Tres poemas (inéditos) de Belkis Cuza Malé.

-----
-----La canción de Sylvia Plath
Con mucho amor,
con miedo a borrarte del mapa de los vivos,
he limpiado tu libro de poemas,
como una enfermera que curase una profunda herida.
Te he recuperado de aquel hùmedo y viejo sótano,
¿te acuerdas?,
donde te dejé al cuidado de una amiga,
antes de nuestro viaje a España.
No podía llevarte conmigo:
estaba toda esa carga de seres muertos y vivos
que uno arrastra de un sitio a otro del cuarto, en las maletas,
de una desdicha a otra felicidad incumplida.
Te quedaste allí, junto a los demonios de la casa,
en aquel frío, viejo y húmedo sótano,
vociferando tu amenaza de siempre:
"I am only thirty.
And like the cat I have nine times to die".
Te recuperé llena de moho, con grandes manchas
en el rostro,
un tulipán en cada cuenca de los ojos,
una muñeca cosida a tu vientre,
pero tenías el corazón radiante.
Nada te alegra más que ver la luz,
y el sótano de mi amiga es una cueva,
un cementerio de voces arrancadas de cuajo como las lilas,
y tú, llena de ideas geniales sobre la muerte,
sòlo quieres disputarle la sombra
a las pequeñas llamas del infierno.
Abril de 1989
---
-------------La heredera
Los herederos de Miss Holland,
de Pyne St.,
se han desecho de sus pertenencias:
una gran tetera de terracota,
una lámpara de aceite,
una huevera ligeramente desportillada,
un salero de porcelana amarilla, sin tapón,
una cajita de metal con un paisaje
que imita a Watteau y a la felicidad,
una bandeja pequeña de plata
donde alguien grabó con sus uñas
(y sospecho que con su sangre)
el nombre Scotland;
un cazo para calentar la salsa del pudding,
un tazón hondo de porcelana china
pintado con flores del Inferno;
una muñequita verde, en cera, reminiscencia
del tulipán,
que se salvó de alguna quema de brujas.
Una cajita de rapé Helme, el mejor.
Yo soy ahora la única heredera de Miss Holland,
pues del latón de la basura
rescaté su precioso legado.
Princeton, mayo 13, 1985
------- ------- ------------------Maniquí
La envidio,
ella usa un vestido de dos piezas de Chanel,
una cartera de Gucci,
unos zapatos de Ferragamo.
La boca ríe con rojo de Estée Lauder
y Elizabeth Arden le delinea los ojos desafiantes.
De Ralph Lauren es el tatuaje de la piel,
y de Geoffrey Beene, las piernas.
Huela a Paloma Picasso, a agua de coco y a verbena,
no usa sostén,
pero el bikini es un diseño de Valentino.
Para el sol, cristales oscuros de la Loren.
Y a la hora de la verdad
nada como su Rolex con brillantes.
Ah, el alma le fue cortada y cosida en la casa Dior
sobre hermosos brocados persas.
Si no me quisiera tanto a mí misma
me gustaría ser ella,
la dama fea del perrito.
Abril de 1991
que buen saber todo esto, que todas estas personas y sus poemas siguen por ahi, que bien por belkis, gracias l santiago, sonia
ResponderEliminarGesto que te honra, Chago. Un regalo hermoso.
ResponderEliminarTodo mérito a la poeta.
ResponderEliminarGracias por la visita.
Saludos.
Ch.
Muy sencillos, profundos, sabios y bellos poemas. Un poco tristes.
ResponderEliminarSaludos,
Al Godar
found your site on del.icio.us today and really liked it.. i bookmarked it and will be back to check it out some more later
ResponderEliminar