miércoles, 9 de abril de 2008

"Simplemente sales y cierras la puerta"

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"Simplemente sales y cierras la puerta".
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Un relato (inédito) de Raúl Aguiar. (La Habana, 1962)

Deseas viajar a la muerte. No hay confusión, no deseas suicidarte, solo eso, viajar a la Muerte. Saber qué es. Qué hay más allá. ¿La nada? ¿El todo? Es la pregunta que te has formulado a lo largo de toda tu existencia. Piensas que por lo menos una vez en la vida se da la visión total y sobrecogedora del concepto. Al menos para ti ocurrió solo una vez, a la edad de cinco o seis años. Ahora recuerdas. Venías caminando de regreso a casa, después de jugar al escondite con tus amigos y tuviste la iluminación. En ella eras un anciano de 80 años o más, cerrando los ojos por última vez y luego sobrevenía la nada, el infinito negro, vacío más allá del sueño. Entraste gritando, esquivando los brazos de tu madre, te encerraste en el cuarto y desde entonces te dedicas a ocultar esa visión con objetos y deseos, con fantasmas. Piensas que si te hubiera sucedido dos veces ya nada habría tenido el más mínimo sentido y estarías desconfiando y temeroso de cada paso a dar, cada palabra o gesto. Pero pasó el tiempo. Terminaste la primaria y fuiste a estudiar a una de aquellas horribles becas en el campo, las paredes teñidas por el fango, volver cada crepúsculo con el cuerpo adolorido, las manos llenas de ampollas y los pies enfermos. Una noche tus compañeros jugaban algo extraño. Mandaban a una persona a hacer diez cuclillas y aguantar la respiración, luego le apretaban levemente con los dedos las venas del cuello y la persona caía al suelo desmayada. Entonces le daban un par de bofetadas suaves y el muchacho volvía en sí. “¿Qué viste?”, le preguntaban, y este daba una explicación confusa. Como variante, antes de caer al suelo le ordenaban hacer algo –decir alguna frase, quitarse el cinto, en el caso de una muchacha enseñar sus senos- le llamaban a este juego “Muerte instantánea” y, por supuesto, te ofreciste al experimento con igual disposición que si te hubieran invitado a jugar al dominó o a una partida de solterona.

Nada especial, aparte del cordón en la garganta y el mundo diluyéndose en fantasmas grises. “Dame el reloj” escuchado desde muy lejos y el intento de negar el gesto cuando todos los músculos obligaban a ello. Te decepcionó; solo era un desmayo por asfixia inducida, al igual que te desencantaron otros experimentos de hipnosis, nada clave para el aprendizaje o la nostalgia. Los tres años pasaron sin marca, ni siquiera fuiste elegido por alguna muchacha para darle el primer beso.

Ya en el preuniversitario creíste nacer a la luz; en un libro un hombre relataba sus experiencias de viaje a la muerte a partir de la relajación yoga. Acostado, había que llevar los ojos noventa grados al extremo superior de la cabeza hasta sentir la caída en el abismo y no reaccionar, seguir cayendo infinitamente hasta romper la barrera del miedo. Aquellos eran los primeros pasos. Luego sentías la energía kundalini formando ondas en tu columna vertebral y después como tu mente o tu alma se separaba del cuerpo. Entonces te veías desde arriba y por último entrabas a un túnel de luz pero nunca debías llegar a la frontera final, sino regresar a tiempo, so pena de quedarte allí para siempre.

Parecía fácil. Deseabas hacerlo. Pasaste muchas noches intentándolo. Ya estabas logrando algunos avances cuando apareció la primera novia y ya en ese juego se te pedían otras heroicidades, y en la cama no había lugar para experimentos macabros. Lo tomaste como una señal, una carnada para salir del lado oscuro hacia otra vida más encabritada, y fuiste feliz hasta que llegó la vejez de siempre en cualquier relación, los devoró la rutina y ella se marchó un mal día en plena lluvia de insultos. Ahora comprendes que solo bastaba pedirle por su regreso pero nunca lo hiciste; adolescente al fin te regodeaste en el dolor como si este fuera la explicación del universo y pensaste por primera vez en el suicidio. No niegas el desgarramiento, la sensación de irse lejos nadando entre olas furiosas sin pasaje de regreso, solo que la demencia no te llevó tan lejos en ese acto. Alguien insufló nuevo aliento en tus pulmones llenos de agua y te trajo de vuelta a pastar en el rebaño. En esa ocasión tampoco aprendiste lo que era la muerte, tan solo su instante anterior, de donde no quedan huellas, todavía el más acá, siempre un segundo más acá. De todas formas no te espantó la mordedura, todo lo contrario. Tu cuarto se convirtió en una biblioteca de libros esotéricos y por supuesto, todo un período de corte celeste, Dios mediante, enviándole deseos por correo mental, vaciando cada editorial de oraciones y teólogos. Resultado igual cero. A lo peor era un error pero te pareció que el asunto no se resolvía con cielos e infiernos.

Comprendiste que hasta el amor necesita leyes para ser creíble. Y fue entonces, ya en la universidad, cuando encontraste a la mujer que luego sería tu esposa y madre de tus hijos, y la que te borraría por más de diez años toda aquella tinta de locura.

Fueron diez años placenteros y grises, donde lo más importante se resumía en impartir tus clases, todas iguales, rutinarias, reconócelo, clases de literatura para un grupo de muchachos tan aburridos y obstinados como tú, hasta un día mágico en que llegó ella, la niña bruja, con su cuerpo adolescente y seductor, a tenderte sus hilos de miradas furtivas y piernas entrecruzadas con descaro que al principio no querías mirar, pero que luego te fueron atrapando hasta que un mediodía terminaron en una cama húmeda de hotel barato, las paredes cubiertas con corazones y letreros, noches de insomnio feroz, disparándote a sensaciones crecientes y experiencias duras, rejuvenecido, con la caída inevitable en los rituales, el lado oscuro del sexo.

“El Universo es mental”, te explicaba la niña después de una noche de esas, “en esencia solo somos seres informáticos vibrando en un campo infinito de energía, por eso la muerte no existe”, y tú resistiéndote a entender “¿Y los ángeles?, ¿y los demonios?, ¿y la reencarnación?”

“Todo es lo mismo. La vida biológica es solo una faceta de la vida informática”; “Sí, sí, pero ¿qué pasa? ¿A dónde nos vamos después que termina la vida biológica?” Entonces ella se reía con sus ojos locos: “Irás a donde intentes ir...porque todo es intento.”

Aquellos fueron los meses más intensos de tu vida. Claro que el péndulo volvió a oscilar y no estabas preparado. Cambiaron los fractales, llegó la Deus Irae y tu esposa se enteró de la infidelidad y luego, lógicamente, llegó todo lo demás: el divorcio, el escándalo en la escuela y por consiguiente tu expulsión definitiva. De pronto donde había un hombre emergió una cucaracha y una semana después también se fue la niña bruja, hastiada, a dar su magia y sus piernas a otro con más voluntad de lucha y desafío.

Y por supuesto, un segundo intento de suicidio. Frustrado también, quizás a propósito. Tu vida se dedicó entonces a programar el tiempo huyendo de las compañías, los años fueron pasando como un soplo de aire entre libros llenos de polvo, en un trabajo miserable como auxiliar de biblioteca, dentro del vacío general algunos escarceos menopáusicos y nada más, todo para alejar a los muertos, aferrándote al gris resignado, nada para la memoria, suma de años idénticos a sí mismos hasta que llegó casi sin notarlo la fecha de tu jubilación. Se ahogaban los ojos en tanta letra diminuta, demasiados errores en los últimos tiempos, y la humedad y el polvo habían terminado por corromper tus pulmones.

El último día te despediste entre algunos aplausos tímidos y el regalo de un reloj, un maldito reloj, como desagravio. Entonces, ya a solas, volviste a estar donde siempre. Sin un centavo en los bolsillos y deseando tu viaje final, oyendo los ecos de pregoneros ambulantes desde el portal del asilo de ancianos, recibiendo en tu sillón el elogio maternal de las enfermeras por tu buen comportamiento.

Ayer hubo una función de bailarinas y te regodeaste en sus posturas zalameras, pensando en tu vida absurda y deseando el tiempo de vuelta. Luego vino la tristeza a clavarse como espada en cierta concavidad del pecho. Primer aviso. Comprendiste que muy pronto atravesarías la puerta a lo desconocido y sonreíste. Por fin ibas a dar tu viaje tan largamente deseado, por fin se borrarían todas tus dudas. ¿Cielo?, ¿Infierno?, ¿La Nada?, ¿Reencarnación?, ¿Vida informática?, ¿Vibración energética?, ¿En cuál creer? Todo final es una pregunta.

Y hoy es el final. Nada lo motivó, ninguna tristeza, ningún susto o enojo, solo el deseo. Al principio fue el corrientazo ya conocido, el dolor que paraliza el lado izquierdo del cuerpo. Luego tu cáscara biológica vista desde arriba, más tarde el túnel de luz y por fin el júbilo de atravesar la puerta, el recuento de milisegundos donde tu mente recorrió cada detalle de tu vida, cada recuerdo intenso o mediocre, glorioso o miserable, las traiciones de esos segundos sin regreso, precisamente, este recuento.

¿No querías saber? Pues ya estás aquí. Vamos. De todas formas ya lo estabas adivinando. Yo soy la Muerte.

Raúl Aguiar reside en Cuba.

Ha publicado los libros:
La hora fantasma de cada cual, Ediciones Unión, 1995;
Mata, en la colección Pinos Nuevos de la Editorial Letras Cubanas, 1995;
Realidad Virtual y Cultura Ciberpunk, por la Editorial Abril, 1995;
Daleth, en Ediciones Extramuros, 1996
La estrella bocarriba,(novela). Letras Cubanas, 1999.

Vea Entrevista sobre su obra
Vea comentario crítico a La estrella bocarriba
Vea el capítulo Helh, de su novela La estrella bocarriba

lunes, 7 de abril de 2008

Teoría del alma china: entrevista con Carlos A. Aguilera

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Teoría del alma china: entrevista con Carlos A. Aguilerai

(Versión definitiva)


.------------Por Idalia Morejón Arnaiz

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En 2006 la editorial mexicana Libros del Umbral publicó un tomito de 117 páginas, Teoría del alma china, en el que el escritor cubano Carlos A. Aguilera (La Habana, 1970) esboza una teoría irónicamente novelada sobre “el otro”, que no es el asiático, y sí el Estado en su tortuosa relación con el escritor. Relato corto, de aventuras, directo en sus referencias literarias y cinematográficas (Kafka, Bernhard, Herzog), cercano a la narrativa de Mario Bellatin en novelas como La escuela del dolor humano de Sechuán, este fantástico viaje por territorio chino es, sobre todo, un magnífico viaje por la mentalidad totalitaria. Durante los años 90, Aguilera participó en Cuba del Proyecto Diáspora(s), cuya propuesta de escritura se posicionó contra los modelos nacionalistas canónicos. Hoy el escritor reside en Frankfurt, como becario de la Feria del Libro de esa ciudad. Además de esta edición mexicana, Teoría del alma china ha sido traducida al croata, al checo y al alemán. Donde más nos gustaría verlo publicado es en La Habana.

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−Existe en la literatura de viajes, y en su exotismo, un universalismo clásico que coloca la nacionalidad bajo el signo de la contingencia y el azar. ¿Esto es un paliativo para el exilio?

−Esto es sobre todo un paliativo para el escritor, que a partir de nociones como viaje, otro, fronteras, etc..., puede salir con cierta ironía de la literatura-nación, del redil donde ha crecido y donde el estado, las instituciones, la tradición y la mayoría de los escritores lo enmarcan. Es decir, una literatura que juega con lo “exótico” como dispositivo literario y conceptual, tiene más posibilidades (creo) de desmarcarse de ese gavetero costumbrista donde muchas veces sin querer nos encerramos, que aquella que asume a priori lonacional como objeto de identificación/verdad.

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−El libro se apropia de las técnicas de la narrativa documental. Existe un sujeto biológico (un informante que también es /autor/editor/narrador/personaje) con el que el lector establece un pacto testimonial, y en cuyo poder de observación deposita su confianza. ¿En qué consiste el poder de observación en un libro donde no existen descripciones realistas?

El poder de observación radica en un juego con los estereotipos y paisajes que a todos sin exclusión nos atraviesan. Observar no es mirar la manera en que el otro se gira hacia la derecha o hacia la izquierda (en el caso de que alguien alguna vez se gire hacia la derecha o hacia la izquierda), sino observar el espacio en que lo han situado e intentar comprender el locus donde éste quisiera estar, ese juego de dificultades. Juego que en la literatura sólo se resuelve mostrando la tensión, el absurdo, la ironía o la caricatura donde cada uno está encerrado, los límites que lo acercan-alejan de su propia experiencia de vida.

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−¿Qué tipo de conexión existe entre tu colonia japonesa y la colonia penal de Kafka?

Una conexión literario-fascista. La colonia penitenciaria de Kafka, la máquina que en ella intentan ensamblar y que no es más que una metáfora de toda la colonia, es lo que yo deseé modestamente no sólo con mi colonia, sino con mi libro completo, con la búsqueda del “alma” que se intenta en cada uno de los cuatro relatos...

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−En un reportaje de Edgardo Dobry a Rolando Sánchez Mejías titulado “Cuba es China, incomprensible, absurda y lejana” es posible establecer algunas relaciones con Cuaderno de Feldafing, del propio Rolando, cuando éste escribe: “Es verdad que el mapa no es el territorio” (p. 79), y luego: “Basta ya de andar adjudicándole al Trópico el Poder de la Metáfora. ¿Qué es la Isla si no el lugar donde se malgastan las imágenes? (p. 114)” En ese sentido, el título de tu novela es el predicado de una posición ideoetética ante la nacionalidad. ¿Esto condensa el pensamiento de DiásporaS?

No. El titulo de mi libro no condensa el pensamiento de Diáspora(s), quizá ni siquiera condensa los diferentes juegos literarios, antropológicos, de género que creo existen en el mismo [en el mismo libro quiero decir]. En este sentido, Rolando tiene razón. El mapa no es el territorio. Incluso, pudiera decirse que muchas veces el mapa ni siquiera es elmapa. De la misma manera que un ratón no es siempre un ratón, como escribiera en los años cuarenta Lorenz. Y esto valdría también para los nacionalismos o para esa suerte de erección nacional que inscriben a veces con cierto disimulo algunos escritores. El caso Severo Sarduy es bastante elocuente: una escritura postnacional, que ya no se adapta a la ortopedia isla o a la manera en que se estructura literatura en el “infiernito”, y sin embargo, su reclamo constante a ser considerado dentro del tirayjala nacional, dentro de la superposición de culturas que él veía dentro de Cuba me han dejado muchas veces perplejo. Es que es imposible pensarse dentro de algo más grande y abstracto que lo que conocemos como literatura cubana? Me gustaría pensar que sí...

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−Teoría del alma china es un respiro para la literatura cubana de los últimos cuarenta años. Sigue el linaje de Virgilio Piñera, por el lado de los escritores cubanos. Es un libro que da comienzo junto a la producción de otros autores de México (Bellatin), Argentina (Forn, Pauls), Brasil (Carvalho), a otro camino para la teoría de la literatura latinoamericana: la ruptura con formas estéticas directamente subordinadas a formas políticas. Es otro momento estético importante nuevamente conectado a sucesos políticos, es el resultado de 47 años de la aplicación de preceptos ideológicos fascistas en Cuba.

Teoría del alma china es el intento de colocar determinadas historias en un contexto donde lo político, lo sarcástico, el juego de géneros, las mentalidades, el “despotismo privado”, la parodia... se complementen. Por otra parte no es nada nuevo. En la literatura cubana está Piñera, como tú señalabas, y está también Arenas, García Vega, Cabrera Infante, Rosales, para citar sólo a unos pocos. La revolución, con sus “preceptos ideológicos fascistas” vino a cortar y a sacar-de-quicio esa linea donde la escritura, lo civil y la caricatura se dan la mano. Es decir, Rosales tiene que ingresar en un Boarding Home para escribir su mejor novela, Cabrera Infante expulsarse a sí mismo de la isla para sostener una poética que es más grande que la ideología misma que lo arrincona, Arenas fugarse por el Mariel para levantar un “estilo” que ya había comenzado años antes pero a mi entender alcanza su mejor momento en El portero y El color del verano, ambas escritas fuera de la isla. Por otra parte, tienes razón en la dicotomía que señalas: a la misma vez que Teoría... es un libro que se aparta de las ficciones subordinadas a la literatura-estado (tan común en ese estado casi sin literatura), es un libro que reacciona ante/contra un medio dominado y descuartizado totalmente por la cuchillita ideológica. Esta suerte de contradicción sutil parte del “privilegio” de haber crecido en una constante lucha contra la escritura o la manera en que se practica literatura en Cuba y contra el campo literario tal y como nuestro Gran Inquisidor quiere que se construya y acepte. En fin...

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−Según afirma Gabriel Bernal Granados, con Teoría del alma china tú has puesto un pie en china "como todos podemos hacerlo: imaginando el viaje" . Es sorprendente, pues no es, en primer lugar, una manera común de imaginar un viaje, sobre todo para quien no se dedica a la literatura; en segundo lugar, porque “imaginar” no es exactamente lo mismo que "inventar". La teoría está más cerca del invento, y el invento, aunque no dé resultado, generalmente es algo que se torna concreto, porque existe la necesidad empírica de (com)probar. Como procedimiento, entiendo que inventar e imaginar conducen a soluciones de escritura diferentes. Por ejemplo, en Cuaderno de Feldafing de Rolando Sánchez Mejías, el narrador sí "imagina", se la pasa suponiendo situaciones, crea un margen bastante contradictorio entre realidad y subjetividad, lo cual, en este caso, es válido ya que se trata de literatura. ¿Qué opinas sobre esta ambigüedad que la proximidad de ciertos términos provocan cuando nos ofrecen orientación para leer una obra?

Tienes razón, inventar e imaginar son términos que se aproximan y excluyen uno al otro, casi peligrosamente. Creo en mi caso yo invento una China (lo que no quiere decir que no la haya imaginado o visto flotar a cada rato delante mío), y creo la fui armando pacientemente con todos los pedazos que tenía a mi alcance, restos. Hace muy poco viendo en el Guggenheim Bilbao unas maquetas de Kingelez, recordé que muchas de las descripciones que hago de Beijing en mi libro parten de haber visto y revisto, en La Habana, un catálogo con las ciudades “imaginarias” de este artista africano, sus propuestas delirantes y utópicas. Y asi como menciono a Kingelez podría mencionar también otras cosas: trozos de filmes, fotos, conversaciones, libros..., y no todos precisamente sobre China. Es decir, para mi estaba claro que armar una ficción compleja sólo iba a ser posible si inventaba mi propio imaginario posnacional, si lo fundaba sobre la mezcla y determinado nosentido, además sobre una crítica a la mirada de occidente, a la ingenuidad con que históricamente ha observado al otro. Y eso fue lo que intenté, supongo.

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−En la misma la nota de contraportada que escribió Gabriel Bernal Granados también me llamó la atención que afirme tres cosas absolutamente polémicas: en tu libro existe “cero color local”, “le vuelves la espalda a tus contemporáneos” y “cero concesiones a las demandas internacionales de un mercado”. Ciertamente, cuando los territorios lejanos vienen al mundo occidental en general llegan como literatura ready-made. En ese sentido, cero color local. Pero tu libro está traspasado por otra tonalidad que no deja de ser local a partir del momento en que escogiste el lugar donde construirías tu ficción: y es el color local de la lengua traducida, el color local que describes en las variedades de té, el color local de la ficción que no copia lo real, pero que en tanto relato de viaje y en tanto teoría, no puede dispensar los elementos que son propios del lugar donde ubicaste tu relato.Con el color local creo que no puede estarse refiriendo a “jineteras”, pues tu libro ocurre en China, y las jineteras son la realidad y la fantasía del exotismo ready-made próprio de Cuba, de su lengua, no de China.

¿Tus contemporáneos son necesariamente los escritores cubanos? ¿Volver la espalda a alguien de manera no se sabe si estética o política, o simplemente humana, no crea una ambigüedad que desvirtúa todos los presupuestos a partir de los cuales escribiste Teoría del alma china?

Con relación al mercado, ¿el hecho de considerar que tu libro sea invendible (cosa que no es, sino que puede muy bien ir a camino de amplias ventas como ya anda a camino de varias traducciones) necesariamente te posiciona como un escritor que se opone a las reglas del mercado editorial?

Uffff... ésta es difícil. Vamos por partes. Me parece que con respecto al color local Gabriel Bernal Granados, que dicho sea de paso es un magnífico escritor, tiene razón. Primero, porque se supone (y esta es una de las trabas primeras que tengo siempre que despejar con este libro) que ese “color local” en el sentido cubano o insular no existe. Pero tampoco existe en el sentido chino, ya que todas las descripciones del té, los paisajes, las personas, los perros..., están —al menos para mí— montadas encima de una máquina paródica, que intenta desbaratar precisamente eso que a falta de mejor nombre estamos llamando “color local”, y por supuesto, ésta sería entonces una de las grandes diferencias con la literatura de viaje usual, o con las guías turísticas... Por otra parte, a pesar de que para mí no son precisamente mis contemporáneos los escritores cubanos, o por lo menos no los escritores cubanos actuales (me siento más en “el tiempo” de Broch, Walser, Piñera o Gombrowicz), sí creo que en un sentido plano, y por desgracia esto es así quiera uno o no, los criticos, las editoriales, los periódicos tienden a meterte en una bolsa donde las tendencias, los nombres y la patética tradición literaria cubana se convierte a contrapelo de uno mismo en locontemporáneo, y creo que Gabriel se refería a eso. Es más, creo estaba intentando responder, por adelantado, a algo que en algún momento se convertiría en duda. Con respecto al mercado no tengo mucho que decir. El libro acaba de salir en croata, checo y alemán, y quizá pronto se traduzca al inglés... pero como decía Lezama parafraseando a Rilke, esto no sería más que ahondar en el error.

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−Retomando la cuestión del mercado editorial y los pactos que el escritor crea con los medios de comunicación: ¿no crees que estos últimos dirigen también la producción de un escritor, en específico cuando se asume la escritura como profesión?

Esta es ya una pregunta por el escritor que cada uno es o cree ser. Creo que la crítica, las editoriales, la prensa en general funciona como una mafia, una famiglia. Y si el escritor o el artista o el que actúa publicamente no es lo suficientemente testarudo o no está lo bastante convencido de su propia y chiquitica verdad entonces tendrá un problema, ya que se encontrará dentro de una jaula donde varios leones halan hacia diferentes lados y donde todos, por supuesto, aspiran a quedarse con un pedazo de carne, engullirte. Esto quiere decir que hay que hacer oídos sordos y seguir adelante. Si los demás aplauden lo que uno hace, entonces bienvenidos, es muy probable incluso que haya hasta que invitarlos a cenar..., si no, bueno, que sigan por su camino.

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−La obra de Thomas Bernhard ha tenido una enorme influencia en la escritura de varios autores jóvenes, ha creado algo que yo denomino “el efecto Bernhard”. Es un autor definitivo para quien consigue leerlo e identificarse con él, a pesar de que muchos lo consideran denso, de muy bajo astral y enigmático. Y ahora entonces te pregunto: es una cosa de la lengua alemana, o es una cosa de un estilo peculiar de sujeto que tiene la capacidad de escribir desde perspectivas tan profundas. Es completamente introspectivo, de una subjetividad compleja, tan creativa sobre la amargura de la vida.

Bernhard tiene dos cosas grandes. Un estilo que te hace reflexionar constantemente sobre la literatura, la manera en que puede ser construída, sus huecos..., y a la vez, alguien que puede detectar ese gesto bufo-histérico del ser humano (que para B. funciona bajo una suerte de vampirismo político) y exponerlo sin hacer concesiones, muchas veces burlándose de él. Cosa que le trajo muchos conflictos en Austria, y por supuesto, más de un escándalo. Además, sus novelas y obras de teatro, cambiando lo que hay que cambiar, pueden ser asumidas en cualquier lugar como “propias”, es decir, como una mirada que más que pensar lo ajeno se está refiriendo a esa frontera entre lo ontológico y lo político que casi todos en cualquier lugar vivimos, tal y como me corroboró la escritora rumanoalemana Herta Müller en una entrevista que le hice sobre Ceauceuscu y su propios libros. De ahí que con total desparpajo podamos decir de vez en cuando: Bernhard, ese cubano; o, Bernhard... ese vietnamita.

No, no debe ser algo de la lengua alemana, ya que esa misma lengua ha producido a escritores que bailan en la zona contraria, que son fáciles y complacientes, maniqueos. Me gustaría pensar que es algo intrínseco al autor de Helada.

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−Thomas Bernhard los mete de lleno en un paisaje exótico. Es un exotismo fantasmagórico, y para algunos escritores cubanos, tal vez el primer contacto con la nieve. ¿No te parece que Bernhard es un conocedor del frío?

B. es ante todo un conocedor de lofrío, de la estupidez y arrogancia que se concentra en casi todas las personas, en sus poses. Sus hombrecitos muchas veces son esos que en algunos pequeños pueblos de Alemania llaman holzköpfe, cabezas de palo, así que imagínate...

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−Volviendo al exotismo: es algo que ya está presente en Diáspora(s). Ningún nombre de ningún grupo de escritores estaría, conceptualmente, mejor puesto. Habla sobre esto.

La palabra Diáspora(s) viene un poco de la conciencia deleuziana que teníamos algunos en esos momentos, del respeto y el hacer evidentes las diferencias (literarias) que nos alejaban-unían, de la difracción. De ahí el hecho que más allá de que la revista tuviera un núcleo conceptual, las poéticas de cada uno de sus integrantes marcharan totalmente por caminos propios. Rolando con su ironía totalmente intelectual y su metafísica de segunda categoría. Pedro con su rejuego con la historia y su manera “esquelética” de entender el poema. Ismael con su negrismo y su oído especial para las articulaciones populares. Rogelio con sus diferentes velocidades...

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−¿Puedes ver alguna relación entre el exotismo literario y político y el momento en que muchos escritores salen de Cuba a partir de los años noventa, y que no se instalan en los centros tradicionales de la emigración cubana?

A partir de los 90 se da un fenómeno curioso para el escritor cubano. Emigrar ya no forma parte de un ir hacia el centro del exilio a sobrevivir como cualquier cosa menos como escritor o profesor, cosa que salvo excepciones, fue la más socorrida durante años. Los que salen, muchos de ellos, salen con becas o invitaciones culturales, y de esta forma se integran “cínicamente” al territorio donde algún Pen-Club o el Parlamento Internacional de Escritores lo ha destinado. De ahí que los caminos no hayan sido a priori Miami o Madrid, esas dos M tan ansiadas años atrás, sino alguna ciudad alemana, portuguesa, italiana o brasileña, alguna ciudad en cualquier lugar, pero donde fuera posible sobrevivir con becas culturales o trabajos más o menos afines. Pudiera existir alguna relación entre el exotismo y esta fuga “cultural” del panopticum que ha construído durante cinco decenios ese Gran Inquisidor llamado Fidel Castro? Creo que no. Imaginar la nieve no significa elegirla como lugar de residencia. Por lo menos, no es mi caso.




i Entrevista publicada originalmente en la revista Crítica, No. 122, julio-agosto de 2007, México.


Mañana 8:

Belen Jesuit Preparatory School.

Los Nuevos Caudillos: De Castro a Chávez

Moderador: Alejandro Maderal

1. Alejandro Maderal- Introducción.

2. Emilio Ichikawa- América Latina: Ser y Parecer; un Continente Autoritario

3. Julio Sosa-Branger- Hugo Chávez: su trayectoria y futuro

4. Casto Ocando- Las relaciones simbióticas entre los caudillos.La influencia de Chávez en

Cuba y las FARC.

LUGAR: Belen Jesuit Preparatory School.

FECHA: Martes 8, abril.

HORA: 7:30 PM.

CONTACTOS: amaderal@belenjesuit.org

viernes, 4 de abril de 2008

Tres poemas inéditos de Alejandro Anreus

-------------Los exiliados sueñan


¿Con qué?

Con la muerte del

Tirano o como

Olvidar su nombre.

Con devolver sus

Muertos

A la isla.

Con el fragmento

De un paisaje

Una voz

Un aroma.

Con volver ha

Sentir la lluvia

Sobre la cara

En cualquier parte de

La Habana.

-------------------------------***

----------------La poesía

La poesía cubana

Es un cocodrilo

Con los dientes

Afilados y salpicados

De sangre

Los ojos cerrados

------------ (es soñoliento)

Y un zapato, tres

Dedos y un

Sombrero en la

Barriga.

La poesía cubana

Es un tiburón

Cansado que todavía

Muerde y arranca

Come de todo

------------ (hasta mierda)

Y tiene una

Obstrucción en el

Intestino: un pedazo

De balsa

Con balsero.

La poesía cubana

Es un gallo de pelea

Que no es fino

----------- (sus plumas ya no brillan)

Está tuerto y

Perdió las espuelas

De plata

Y todavía sueña

Con gallinas

Lindas.

-------------------------------***

---------------Un hombre herido

Se sienta y

Escribe

Y lo que sale

Del lápiz (no tiene pluma)

No es grafito

Es sangre

Y esta escribe

La historia

La personal:

Amores

Traiciones y divorcios

El nacimiento

De un hijo

La muerte

De la madre

Y

El destierro

Lo que sale

Del lápiz no es grafito

Es sangre

Y esta escribe

La historia

De todos:

Vida

Hambre

Amor

Revolución y

Exilio

--------- (no olvidemos la muerte, que es de todos)

Un hombre

Herido se sienta

Y

Escribe

Alejandro Anreus (La Habana, 1960) vino al exilio con su familia en 1970. Se crió en Elizabeth, New Jersey. Se doctoró en historia de arte de City University of New York en 1997. Es profesor de historia de arte y estudios latinoamericanos en William Paterson University. Ha estudiado poesía en los talleres de Philip Levine y con el fraile Miguel Loredo. Ha publicado sus poemas en Bilingual Review y en varios catalogos de arte. Tiene tres libros inéditos.

jueves, 3 de abril de 2008

"L. Santiago Méndez Alpízar: A Velas vir". Emilio Ichicawa

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"L. Santiago Méndez Alpízar:
A Velas vir"

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Por Emilio Ichikawa

El poeta L. Santiago Méndez Alpízar (Remedios, Cuba, 1970), "Chago", ha publicado el libro ¿Entonces, qué? (Editorial Verbum, Madrid, 2007). Se trata de una antología que en tres cuerpos poéticos recoge poemas escritos en La Habana entre 1994 y 1995 ("Punto Negro"), y otros escritos en el exilio entre 1996-2004 ("Flashback") y 2004-2006 ("Efory Atocha"). Tal parece, no tiene que ser cierto, que los dos primeros se formaron a partir de una preferencia subjetiva de piezas, mientras que el último es ya todo un libro, un poemario temática y formalmente coherente.

No puedo pasar por alto que estos poemas de Chago (un bautizo que entra a jugar en el lenguaje de su poesía) han sido publicados por Verbum, que es la editorial de otro poeta: Pío E. Serrano. Como he leído recientemente la entrevista "El pensamiento liberado", que Elizabeth Burgos le hiciera al editor-poeta para el número doble 45-46 de la revista Encuentro de la Cultura Cubana, no tengo otro remedio que considerar que ¿Entonces qué? aplica para la concepción de la poesía que allí expone Pío E. Serrano. Una poesía de fronteras, de riesgos, un texto que es más límite en sí que límite de algo.

La misma lectura me ha confirmado que se trata de una escritura original, con espíritu propio, que certifica el universo de un poeta con personalidad muy bien definida. Hay versos-tesis que recuerdan movidas del ensayo cubano más reciente, referencias a poetas sobresalientes (de Armas, Aguilera, Ariel), una geografía asumida y una topografía simbólica, así como una desmarcada sensación de exilio.

De los poemas habaneros de ¿Entonces qué?, recogidos con el título de "Punto Negro", me gusta "Segundo poema fuera de libro"; una visión sostenida donde Chago desliza una consideración sobre la poesía:

"/juego éste el de jugar con

corazón a estas alturas/"

Y sobresale también "Resumen de diagnóstico", que de alguna manera anuncia el exilio en España. Un exilio que es y no es una ruptura lingüística porque Chago lo mismo se aprovecha de la distancia que pueden crear los localismos, que los interpone con la naturalidad de quien maneja un vocabulario de siempre. Le he leído el uso del verbo "chutar" cundo de verdad no cabía usar otra palabra; y le he disfrutado lances en gallego porque se trataba, en verdad, de palabras cuya belleza era imposible de reemplazar por alguna otra, por muy "homofónica" que fuera.

De este grupo también me gustó mucho "La caza/Una historia de Pueblo/"; poema dotado, como una canción, de su propia sonoridad. Cito un fragmento:

"Ariel guardó

en la ingle

un mangle

La muerte

el charco

el fango y

Ariel

eran lo mismo"

En "Flashback", que son sus primeros poemas españoles, hay más juego, como cierto humor que le permite tomar distancia del origen del viaje. También existen rupturas más pensadas, como la expuesta en el poema "Poética martiana".

"Efory Atocha", como decía, contiene ya trabajos de una solidez evidente, donde la referencia queda oculta (aunque al final hay un lance cortazariano explícito) y las dedicatorias, que dispersan al lector que se cree listo, comienzan a concentrarse. En este cuerpo poético, las piezas tituladas con el nombre genérico de "Poema como si estuviera en Galiza" y "Poema como si no estuviera en Galiza" constituyen ya trabajos perdurables.

Texto tomado del Blog de Emilio Ichicawa. Foto Regueral.

TRES POEMAS DE, "¿Entonces, qué?".
.

ERREGE

Unas cuantas fanegas de tierra /

una casa / nada de vecinos /

Llevar a Luar a escuchar Cobos /

Los antes sabrosos crudos de Cobo /

Toda esta tristeza te la puedo meter por el culo

Luego me acusarías de matratador /

de sentarme a ver peleas en la Plaza de Lavapiés /

de no escuchar las horas importante de tu vida /

Luego / ya sabemos /

me seguirás arrinconando /

para finalmente quemarme en tu desmemoria /

Por poderlo todo / sólo puedes eso /

Unas cuantas fanegas de tierra /

unas otras gallinas / algún pez

.........................................................***

POEMA COMO SI NO ESTUVIERA EN GALIZA II

Entre los carballos-alvarinho saltó la ardilla

Entonces fui de nuevo con los pies sobre la tierra

Dejé de ver chipojos / mangos / mangas jobas / las tojosas

naranjales donde trabajé desde el comienzo /

Aun lado piñas de ratón / un alto puente sobre un seco río /

Un alto puente para sofocar la muerte / para el salto

pelín antes de que Oggún te choque

Pero yo tengo los pies sobre la tierra

Voy bajo la sombra de olaia / arbore do amor

Del nogal

donde alguna noche el que fui se encontró contigo

Donde / seguramente / escondidos en el hórreo

singamos hasta la última lágrima de la despedida /

El último cartuchazo

-----------------------------***

MIRLOS CHINCHILAS Y EL SILENCIO DE LOS POEMAS

------------(Un paseo por Ávila)

--------------------------------------------Para Lourdes

Ahora es como el silencio de los poemas /

esos que cada cual interpreta

que los poetas olvidan /

En toda esta casa caben mis sueños y los de diez emigrantes

del África –Sub Sahariana

Pero no hace falta / Tampoco es para tanto

Nadie que sea bueno ordena apuntalar la casa con barras de oro / menos

a sabiendas de “cómo va la peli

Da miedo pensarlo / capaz que un trueno

Por esta ventana de patio interior tengo que estirar el pescuezo

como los Gallos Jamaiquinos

- Ventana de vista muerta -

de ver la luna con seso

Directa al rostro de la señora Purita / la

ventana /

por donde alguna vez tú…

Detrás de la mancha gris perla / del hollín están brillando

Si estiras el pescuezo

verás caer herrumbrosas caretas

Siempre me veas por esta ventana estoy depurando /

eligiendo para llegar a la roca

al lomo del Gran Sapo Toro / que diría si quisiera acojonarte

…buscando alguna representación de fortuna

Últimamente no reconozco una vida de otra

La ausencia o la patria

Un desplazamiento prolongado para llenar

la memoria

Cuáles los años verdaderos

Destino remendado

Para que sea destino /

remendar /

--------- abrir el saco /

------------- aspirar la bocanada

Una vida /

una miserable bocanada

Los nombres de las ciudades ya no pertenecen a una geografía natural/

fue la sierra de Cercedilla o la Loma de Tesico

Calamar dormitado /

- la Yerba que borra lo prescindible -

Tú corazón puede ser – también - una lata de compota /

milagro para bebé hambriento

Cultura de documentales / cuál fue la

verdadera /

inquietas chinchilas que chispean

aletear de chinchilas

evocadas e imposibles chinchilas europeas

O fueron mirlos cuando la siembra /

la cosecha del arroz junto a la Zanja de los Chinos /

------- - arike de agua con anguilas -

------------- piedra enorme

Mirlos en los cielos de la Posa del Güije /

Mirlos desde la rancia infancia / tardíos Mirlos que nunca

llegaron ni siquiera al E. S. B. E. C.*

------- - a la alada pira -

He de regresar al pasado /

------------------mirar las fotos que me faltan /

Seguramente bailando /

-------------------con risas de fotos colectivas /

espontáneas carcajadas a la de tres

Aseguraré que estés desde el principio

Las pinturas de mujeres que no son tú /

que lo son según la luna

------------------ el universo interior

la menstruación

Una tarde en Ávila /

un recorrido pétreo /

------------ medieval

--------------------- romántico

Asilados por la majestuosa

presencia de los Berracos Vettones /

No hay muchos negros en Ávila /

------------------ ni chinos con chiringuitos /

ni papel de liar /

No hay muchos chinos en Ávila /

----------------- ni negros con chiringuitos /

ni marihuana

Pero estaremos servidos por Eleggua convenientemente /

la asada del cabrito /

---------------- la arrogancia del vino

mi derecho de pernada

Tú desquite

Poco más

Aseguraré /

el silencio cuando es de los poemas

Esos / que los poetas olvidan / que cada cual interpreta

miércoles, 2 de abril de 2008

Solamente digo:

Escribí un post, luego entraron a mi blog, lo quitaron, luego bloquearon mi acceso durante bastante time, también bloquearon la posibilidad de dejar comentarios, luego me dijeron que no pasa nada...

Pues seguimos, fue solamente mi incapacidad.


No digo más.

SM / Chago

martes, 1 de abril de 2008

"Un correo"

Falso que me me explicaras nada a las 5 de la tarde del sábado. Te llamé, ya sabes que la tecnología no falla apenas, a las 15:37. Luego como iniciativa mía, y ni así, ante tu falta sempiterna y de dejarte más de una semana sin pedirte absolutamente nada, les hice envío de los poemas. Algo que ignoraron ambos en su jueguito inmaduro del ninguneo y poca seriedad, que es evidente.

Es importante quede claro que yo no acepté regla alguna, más que la de escribir y hacerme responsable a mí únicamente de lo que escriba o publique. De eso y de ser libre. El post no lo publiqué a las 10 de la noche, también es falso. Lo publiqué pasadas las 01., de la madrugada y no fue hasta que tú lo quitaste, no sé todavía con qué autorización, con tal frescura, que desapareció. Dudo francamente que escribas todo esto tu sólo, no puede ser más inexacto.

Aquí lo sucedido está más que claro. Por otra parte, desde que estoy aquí estoy escuchando la promesa de nuevas mejoras, de la llegada de la semana que viene que traerá la independencia técnica, la posibilidad de que yo pueda publicar sin tener que molestarles tanto, como se evidencia.

Lo que tú dices, o te dicen, me recuerda algo socorrido por los cubanólogos, dentro sí, contra no.

Ya, pero yo soy libre, y se supone que los blogs, no sólo el mío, sean autónomos, escribamos y publicamos a nuestra bola, que se dice. Que nada tenemos que ver con la línea editorial de Encuentro.

Repito, tú no eres nadie para decirme sobre lo que tengo que opinar o no, yo me hago responsable de todo lo que escribo y si eso implica una ofensa, ahí están los que tienen que juzgar tal cosa.

La verdad es que usted parece asustado, más que yo. La verdad es que usted me dijo a mí desde hace ya unas cuantas semanas que yo podría escribir y publicar desde mi casa, sin tener que llamarle para nada. La verdad es que usted me dijo de ventajas sobre el anterior blog que no son más que piropos, nulas palabras.

La verdad es que menciono algún bicho del que usted no le gusta mencionar, o algo así, su bicho empresarial que no es nada de ataques ni rollos internos de ninguna clase. La verdad es que su trabajo también se puede criticar, como el mío, aunque a usted no le guste. Igualmente mediocre son las condiciones que tenemos los blogueros, que nos llama, y que según tengo entendido nada extraordinario sería mejorarlas. La verdad es que de su trabajo halan otros que saben más que yo y no dicen cosas lindas.

La verdad es que usted está empleando a personas que se manejan tan bien como yo en cuestiones técnicas, lo sé por mi experiencia.

La verdad es que yo desde el comienzo tuve que pararle un poco, pues a usted lo de dárselas de duro le va un rato, de poderoso, tengo más de un correo suyo.

La verdad es que es mu simple, tanto como que ahora luego de bloquear, quitar, poner, cuando le dio la gana, me dice que no, que yo sí que puedo acceder, pero que usted no me va a brindar, asistencia personalizada, me río.

Todo esto, también es la La Verdad.

Empero, lo que hiciste te iguala a los que dices combatir, la censura no es de colores y sabores diferentes, buenos según convengan. Si te sientes tan atacado, contestas, das la cara, asumes, no eliminas, escondes, secuestras las opiniones de los demás.

SM / Chago.

Pdta: Haga usted el favor de decirme mis coordenadas para acceder, parce que con el trajín las he extraviado, o caducó la que tenía. (Pedidas a las 16: 23)

lunes, 31 de marzo de 2008

"Nota sobre la imposibilidad de publicar ayer: entre la mediocridad y el apego" Post retirado sin mi consentimiento de mi blog de Cubaencuentro"

cubaencuentro.com cuba encuentro comunidad

domingo 30 de marzo de 2008

4:54


"Nota sobre la imposibilidad de publicar ayer: entre la mediocridad y el apego"

sábado 29 de marzo de 2008 22:08:13

L. Santiago Méndez Alpízar

Hoy me dispuse a publicar poemas de Ramón Fernández Larrea y de Norge Espinosa Mendoza, ambos reconocidos poetas cubanos. Uno vive en el exilio y otro en la isla. Como no suelo hacer presentaciones ni anotarme puntos con muelas sobre otros, por conocidos o amigos que sean, y ante la imposibilidad de publicar poesía sin que se desajuste el texto, envié los poemas a Manuel Desdín, Director de Tecnología de este portal y a María del Rosario del Castell, ambos además de Iguana Information Technologies, SL, que supongo una empresa contratada para el mantenimiento del diario y aledaños. Luego de una conversación con Manuel quedé a la espera de que concluyera comida de onomástico, el suyo, con largo espacio de time, para no sofoco.

He llamado a Pablo Díaz, director del Diario y en discusión lastimosa me asegura no saber de éstos. He llamado a Manuel a su móvil y a su fijo. He llamado al teléfono fijo de Anabel Rodríguez, presidenta de la Asociación Encuentro, y tampoco logré comunicar, saber el porqué de la imposibilidad de la publicación.

El que me aseguraran que tendría la misma libertad para publicar lo que quiera cuando yo quiera nunca ha sido del todo cierto. Existen trabas técnicas, no solamente para publicar poesía, otras deficiencias más estratégicas; los vídeos me los tienen que subir ellos igual que los archivos de sonidos, por ejemplo, que como ahora, me dejan de manos atadas, que es una metáfora por supuesto.

Esperaré a que sean publicados dichos trabajos enviados por los poetas amigos. La desfachatez de tomarse el privilegio de manipular la voluntad ajena es propio de la calaña castrense. María del Rosario del Castell y su Director de Tecnología, gustillo a eso de fugarse le cogió el tipo según parece, Manuel Desdín, han decidido no publicar los poemas de Ramón Fernández Larrea y Norge Espinosa Mendoza, por lo menos no por ahora. Esperemos alguna razón seria. No aspiro a poner este pequeño post, de momento, sobre los escogidos de los ataques a Encuentro. No es en absoluto un ataque. Más bien la desilusión, ver como la mediocridad cubana sigue esparciendo sus zarpas.

L. Santiago Méndez Alpízar / Chago. Domingo 30 de Marzo, 01: 19. am.

Publicado en: Efory Atocha | Actualizado 30/03/2008 1:51


Ante la imposibilidad, palabra que recupero en estos días, de publicar el post por el que alguien, Manuel Desdín, para ser exactos, según me confiesa él mismo, entró sin mi permiso, lo quitó, y a estas alturas no sé dónde lo tiene, en el blog del portal de Cubaencuentro, recupero mi Efory de siempre para darlo a conocer, pues no es pecado decir algunas verdades. Siempre dispuesto a discutirlas.
Luego hablaré de mis motivos y de lo que haga falta. La puta verdad es que entraron, borraron, y hay que hacer como si nada. Pues no.
(Texto copiado de cuabencuentro)