán que repetía mi padre: “El que calla, otorga”.
No voy a hablar de Julio Soto, pues él ya lo hace. No comparto sus especulaciones políticas, nacidas de la creencia de que el mundo es sólo una madeja de espías y conspiradores. Según su visión, la comunidad cubana en el exterior es sólo un ejército de agentes secretos; y, paradójicamente –como para que nadie quede fuera de sospecha- afirma que Fidel Castro es el agente de la CIA más importante que registra la historia.
Semejante visión ignora el afán del hombre por ser cada vez mejor como persona; el empeño de naciones, estados e instituciones para crear un mundo más seguro y confiable, basado en el respeto mutuo y la sinceridad.
Mi breve relación con Julio Soto fue absolutamente espontánea y personal: cualquier otro juicio al respecto es pura fabulación. Espero que su relación conmigo haya sido igual.
Aprovecho la ocasión para expresar mi optimismo ante el proceso de evolución que se está llevando a cabo en la isla.
Viva la Evolución.